Son 52 niños de diferentes sectores de Valledupar que aprenden nociones artísticas en la fundación Casa Barco, que se presenta como una opción para formar con arte a los niños y niñas de Valledupar en seres integrales.

En la fundación los pequeños estudiantes ‘navegan’ con alegría y entusiasmo en el mundo de la pintura, el teatro, la danza y la música. La cita es todos los sábados entre las 8:00 de la mañana y las 5:30 de la tarde, en las antiguas instalaciones de Valledupar Noticias, ubicadas en la carrera 11ª #15 – 79 del barrio Loperena, espacio que se convirtió en la ‘embarcación’ cultural de niños de siete a 14 años.

En este taller, que dura seis sábados, son instruidos niños del barrio Bello Horizonte y con síndrome de down, que fueron apadrinados por personas naturales y empresas interesadas en el bienestar de la población vulnerable; asimismo hacen parte pequeños cuyos padres tienen recursos económicos para cancelar su costo.

“La invitación es que aquellas personas que tienen la oportunidad de apadrinar a niños lo hagan, porque así estaríamos contribuido a la inclusión social”, manifestó la actriz, exseñorita Cesar y creadora de la Fundación, María Laura Quintero Dangond.

Una de las docentes de Casa Barco, Liliana Cruz, expresó la importancia del arte en la formación de los pequeños, “porque el arte es importante porque ayuda a desarrollar en el niño talentos y habilidades que le sirven para tener un mejor desempeño, no sólo académico sino también en sus relaciones interpersonales y sociales”.

¿Cómo nace la idea?
María Laura Quintero contó EL PILÓN que la Fundación Casa Barco, surgió cuando percibe la necesidad de formar en arte a los niños desde edades muy tempranas y cuando analiza la necesidad de culturizar a la sociedad vallenata, en especial a los menores que al pasar por los procesos que Casa Barco ofrece obtienen más herramientas sociales y una visión más amplia del mundo.

El 12 de diciembre será el cierre del primer ciclo de Casa Barco. Allí se expondrán las creaciones artísticas que aprendieron los niños.

Hablan los niños

Arnold Ortega: “Me gusta venir aquí porque es bacano. Nos enseñan a cantar, bailar y pintar”.

Juan Fernández: “Es una forma divertida de aprender a pintar. Se nos va el tiempo volando”.

Sharol Celsa: “Me encanta estar aquí porque nos enseñan cosas interesantes como el teatro”.

Indira Gutiérrez: “Es muy bueno este taller porque uno aprende a pintar y hace nuevos amigos”.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN