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Informes Especiales - 20 junio, 2016

¿Por qué las Farc quieren zona de concentración en el Cesar?

EL PILÓN consultó con expertos en el tema de conflicto armado por qué a las Farc les interesa el Cesar y qué pasaría si se firma la paz y se instala una zona en este territorio.

En el mes de febrero la guerrilla de las Farc hizo presencia en el corregimiento de Conejo, Fonseca, municipio guajiro que sería zona de concentración. EL PILÓN/Archivo.
En el mes de febrero la guerrilla de las Farc hizo presencia en el corregimiento de Conejo, Fonseca, municipio guajiro que sería zona de concentración. EL PILÓN/Archivo.

Un informe de la Fundación Paz y Reconciliación asegura que el municipio de Becerril sería una de las posibles zonas de concentración de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, una vez se firme el fin del conflicto entre el Gobierno Nacional y este grupo guerrillero. También estarían los municipios de Fonseca, en
La Guajira, y San Pablo, sur de Bolívar.

Este es hasta ahora el único estudio que muestra que el municipio minero, ubicado en el centro del Cesar y en las estribaciones de la Serranía del Perijá, es de interés para el grupo guerrillero con miras a instalar allí una zona de concentración de sus hombres una vez se desmovilicen, aunque algunos expertos en el tema de conflicto armado consideran que todavía no se ha dicho la última palabra, incluso piensan que esa no sería la población objeto, sino posiblemente un área en inmediaciones del municipio de Curumaní.

Lo que sí es cierto es que la guerrilla de las Farc quiere concentrarse en el Cesar y posiblemente compartir territorio de ubicación con La Guajira, de ahí su interés en ubicarse en la Serranía del Perijá, pues aunque no han definido municipio, se conoce que sí quieren estar en esa zona, así como en la Sierra Nevada de Santa Marta en inmediaciones de Zona Bananera y Orihueca.

Para algunos el interés de las Farc de asentarse en territorio cesarense y en especial en Becerril obedece a que alias ‘Simón Trinidad’ (el vallenato Ricardo Palmera), guerrillero que se encuentra preso en Estados Unidos, utilizó esa zona como su fortín cuando decidió alzarse en armas.

La convicción del grupo en asentarse en ciertos territorios en el Cesar y La Guajira obedecería también a que quieren volver al origen, donde se generó el conflicto y estar en las zonas en las que hubo los primeros afianzamientos de guerrilleros urbanos, explicó una fuente
consultada.

Según dijo, en estos territorios (Fonseca y Becerril) fue donde nacieron, porque había despojo y el despojo es algo de lo que las Farc han pactado con el gobierno como parte de la desmovilización.

Pero no solo esto, también considera la fuente experta que esa zona por su característica boscosa, tiene un componente de seguridad para su protección personal; además que un grupo como éste no buscaría zonas donde hicieron presencia los paramilitares.

Adicional a esto, al concretarse la restitución de tierras, estas zonas le ofrecerían a los guerrilleros protección de su vida y producción agrícola para subsistir.

Imelda Daza Cotes, militante de la Unión Patriótica, quien hace pedagogía por la paz, asegura que no hay zona definida para la concentración de las Farc, pero si, asegura, habrá zona en la Serranía del Perijá en jurisdicción de La Guajira y Cesar, así como en Norte de Santander.

“Va a haber zona de  concentración en Perijá que es La Guajira, el Cesar y Norte de Santander, puede ser quizás la  frontera La Guajira-Cesar, por lo que recuerdo en el mapa que mostraron, es el Perijá y Sierra Nevada lo que se llama Zona Bananera, Orihueca, Sevilla, Guacamayal. Creo que el interés obedece a que el primer acuerdo es el de desarrollo rural integral que tiene que ver con zonas de reservas campesinas, para ellos será más fácil hacer la veeduría de este acuerdo, permanecer en zonas de reserva campesinas, me imagino yo, que para impulsar desde ahí”, explicó Daza Cotes.

La militante de la UP cree que el terreno que buscarán las Farc en el Perijá es el de Curumaní y no considera la posibilidad que Becerril sea el territorio de concentración por haber sido allí donde Simón Trinidad hizo su lanzamiento como guerrillero.

“No tiene nada que ver los recuerdos o la memoria de Ricardo Palmera (Simón Trinidad) con esa decisión,  tiene mucho más que ver con la zona de reserva campesina, porque ahí se va a promover, creo que eso es lo que motiva que esa zona sea de concentración y  va a ser altamente beneficiada con muchos inversiones”, recalcó.

Entre los beneficios que traería ser zona de concentración según Daza Cotes están los programas de desarrollo agropecuario, de convivencia ciudadana, sitios de tolerancia, entre otros.

Para el filósofo Simón Martínez, el hecho que el Cesar esté contemplada como zona de concentración puede obedecer a lo exitoso de otros procesos, como el presentado con los paramilitares.

“Aquí hubo desmovilización de un bloque de autodefensas, pero también hubo concentración de bloques iniciales de M-19, del EPL, esas experiencias posiblemente hacen del departamento un territorio llamativo para este proceso, además por la posición geográfica, ubicada estratégicamente en el nororiente y con 202 kilómetros de línea fronteriza con Venezuela, de pronto porque ellos tengan alguna gente del otro lado, signifique una forma de traerlos también al departamento”, afirmó Martínez.

Que las Farc quieran el Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta puede obedecer a que es el territorio donde han tenido mayor presencia, por ser el sitio por el que ingresaron a esta zona del país para ocupar las zonas que dejaron el M-19 y el EPL, exactamente las mismas donde siempre han tenido una presencia significativa.

Martínez considera también que esa ha sido una zona activa y participante para ellos, “de pronto tienen sus conexiones con la misma comunidad y no son extraños a ésta y por ello, no tendrían que hacer un proceso de adaptación”.

El congresista Cristian Moreno Villamizar, quien es uno de los líderes políticos que lidera un comité en apoyo de la paz, explicó que hasta ahora lo que se ha dicho en cuanto a zonas de ubicación son unos estudios que ha realizado la Fundación de Paz y Reconciliación. Dijo que esa es una propuesta más no una decisión final por parte del Gobierno Nacional.

“Lo que creo es que muy seguramente van a buscar zonas de concentración en la Serranía del Perijá porque ha sido un lugar donde ellos han tenido su movilidad y han hecho de alguna manera uno de esos puntos de ubicación, creo que las zonas de concentración deben tener y van a tener una verificación por parte de la ONU muy rigurosa, no pueden ser zonas de vandalismo, de narcotráfico y no pueden ser zonas que estén bajo la ilegalidad  y ese tiene que ser un mensaje que se le envíe de manera clara y directa  a las Farc, porque insisto no puede ocurrir lo que ocurrió con Ralito, lo que ocurrió con el Caguán”, afirmó.

Dirigencia política está de espaldas al proceso

Antonio Calvo, exasesor de Paz Departamental, asegura que inicialmente lo que se planteó es que en el Cesar no quedaría ninguna zona de ubicación, debido a razones simples como que el frente 41 de las Farc no tiene mayor presencia en la Serranía del Perijá y no representa una fuerza militarmente respetable que amerite un territorio de ubicación por sí misma.

“Podría estarse pensando más bien que los efectivos  del frente 41, 59 y 19 de las Farc podrían concentrarse en La Guajira o eventualmente en la Sierra Nevada que también se veía remota la posibilidad, pero en el caso del Cesar estaba casi que descartada la posibilidad”, explicó Calvo.

Considera que al presentarse ese interés de esa guerrilla en el departamento del Cesar es un poco para tratar de afirmar su presencia política en la mayor cantidad de territorio en el país y para dar la impresión de tener suficiente influencia en este territorio, lo cual no es realmente cierto.

