Dar el sí ante el altar o  firmar un documento en una notaría para casarse por lo civil es una decisión que en la mayoría de los casos genera un temor natural. Para muchos es un paso difícil de dar por lo que prefieren posponerlo.

Rosa  Arrieta  es una  vallenata que tiene 34 años y se autodenomina como una de esas mujeres que ha tenido dificultades para encontrar al hombre que se quiera casar.

“Yo creo que es una disposición personal, creo que nos volvemos muy exigentes, creo que en esa liberación femenina hemos mal acostumbrado a los hombres, y estamos poniéndole las cosas fáciles, dentro de ese mismo comportamiento los asustamos y otras veces los acomodamos, hombres para casarse sí debe haber pero uno se termina metiendo con el hombre equivocado”, aseguró.

Ella cree que las mujeres no miran lo que necesitan o exigen cosas que no deben hacer, y quizás por eso tampoco consiguen lo bueno. Está convencida que para casarse por tener el papel o la foto de la boda y caerle bien a otras personas no vale la pena, porque eso lleva a la frustración y hace a los seres  infelices.

“Por ahí dicen que las relaciones cambian después del matrimonio, no sé qué tan cierto es, por eso hay que saber escoger con quien se va a compartir el resto de la vida, uno no puede siempre salir perdiendo o acomodándote a la situación solo por tener un marido”, añadió.

De igual forma aseguró que ha tenido relaciones ‘fortuitas’ y otros noviazgos largos, que en alguna oportunidad le dieron luz verde para avanzar y dar el gran paso, pero que luego de analizar cada una de esas situaciones siente que le hubieran dado una frustración y es mejor que no se cristalizó la idea.

“Hoy día aunque tengo una relación, siento que no tengo perspectiva de matrimonio, sin embargo pueden cambiar de un momento a otro. Creo que con el paso de los años la madurez trae consigo muchas cosas, entre esas escoger a la persona que quieres tener el resto de tu vida y más cuando ves a amigas que no les ha ido bien en el matrimonio, que por mantener un marido, mostrarlo o decir que están casados mantienen una infelicidad”, dijo.

Pese a estas palabras, Rosa dejó en claro que sí quiere casarse algún día, y que su mayor preocupación en estos momentos radica más en tener hijos, porque a la mujer se le va acabando ese ciclo físico que les permite traer a un bebé a este mundo.

“Mientras aparece mi mitad, seguiré en la espera o en la búsqueda, me gustan los hombres que estén más altos que yo, que estén bien dotados, que sean creativos en la relación. Aunque me gusta que el hombre lleve el mando algunas veces me gusta 50 y 50. Algunas veces soy exigente y por eso creo que no me he puesto el vestido blanco”, aseguró.

Sí hay bullying

Rosa Arrieta manifestó que ahora que tiene más edad ha sentido el bullying por parte de sus familiares y amigos, “me dicen que para cuando, que me estoy poniendo vieja y que cuando será que por fin estaré en el altar, pero no me importa, yo me siento feliz así como estoy, me gustaría tener a alguien con quien casarme pero no voy a desesperarme solo para complacer a los demás y a la que tiene que preocuparle la situación es a mí, no a ellos porque yo sola me mantengo”.

Añadió que los compañeros también le molestan por lo mismo. Cuando va por la calle y se encuentra con paisanos o personas que estudiaron en el colegio y universidad con ella, lo primero que le preguntan es si no se ha casado y ella responde siempre con una sonrisa el ‘No’.

La mujer  abrió mucho más su corazón y confesó que pese a sus deseos es feliz, que a veces tiene altibajos porque le gustaría encontrar a esa persona y no aparece, pero sabe que son momentos que hacen parte de la vida.

“Tengo una relación estable, pero no he contado con la necesidad de hablar sobre esto, y él tampoco se toma la tarea de al menos pedirme la mano. El mensaje que le doy a las mujeres que seguimos soltera es que no se desesperen, si hay o no vivan el día a día, porque si Dios no lo ha destinado es porque realmente tenemos otras cosas que hacer para él, para nuestra felicidad, para el bien de las personas  que nos rodean y si aparece alguien que esté dispuesto a compartir su vida, que sea el que te haga realmente feliz”, concluyó.

Por su parte, Emilio García salió en defensa de los hombres. Manifestó que las mujeres ahora no son como antes y que por eso es difícil escoger.

“Lo que pasa es que muchas mujeres son atrevidas y otras uno las conoce y le demuestran a uno que son buenas pero con el paso del tiempo se vuelven intensas y celan mucho, entonces eso cansa”, afirmó.

De otro lado, Alirio Martínez dijo que, “mucho de las experiencias que uno ve de manera cotidiana están relacionadas al fracaso en el matrimonio, eso lo hace pensar a uno que el matrimonio no es indispensable, y que no marca la diferencia cuando uno ama a alguien, si vive en unión libre es suficiente. A veces nosotros somos muy razonables y ellas muy pasionales. Nosotros queremos las cosas paso a paso y verificar si se puede dar el paso o no”, dijo.

Voz de la especialista

Astrid Ustáriz, psicóloga vallenata especialista en terapia de parejas afirmó que tanto el hombre como la mujer tienden a posponer la edad de casarse y eso tiene varias razones: la mujer ha avanzado en todos los niveles y las relaciones han cambiado.

“Los cambios de nivel académico y laboral de la mujer la hacen más preparada e inteligente, por ende, tendrá mayores exigencias a la hora de escoger a su pareja, lo que puede convertirse en una situación incómoda para el hombre. Lo segundo es que la forma de entablar una relación ha cambiado, la etapa de cortejo y enamoramiento a veces se anula porque las féminas demuestran un comportamiento fácil sexualmente”, dijo.

Un argumento más que explica la especialista tiene que ver con la oferta y la demanda que hay de mujeres, “es que existe en nuestros tiempos una abundancia aparentemente de las mujeres, ellas son las que mandan selfies a los hombres, fotos desnudas, hacen invitaciones directas y por eso el cortejo de antes se ha perdido. Hay personas que se conocen y en seguida se van a la cama sin saber el nombre. Esto genera que el hombre lo tenga todo fácil y no sepa qué hacer y eso crea inseguridad”.

Ustáriz indicó que hay hombres que se comportan como si no estuvieran viviendo en unión libre, en el fondo es un temor a asumir el compromiso, porque lo ven como una obligación y  eso implica un cambio de vida.

En su consultorio atiende a parejas que la consultan por el deterioro de su relación, algunas de las causas más relevantes son el maltrato, la infidelidad y problemas para superarlo o falta de comunicación.

Por eso, lo importante para que se pueda tejer una buena relación es conociendo al otro de manera prudente, es decir, observar sus fortalezas y hasta sus defectos para saber de esta forma qué tan compatibles son y hasta donde pueden ceder.

Razones por temor al matrimonio

1. Economía: La mayoría de los hombres tienen como prioridad asegurarse un futuro económico sólido y después piensan en formar una familia.
2. Zona de confort: El bienestar que produce la soltería y que según especialistas es una ilusión, les atrae a los hombres por la carencia de obligaciones.
3. La libertad: La mayoría de los hombres creen de manera inconsciente que comprometerse les va a quitar libertad. Sin embargo, está demostrado que al casarse pueden tenerla pero con un agregado concerniente a la felicidad y el amor.
4. Temor al divorcio: Por naturaleza, el hombre le teme al fracaso, ya que cada vez es más común que los matrimonios se terminen pronto, por eso muchos prefieren no comprometerse y se toman más tiempo para sentirse listos.
5. Miedo: es la razón por la que los hombres le temen al matrimonio. Esta señal está acompañada del egoísmo ya que la tendencia es “que el otro gire en torno a mí, mientras yo hago muchas otras cosas”.
6. Hay alguien más: si acaba de salir de una relación o se siente atraído por alguien más, hará todo lo posible para no comprometerse.

Por Tatiana Orozco Mazzilli

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