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Informe - 8 marzo, 2017

El panorama sombrío de la mujer en el mercado laboral

Según el Dane, las mujeres alcanzaron un índice de desempleo del 10,4%, mientras que los hombres registraron un 6,3% para el período comprendido entre septiembre y noviembre de 2016.

La informalidad se constituye como uno de los problemas más importantes del mercado laboral para las mujeres en el departamento de Cesar.
Foto: Leonardo Alvarado
La informalidad se constituye como uno de los problemas más importantes del mercado laboral para las mujeres en el departamento de Cesar. Foto: Leonardo Alvarado

Desde siempre la mujer se ha destacado por su papel en el hogar, sin embargo esa labor vital pero prescindible, le negó la oportunidad de realizar tareas y roles que parecían exclusivamente para los hombres.

Transcurrieron años de relego de todos los derechos de la mujer, esa que no podía representarse por sí sola, ni fungir en cargos públicos y menos estudiar. Esa discriminación y atropello generó la reacción de valientes en busca de la libertad la igualdad de los derechos y la conquista de espacios propios.

Luego de una lucha desigual, las Naciones Unidas deciden proclamar el 8 de marzo de 1975, como el Día internacional de la Mujer, en reconocimiento al movimiento cohesionado y firme que desde 1909 impulsaban las mujeres alrededor del mundo por la reivindicación de sus derechos y la no discriminación

Es así como muchos aseguran que hoy, no es un día para exaltar la belleza femenina ni su frivolidad. Sino que se trata más bien de estimular y promover la lucha de las mujeres por un mundo mejor, por la igualdad de género, el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas y la masificación de oportunidades en el mercado laboral para las que le dan vida a la humanidad.

Pese al desarrollo social que se emerge de forma acelerada en todos los ámbitos de la sociedad por estos tiempos, la inequidad en lo laboral persiste fuertemente y se expresan en indicadores importantes como desempleo, desocupación, poca participación y baja remuneración.

Según los resultados del último informe del mercado laboral del Dane, de septiembre a noviembre de 2016 la tasa de desempleo para las mujeres colombianas se situó en 10,4%; mientras que para los hombres la cifra estuvo en 6,3%. Si se compara con el mismo período de 2015, la brecha continúa. Ya que en ese lapso fue de 10,7% para el género femenino y de 6,2% para el masculino.

Para las mujeres, en el total nacional la tasa es la más baja en todos los trimestres desde 2001. De acuerdo con el estudio, la mayoría de este grupo registró una alta participación laboral en el comercio, los restaurantes y los hoteles, con un porcentaje del 34,5%.

Además, muestra que el 41,3% de las mujeres trabajan de forma independiente (lo que se conoce como cuenta propia). Esta proporción fue del 40% durante el mismo trimestre de 2015. Al igual que las mujeres, esta también fue la posición de mayor participación para los hombres, quienes alcanzaron un 44,7 %.

Este último se ve reflejado en la calle. En una sola cuadra en el centro de Valledupar se pueden encontrar entre 5 y 7 mujeres trabajando de forma independiente e informal.

Venta de flores, de minutos, de mecatos, carritos con asadores repletos de arepas, stands con ventas de camisetas y hasta cabas de bolis o paletas son el común denominador del centro de esta ciudad.

Expertos aseguran que esa cuenta propia es un poco más alta en el sexo masculino que en el femenino, ya que los hombres participan más en la informalidad, sin embargo las mujeres de estas regiones se le miden a todo.

Tal es el caso de Paola, una mujer cálida, sonriente y emprendedora, que decidió vender arepas hace ocho años en el parque de Las Madres, en pleno corazón de Valledupar. Vendió empanadas, desayunos, almuerzos pero no le funcionó, se mudó en muchas ocasiones hasta llegar al lugar donde se encuentra hoy.

Paola o ‘La Negra,’ como le llaman sus amigos, asegura que no ha sido fácil, después de muchos tropiezos y golpes que le ha dado la vida, hoy con la venta de arepas mantiene su hogar y sus dos hijos. “Mi mentalidad siempre ha sido hacer las cosas bien y con amor; todos los días le doy gracias a Dios por permitirme salir a vender el ‘Arepazo de La Negra’ y tener la satisfacción de ver a mis clientes al consumirlas”, manifestó.

En relación con las tasas de desempleo, la Tasa Global de Participación (TGP), hubo una leve disminución, en cuanto a la relación porcentual entre la población económicamente activa y la población en edad de trabajar, para las mujeres en el total nacional se situó en 55,6%, entre septiembre y noviembre de 2016 (mientras que en el mismo periodo de 2015 fue de 56,1%).

En esta caída, la encuesta del Dane arrojó, además, que el 65,3 % de la población económicamente inactiva fue femenina. Mientras que la población económicamente inactiva masculina se dedicó principalmente a estudiar; es decir, el 59,8 %, la población femenina se dedicó principalmente a oficios del hogar, un 57,6 %. La entidad define a este grupo como aquel que comprende a todas las personas en edad de trabajar, que en un período dado de tiempo no participan en la producción de bienes y servicios porque no necesitan, no pueden o no están interesadas en tener actividad remunerada.

Actualmente Valledupar cuenta con un crecimiento poblacional muy alto, esto debido a varias razones, entre las que se pueden destacar la movilidad en razón del desplazamiento forzado y la visión del desarrollo productivo empresarial de esta ciudad que atrae a personas de otros departamentos a buscar oportunidades laborales.

Así lo explico María Angélica Arias, líder de la red de Mujeres del Caribe. “El departamento del Cesar, sobre todo Valledupar, muestra un saldo migratorio neto negativo en los último años y con una tendencia a incrementarse en el tiempo; esto, está asociado de manera recurrente con mercados de trabajo que no tienen capacidad”.

Según el plan departamental de empleo para el Cesar, la tasa de participación en el departamento para los jóvenes entre 14 y 28 años registra un valor del 50,4 %, 9 puntos porcentuales por debajo del total nacional para ese mismo grupo de edad. Se observa igualmente que para los hombres la tasa de participación es mayor en la zona rural, tanto para el departamento (con un 69,3 % frente a un 63,4 % en la zona urbana) como para el total nacional (74 % frente a un 66,4 %). Para las mujeres se tiene un comportamiento inverso, es decir, la tasa de participación es mayor en la zona urbana, con valores de 41,8 % en el departamento y 53,6 % en el total nacional.

Así mismo, la tasa de desempleo para este grupo de edad, en la zona urbana es del 18,7 % para hombres y 29,9 % para mujeres, en la zona rural las tasas son del 5,5 % para hombres y 21,4 % para las mujeres. De manera general, la tasa de desempleo en el Cesar para los jóvenes entre 14 y 28 años es del 19,9 % valor muy cercano al registrado en el total nacional (18,3 %).

En cuanto a la tasa de informalidad para la población joven del departamento del Cesar es del 44 %, 7,5 puntos porcentuales por encima del total nacional (36,5v%).

Entre los hombres se registra un mayor grado de informalidad que entre las mujeres, llegando a alcanzar tasas del 47,6 % a nivel departamental y 40,9% a nivel nacional. Las mujeres presentan tasas de informalidad en la zona urbana del 28,2% y en la zona rural del 77,7%. De acuerdo con los datos presentados, la informalidad es mucho menor en la zona urbana (32,9 %) pero se pueden observar las grandes diferencias que presenta con respecto a la zona rural, en donde la tasa es mucho mayor (70,8 %).

De acuerdo con esas estadísticas, María Angélica Arias asegura que todavía Colombia no tiene claro cuál es el aporte al producto interno bruto que hacen las mujeres al país cuando son las amas de casa, “eso es un trabajo y hay que reivindicarlo como tal”.

“Mientras el trabajo doméstico no logre tener una relevancia dentro de la política social y económica del país, las cifras seguirán así. Debemos entender el aporte que esta labor brinda al desarrollo de un país, de una sociedad, si esto no ocurre probablemente el aporte de las mujeres siga siendo considerado como menos”, explicó.

La Red de Mujeres del Caribe indica que es necesaria la creación de políticas públicas, oportunidades laborales y de inclusión direccionadas al desarrollo de la mujer.

El Cesar y Valledupar van avanzados en ese tema, existe actualmente la Secretaría y la Oficina de la Mujer; y hoy será la apertura de la Casa de la Mujer por parte de la Gobernación del Cesar.

El reto entonces, de las entidades territoriales recae en cómo lograr vincular a la mujer dentro de los renglones gruesos de la economía, porque se asume que se entiende a la mujer en la microempresa, es decir, aquellas emprendedoras que son modistas, cocineras, peluqueras. Lo que evidentemente fortalece económicamente a la mujer y a su vez la ayuda a atender el problema de la supervivencia socioeconómica.

Pero, es necesario estimular activamente a las mujeres para los renglones de economía gruesos del departamento, teniendo en cuenta que el Cesar tiene como actividades importantes la minería y la agroindustria, que son los que mueven el producto interno bruto con una muy baja participación de las mujeres en esos sectores.

A su vez se debe pensar en la formación en la salud sexual reproductiva de las mujeres, en el acceso a la educación superior, que se entienda la economía asociada a la mujer como una economía más allá del trabajo informal.
Como un aporte a la equidad y a la inclusión social de la mujer colombiana en el mercado laboral, la Agencia Pública de Empleo del Sena realizará hoy miércoles 8 de marzo la Tercera Jornada Nacional de Empleo para Mujeres.
Con cerca de 50 microrruedas de empleo en los 32 departamentos del país, las mujeres colombianas podrán postularse a más de seis mil ofertas laborales en distintos perfiles como ingenieras electrónicas, contadoras, chefs, recepcionistas, niñeras y profesoras, entre otros cargos.
En 2016, esta jornada logró convocar a cerca de 20 mil mujeres en todos los rincones del país, y la mitad de ellas fueron preseleccionadas para los cargos ofertados.

Los salarios de las mujeres siguen siendo inferiores a los de hombres con oficios iguales.

Por: Ariadne Osorio Ponce
[email protected]

 

Informe
8 marzo, 2017

El panorama sombrío de la mujer en el mercado laboral

Según el Dane, las mujeres alcanzaron un índice de desempleo del 10,4%, mientras que los hombres registraron un 6,3% para el período comprendido entre septiembre y noviembre de 2016.


La informalidad se constituye como uno de los problemas más importantes del mercado laboral para las mujeres en el departamento de Cesar.
Foto: Leonardo Alvarado
La informalidad se constituye como uno de los problemas más importantes del mercado laboral para las mujeres en el departamento de Cesar. Foto: Leonardo Alvarado

Desde siempre la mujer se ha destacado por su papel en el hogar, sin embargo esa labor vital pero prescindible, le negó la oportunidad de realizar tareas y roles que parecían exclusivamente para los hombres.

Transcurrieron años de relego de todos los derechos de la mujer, esa que no podía representarse por sí sola, ni fungir en cargos públicos y menos estudiar. Esa discriminación y atropello generó la reacción de valientes en busca de la libertad la igualdad de los derechos y la conquista de espacios propios.

Luego de una lucha desigual, las Naciones Unidas deciden proclamar el 8 de marzo de 1975, como el Día internacional de la Mujer, en reconocimiento al movimiento cohesionado y firme que desde 1909 impulsaban las mujeres alrededor del mundo por la reivindicación de sus derechos y la no discriminación

Es así como muchos aseguran que hoy, no es un día para exaltar la belleza femenina ni su frivolidad. Sino que se trata más bien de estimular y promover la lucha de las mujeres por un mundo mejor, por la igualdad de género, el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas y la masificación de oportunidades en el mercado laboral para las que le dan vida a la humanidad.

Pese al desarrollo social que se emerge de forma acelerada en todos los ámbitos de la sociedad por estos tiempos, la inequidad en lo laboral persiste fuertemente y se expresan en indicadores importantes como desempleo, desocupación, poca participación y baja remuneración.

Según los resultados del último informe del mercado laboral del Dane, de septiembre a noviembre de 2016 la tasa de desempleo para las mujeres colombianas se situó en 10,4%; mientras que para los hombres la cifra estuvo en 6,3%. Si se compara con el mismo período de 2015, la brecha continúa. Ya que en ese lapso fue de 10,7% para el género femenino y de 6,2% para el masculino.

Para las mujeres, en el total nacional la tasa es la más baja en todos los trimestres desde 2001. De acuerdo con el estudio, la mayoría de este grupo registró una alta participación laboral en el comercio, los restaurantes y los hoteles, con un porcentaje del 34,5%.

Además, muestra que el 41,3% de las mujeres trabajan de forma independiente (lo que se conoce como cuenta propia). Esta proporción fue del 40% durante el mismo trimestre de 2015. Al igual que las mujeres, esta también fue la posición de mayor participación para los hombres, quienes alcanzaron un 44,7 %.

Este último se ve reflejado en la calle. En una sola cuadra en el centro de Valledupar se pueden encontrar entre 5 y 7 mujeres trabajando de forma independiente e informal.

Venta de flores, de minutos, de mecatos, carritos con asadores repletos de arepas, stands con ventas de camisetas y hasta cabas de bolis o paletas son el común denominador del centro de esta ciudad.

Expertos aseguran que esa cuenta propia es un poco más alta en el sexo masculino que en el femenino, ya que los hombres participan más en la informalidad, sin embargo las mujeres de estas regiones se le miden a todo.

Tal es el caso de Paola, una mujer cálida, sonriente y emprendedora, que decidió vender arepas hace ocho años en el parque de Las Madres, en pleno corazón de Valledupar. Vendió empanadas, desayunos, almuerzos pero no le funcionó, se mudó en muchas ocasiones hasta llegar al lugar donde se encuentra hoy.

Paola o ‘La Negra,’ como le llaman sus amigos, asegura que no ha sido fácil, después de muchos tropiezos y golpes que le ha dado la vida, hoy con la venta de arepas mantiene su hogar y sus dos hijos. “Mi mentalidad siempre ha sido hacer las cosas bien y con amor; todos los días le doy gracias a Dios por permitirme salir a vender el ‘Arepazo de La Negra’ y tener la satisfacción de ver a mis clientes al consumirlas”, manifestó.

En relación con las tasas de desempleo, la Tasa Global de Participación (TGP), hubo una leve disminución, en cuanto a la relación porcentual entre la población económicamente activa y la población en edad de trabajar, para las mujeres en el total nacional se situó en 55,6%, entre septiembre y noviembre de 2016 (mientras que en el mismo periodo de 2015 fue de 56,1%).

En esta caída, la encuesta del Dane arrojó, además, que el 65,3 % de la población económicamente inactiva fue femenina. Mientras que la población económicamente inactiva masculina se dedicó principalmente a estudiar; es decir, el 59,8 %, la población femenina se dedicó principalmente a oficios del hogar, un 57,6 %. La entidad define a este grupo como aquel que comprende a todas las personas en edad de trabajar, que en un período dado de tiempo no participan en la producción de bienes y servicios porque no necesitan, no pueden o no están interesadas en tener actividad remunerada.

Actualmente Valledupar cuenta con un crecimiento poblacional muy alto, esto debido a varias razones, entre las que se pueden destacar la movilidad en razón del desplazamiento forzado y la visión del desarrollo productivo empresarial de esta ciudad que atrae a personas de otros departamentos a buscar oportunidades laborales.

Así lo explico María Angélica Arias, líder de la red de Mujeres del Caribe. “El departamento del Cesar, sobre todo Valledupar, muestra un saldo migratorio neto negativo en los último años y con una tendencia a incrementarse en el tiempo; esto, está asociado de manera recurrente con mercados de trabajo que no tienen capacidad”.

Según el plan departamental de empleo para el Cesar, la tasa de participación en el departamento para los jóvenes entre 14 y 28 años registra un valor del 50,4 %, 9 puntos porcentuales por debajo del total nacional para ese mismo grupo de edad. Se observa igualmente que para los hombres la tasa de participación es mayor en la zona rural, tanto para el departamento (con un 69,3 % frente a un 63,4 % en la zona urbana) como para el total nacional (74 % frente a un 66,4 %). Para las mujeres se tiene un comportamiento inverso, es decir, la tasa de participación es mayor en la zona urbana, con valores de 41,8 % en el departamento y 53,6 % en el total nacional.

Así mismo, la tasa de desempleo para este grupo de edad, en la zona urbana es del 18,7 % para hombres y 29,9 % para mujeres, en la zona rural las tasas son del 5,5 % para hombres y 21,4 % para las mujeres. De manera general, la tasa de desempleo en el Cesar para los jóvenes entre 14 y 28 años es del 19,9 % valor muy cercano al registrado en el total nacional (18,3 %).

En cuanto a la tasa de informalidad para la población joven del departamento del Cesar es del 44 %, 7,5 puntos porcentuales por encima del total nacional (36,5v%).

Entre los hombres se registra un mayor grado de informalidad que entre las mujeres, llegando a alcanzar tasas del 47,6 % a nivel departamental y 40,9% a nivel nacional. Las mujeres presentan tasas de informalidad en la zona urbana del 28,2% y en la zona rural del 77,7%. De acuerdo con los datos presentados, la informalidad es mucho menor en la zona urbana (32,9 %) pero se pueden observar las grandes diferencias que presenta con respecto a la zona rural, en donde la tasa es mucho mayor (70,8 %).

De acuerdo con esas estadísticas, María Angélica Arias asegura que todavía Colombia no tiene claro cuál es el aporte al producto interno bruto que hacen las mujeres al país cuando son las amas de casa, “eso es un trabajo y hay que reivindicarlo como tal”.

“Mientras el trabajo doméstico no logre tener una relevancia dentro de la política social y económica del país, las cifras seguirán así. Debemos entender el aporte que esta labor brinda al desarrollo de un país, de una sociedad, si esto no ocurre probablemente el aporte de las mujeres siga siendo considerado como menos”, explicó.

La Red de Mujeres del Caribe indica que es necesaria la creación de políticas públicas, oportunidades laborales y de inclusión direccionadas al desarrollo de la mujer.

El Cesar y Valledupar van avanzados en ese tema, existe actualmente la Secretaría y la Oficina de la Mujer; y hoy será la apertura de la Casa de la Mujer por parte de la Gobernación del Cesar.

El reto entonces, de las entidades territoriales recae en cómo lograr vincular a la mujer dentro de los renglones gruesos de la economía, porque se asume que se entiende a la mujer en la microempresa, es decir, aquellas emprendedoras que son modistas, cocineras, peluqueras. Lo que evidentemente fortalece económicamente a la mujer y a su vez la ayuda a atender el problema de la supervivencia socioeconómica.

Pero, es necesario estimular activamente a las mujeres para los renglones de economía gruesos del departamento, teniendo en cuenta que el Cesar tiene como actividades importantes la minería y la agroindustria, que son los que mueven el producto interno bruto con una muy baja participación de las mujeres en esos sectores.

A su vez se debe pensar en la formación en la salud sexual reproductiva de las mujeres, en el acceso a la educación superior, que se entienda la economía asociada a la mujer como una economía más allá del trabajo informal.
Como un aporte a la equidad y a la inclusión social de la mujer colombiana en el mercado laboral, la Agencia Pública de Empleo del Sena realizará hoy miércoles 8 de marzo la Tercera Jornada Nacional de Empleo para Mujeres.
Con cerca de 50 microrruedas de empleo en los 32 departamentos del país, las mujeres colombianas podrán postularse a más de seis mil ofertas laborales en distintos perfiles como ingenieras electrónicas, contadoras, chefs, recepcionistas, niñeras y profesoras, entre otros cargos.
En 2016, esta jornada logró convocar a cerca de 20 mil mujeres en todos los rincones del país, y la mitad de ellas fueron preseleccionadas para los cargos ofertados.

Los salarios de las mujeres siguen siendo inferiores a los de hombres con oficios iguales.

Por: Ariadne Osorio Ponce
[email protected]