Para Calvo en caso de que se concrete esa posibilidad, se esperaría una actitud diferente de la dirigencia política, que en realidad ha estado de espaldas al proceso de paz. Afirma que el gobernador saliente como el actual han sido parcos al pronunciarse alrededor del tema de la negociación con la insurgencia, “eso hace que otros tomen decisiones por nosotros, ninguno de los alcaldes ha tomado postura y  por supuesto la dirigencia del Cesar ha guardado un mutismo asombrosamente despectivo con el proceso de paz y esa indiferencia hace que este tipo de cosas se estén presentando en el departamento, vale decir, que otras instancias, otras legitimidades, otras voluntades terminen imponiéndose en el territorio sin respeto de lo que las comunidades, las entidades territoriales estén pensando como noción de futuro para este departamento”.

Para Calvo el ingreso de Simón Trinidad no fue por Becerril ni por el corregimiento de Estados Unidos, sino con el frente 19 de las Farc en la Sierra Nevada de Santa Marta, porque cuando lo hizo no existía el frente 41 ni el 59, por lo que considera que es errado pensar que la idea de un punto de ubicación en ese municipio sea por recordar al guerrillero preso.

Lo que sí considera es que el corregimiento de Estados Unidos sí es estratégico por la cercanía con la frontera venezolana y la zona minera, donde hubo una fuerte organización social que aún conserva unos retazos, debido a que existió mucha actividad política de la Unión Patriótica, “todavía quedan muchos de los viejos activistas de la UP en la zona, me imagino el valor político que la zona tenía para el frente 41 y las Farc en su conjunto, pero no exactamente que porque allí haya ingresado el jefe guerrillero nativo del departamento del Cesar”.

“Gobierno departamental está preparado”

El asesor de Paz del Departamento, Carlos Javier Toro, explicó que hoy no tienen una directriz para la instalación de una zona de concertación con la Farc, pero en el evento que llegara una línea de ese tipo, el gobierno de Francisco Ovalle Angarita le apunta al desarrollo y la paz (así concibió el plan de desarrollo) y la construcción implica todas las acciones necesarias.

Mencionó el funcionario que en caso de esa directriz harían el alistamiento respectivo, vincularían a los diversos municipios a fin de que conozcan lo que se va a realizar.

Toro explicó además que el hecho de ser un departamento con tanto número de víctimas, estar entre el cuarto y quinto lugar a nivel nacional con el segundo puesto en solitud de tierras, tercer lugar con personas en proceso de reintegración, convierte al Cesar en un departamento que necesariamente tiene que apuntarle al posconflicto.

Las zonas

La Fundación Paz y Reconciliación hizo un estudio y propone 32 zonas de concentración, las cuales son un modelo diseñados en anteriores procesos de paz en el país.

Para la Fundación ha sido la posición y las ha identificado, cosa que a la fecha no ha hecho el gobierno. En el caso del Cesar, en época de campaña política, el senador Álvaro Uribe Vélez mencionó que la Serranía del Perijá en Norte de Santander toma el nombre de la Serranía de los Motilones.

Estas zonas serán transitorias para la ubicación de los guerrilleros y no durarían más de ocho meses, además tendrán monitoreo de organismos internacionales a fin de que no ocurra lo del Caguán.

El estudio de la Paz y Reconciliación muestra que las 32 zonas estarían en territorios donde han hecho presencia y que están rodeadas de economías ilegales, cultivos ilícitos, minería, entre otros.

En los departamentos que comparten la Serranía del Perijá las zonas estarían ubicadas en los municipios de Fonseca, Becerril y Tibú en Norte de Santander, según este estudio.

Según el estudio de Paz y Reconciliación serían 32 las zonas de concentración de las Farc en el país, entre ellas, una en el Cesar.

Por Sandra Santiago/ EL PILÓN

 

Informes Especiales
20 junio, 2016

¿Por qué las Farc quieren zona de concentración en el Cesar?

EL PILÓN consultó con expertos en el tema de conflicto armado por qué a las Farc les interesa el Cesar y qué pasaría si se firma la paz y se instala una zona en este territorio.


En el mes de febrero la guerrilla de las Farc hizo presencia en el corregimiento de Conejo, Fonseca, municipio guajiro que sería zona de concentración. EL PILÓN/Archivo.
En el mes de febrero la guerrilla de las Farc hizo presencia en el corregimiento de Conejo, Fonseca, municipio guajiro que sería zona de concentración. EL PILÓN/Archivo.

Un informe de la Fundación Paz y Reconciliación asegura que el municipio de Becerril sería una de las posibles zonas de concentración de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, una vez se firme el fin del conflicto entre el Gobierno Nacional y este grupo guerrillero. También estarían los municipios de Fonseca, en
La Guajira, y San Pablo, sur de Bolívar.

Este es hasta ahora el único estudio que muestra que el municipio minero, ubicado en el centro del Cesar y en las estribaciones de la Serranía del Perijá, es de interés para el grupo guerrillero con miras a instalar allí una zona de concentración de sus hombres una vez se desmovilicen, aunque algunos expertos en el tema de conflicto armado consideran que todavía no se ha dicho la última palabra, incluso piensan que esa no sería la población objeto, sino posiblemente un área en inmediaciones del municipio de Curumaní.

Lo que sí es cierto es que la guerrilla de las Farc quiere concentrarse en el Cesar y posiblemente compartir territorio de ubicación con La Guajira, de ahí su interés en ubicarse en la Serranía del Perijá, pues aunque no han definido municipio, se conoce que sí quieren estar en esa zona, así como en la Sierra Nevada de Santa Marta en inmediaciones de Zona Bananera y Orihueca.

Para algunos el interés de las Farc de asentarse en territorio cesarense y en especial en Becerril obedece a que alias ‘Simón Trinidad’ (el vallenato Ricardo Palmera), guerrillero que se encuentra preso en Estados Unidos, utilizó esa zona como su fortín cuando decidió alzarse en armas.

La convicción del grupo en asentarse en ciertos territorios en el Cesar y La Guajira obedecería también a que quieren volver al origen, donde se generó el conflicto y estar en las zonas en las que hubo los primeros afianzamientos de guerrilleros urbanos, explicó una fuente
consultada.

Según dijo, en estos territorios (Fonseca y Becerril) fue donde nacieron, porque había despojo y el despojo es algo de lo que las Farc han pactado con el gobierno como parte de la desmovilización.

Pero no solo esto, también considera la fuente experta que esa zona por su característica boscosa, tiene un componente de seguridad para su protección personal; además que un grupo como éste no buscaría zonas donde hicieron presencia los paramilitares.

Adicional a esto, al concretarse la restitución de tierras, estas zonas le ofrecerían a los guerrilleros protección de su vida y producción agrícola para subsistir.

Imelda Daza Cotes, militante de la Unión Patriótica, quien hace pedagogía por la paz, asegura que no hay zona definida para la concentración de las Farc, pero si, asegura, habrá zona en la Serranía del Perijá en jurisdicción de La Guajira y Cesar, así como en Norte de Santander.

“Va a haber zona de  concentración en Perijá que es La Guajira, el Cesar y Norte de Santander, puede ser quizás la  frontera La Guajira-Cesar, por lo que recuerdo en el mapa que mostraron, es el Perijá y Sierra Nevada lo que se llama Zona Bananera, Orihueca, Sevilla, Guacamayal. Creo que el interés obedece a que el primer acuerdo es el de desarrollo rural integral que tiene que ver con zonas de reservas campesinas, para ellos será más fácil hacer la veeduría de este acuerdo, permanecer en zonas de reserva campesinas, me imagino yo, que para impulsar desde ahí”, explicó Daza Cotes.

La militante de la UP cree que el terreno que buscarán las Farc en el Perijá es el de Curumaní y no considera la posibilidad que Becerril sea el territorio de concentración por haber sido allí donde Simón Trinidad hizo su lanzamiento como guerrillero.

“No tiene nada que ver los recuerdos o la memoria de Ricardo Palmera (Simón Trinidad) con esa decisión,  tiene mucho más que ver con la zona de reserva campesina, porque ahí se va a promover, creo que eso es lo que motiva que esa zona sea de concentración y  va a ser altamente beneficiada con muchos inversiones”, recalcó.

Entre los beneficios que traería ser zona de concentración según Daza Cotes están los programas de desarrollo agropecuario, de convivencia ciudadana, sitios de tolerancia, entre otros.

Para el filósofo Simón Martínez, el hecho que el Cesar esté contemplada como zona de concentración puede obedecer a lo exitoso de otros procesos, como el presentado con los paramilitares.

“Aquí hubo desmovilización de un bloque de autodefensas, pero también hubo concentración de bloques iniciales de M-19, del EPL, esas experiencias posiblemente hacen del departamento un territorio llamativo para este proceso, además por la posición geográfica, ubicada estratégicamente en el nororiente y con 202 kilómetros de línea fronteriza con Venezuela, de pronto porque ellos tengan alguna gente del otro lado, signifique una forma de traerlos también al departamento”, afirmó Martínez.

Que las Farc quieran el Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta puede obedecer a que es el territorio donde han tenido mayor presencia, por ser el sitio por el que ingresaron a esta zona del país para ocupar las zonas que dejaron el M-19 y el EPL, exactamente las mismas donde siempre han tenido una presencia significativa.

Martínez considera también que esa ha sido una zona activa y participante para ellos, “de pronto tienen sus conexiones con la misma comunidad y no son extraños a ésta y por ello, no tendrían que hacer un proceso de adaptación”.

El congresista Cristian Moreno Villamizar, quien es uno de los líderes políticos que lidera un comité en apoyo de la paz, explicó que hasta ahora lo que se ha dicho en cuanto a zonas de ubicación son unos estudios que ha realizado la Fundación de Paz y Reconciliación. Dijo que esa es una propuesta más no una decisión final por parte del Gobierno Nacional.

“Lo que creo es que muy seguramente van a buscar zonas de concentración en la Serranía del Perijá porque ha sido un lugar donde ellos han tenido su movilidad y han hecho de alguna manera uno de esos puntos de ubicación, creo que las zonas de concentración deben tener y van a tener una verificación por parte de la ONU muy rigurosa, no pueden ser zonas de vandalismo, de narcotráfico y no pueden ser zonas que estén bajo la ilegalidad  y ese tiene que ser un mensaje que se le envíe de manera clara y directa  a las Farc, porque insisto no puede ocurrir lo que ocurrió con Ralito, lo que ocurrió con el Caguán”, afirmó.

Dirigencia política está de espaldas al proceso

Antonio Calvo, exasesor de Paz Departamental, asegura que inicialmente lo que se planteó es que en el Cesar no quedaría ninguna zona de ubicación, debido a razones simples como que el frente 41 de las Farc no tiene mayor presencia en la Serranía del Perijá y no representa una fuerza militarmente respetable que amerite un territorio de ubicación por sí misma.

“Podría estarse pensando más bien que los efectivos  del frente 41, 59 y 19 de las Farc podrían concentrarse en La Guajira o eventualmente en la Sierra Nevada que también se veía remota la posibilidad, pero en el caso del Cesar estaba casi que descartada la posibilidad”, explicó Calvo.

Considera que al presentarse ese interés de esa guerrilla en el departamento del Cesar es un poco para tratar de afirmar su presencia política en la mayor cantidad de territorio en el país y para dar la impresión de tener suficiente influencia en este territorio, lo cual no es realmente cierto.

Para Calvo en caso de que se concrete esa posibilidad, se esperaría una actitud diferente de la dirigencia política, que en realidad ha estado de espaldas al proceso de paz. Afirma que el gobernador saliente como el actual han sido parcos al pronunciarse alrededor del tema de la negociación con la insurgencia, “eso hace que otros tomen decisiones por nosotros, ninguno de los alcaldes ha tomado postura y  por supuesto la dirigencia del Cesar ha guardado un mutismo asombrosamente despectivo con el proceso de paz y esa indiferencia hace que este tipo de cosas se estén presentando en el departamento, vale decir, que otras instancias, otras legitimidades, otras voluntades terminen imponiéndose en el territorio sin respeto de lo que las comunidades, las entidades territoriales estén pensando como noción de futuro para este departamento”.

Para Calvo el ingreso de Simón Trinidad no fue por Becerril ni por el corregimiento de Estados Unidos, sino con el frente 19 de las Farc en la Sierra Nevada de Santa Marta, porque cuando lo hizo no existía el frente 41 ni el 59, por lo que considera que es errado pensar que la idea de un punto de ubicación en ese municipio sea por recordar al guerrillero preso.

Lo que sí considera es que el corregimiento de Estados Unidos sí es estratégico por la cercanía con la frontera venezolana y la zona minera, donde hubo una fuerte organización social que aún conserva unos retazos, debido a que existió mucha actividad política de la Unión Patriótica, “todavía quedan muchos de los viejos activistas de la UP en la zona, me imagino el valor político que la zona tenía para el frente 41 y las Farc en su conjunto, pero no exactamente que porque allí haya ingresado el jefe guerrillero nativo del departamento del Cesar”.

“Gobierno departamental está preparado”

El asesor de Paz del Departamento, Carlos Javier Toro, explicó que hoy no tienen una directriz para la instalación de una zona de concertación con la Farc, pero en el evento que llegara una línea de ese tipo, el gobierno de Francisco Ovalle Angarita le apunta al desarrollo y la paz (así concibió el plan de desarrollo) y la construcción implica todas las acciones necesarias.

Mencionó el funcionario que en caso de esa directriz harían el alistamiento respectivo, vincularían a los diversos municipios a fin de que conozcan lo que se va a realizar.

Toro explicó además que el hecho de ser un departamento con tanto número de víctimas, estar entre el cuarto y quinto lugar a nivel nacional con el segundo puesto en solitud de tierras, tercer lugar con personas en proceso de reintegración, convierte al Cesar en un departamento que necesariamente tiene que apuntarle al posconflicto.

Las zonas

La Fundación Paz y Reconciliación hizo un estudio y propone 32 zonas de concentración, las cuales son un modelo diseñados en anteriores procesos de paz en el país.

Para la Fundación ha sido la posición y las ha identificado, cosa que a la fecha no ha hecho el gobierno. En el caso del Cesar, en época de campaña política, el senador Álvaro Uribe Vélez mencionó que la Serranía del Perijá en Norte de Santander toma el nombre de la Serranía de los Motilones.

Estas zonas serán transitorias para la ubicación de los guerrilleros y no durarían más de ocho meses, además tendrán monitoreo de organismos internacionales a fin de que no ocurra lo del Caguán.

El estudio de la Paz y Reconciliación muestra que las 32 zonas estarían en territorios donde han hecho presencia y que están rodeadas de economías ilegales, cultivos ilícitos, minería, entre otros.

En los departamentos que comparten la Serranía del Perijá las zonas estarían ubicadas en los municipios de Fonseca, Becerril y Tibú en Norte de Santander, según este estudio.

Según el estudio de Paz y Reconciliación serían 32 las zonas de concentración de las Farc en el país, entre ellas, una en el Cesar.

Por Sandra Santiago/ EL PILÓN