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Informes Especiales - 11 noviembre, 2016

“Las barras bravas acabaron con mis hijos”

Esta es la expresión del padre de los hermanos Víctor Andrés y Brayan Javier Orcine Castro, fervientes hinchas del Valledupar Fútbol Club que murieron en situaciones diferentes pero relacionadas con hechos comunes entre los barristas.

Víctor Orcine Villar no encuentra las palabras para expresar la tristeza y el vacío que le invaden el corazón por la partida de sus dos hijos de 15 y 17 años, respectivamente, quienes integraban las barras bravas del Valledupar FC y algunas prácticas inadecuadas en esa pasión les costó la vida.

El hombre quien se gana la vida como maestro de construcción, lamenta no haber obrado bien en sus hijos quienes en menos de seis meses fallecieron en diferentes circunstancias, pero con la particularidad de que a ambos la muerte los tocó en el mismo barrio cuando compartían con los miembros de las barras bravas del equipo de fútbol de Valledupar.

A Víctor Andrés Orcine Castro, de 17 años, el pasado 23 de junio dos pistoleros que se movilizaban en motocicleta lo asesinaron en la cancha del barrio Villa Miriam, en el suroccidente de Valledupar.

Brayan Javier Orcine Castro, de 15 años, murió la noche del anterior miércoles luego de ser arrollado por un tractocamión en la avenida ‘Los Militares’.
“No tengo palabras para describir esta situación, es la hora y no lo puedo creer. Yo habló con esos jóvenes y les digo, que ganan con estar en esas barras, a mis hijos cuando regresaban de viaje todos sucios, les reclamaba del porqué estaban en esos grupos donde no les pagan”, dijo Víctor.

Con voz entrecortada, este padre relata el infortunio en el que falleció el menor de sus tres hijos con Nerilda Castro. “Dicen que él se le atravesó a la mula, cuando iba regresar para el andén, resbaló y cayó de espalda, entonces pasó la mula y lo pisó. Venía del río sobre un camión de cerveza, llegó hasta el semáforo del colegio José Eugenio Martínez, donde todos los de la barra se bajan, dicen que estaban tomándose foto y Brayan al parecer se le atravesó a la mula, eso lo dicen sus amigos, cuando él intentó regresarse, resbala y cae debajo de la mula. El chofer al parecer no escuchaba el llamado de la gente para que diera reversa y sacar a mi hijo que estaba debajo. Sus amigos comenzaron a tirarle piedra al panorámico de camión y fue ahí que el conductor retrocedió”.

Brayan fue trasladado al hospital Rosario Pumarejo de López donde los especialistas no pudieron salvarle la vida porque el pesado vehículo le causó heridas de consideración al pasarle por encima.

Brayan, desde hace un año comenzó a seguir los pasos de su hermano Víctor y ambos viajaban a otras ciudades del país, enfrentando peligrosas travesías en camiones para apoyar a su querido equipo verdiblanco.
“Él viajaba junto con su hermano Víctor Andrés, pero desde que su hermano murió yo le dije, que quien lo apoyaba ya había muerto y desde entonces no volvió a viajar más. Víctor no permitía que Brayan viajara en las mulas, a veces se peleaban por esa situación, pero Víctor lo hacía para protegerlo. Brayan trabajaba conmigo como auxiliar de construcción, de un momento a otro que le pagué el primer sueldo de una semana, se hizo un tatuaje del escudo del Valledupar en la pierna, yo le reproché el hecho, pero él se fue metiendo en ese cuento de las barras y nunca me prestó atención” manifestó el papá de la víctima.

Víctor reconoce que su hijo era consumidor de sustancias alucinógenas y que comenzó hacerlo desde que perteneció a las barras bravas, pero él siempre le aconsejó que terminará sus estudios para que fuera un profesional.

Las acciones de las autoridades

Paradójicamente la tarde del miércoles, día en el que falleció Brayan Orcine, en el Concejo Municipal de Valledupar se debatió el plan de acción para mejorar el comportamiento de las barras bravas en la capital del Cesar, al que cada vez se unen más adolescentes y menores de edad.

Al debate fueron citados la directora de la secretaria deportes del Cesar, Yenys Alcocer; el gerente del Valledupar Fútbol Club, Hernando Flórez; representantes de las barras del Valledupar Futbol Club; el comandante de la Policía de Infancia y Adolescencia de la ciudad; el director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; Defensor del Pueblo; personero municipal y líderes comunitarios.

Como una de las conclusiones del debate, para este viernes 11 de noviembre, a las 3:00 de la tarde, se realizará una reunión técnica entre representantes de las barras bravas, Indupal, Gestión Social, Planeación, directivas del Valledupar Futbol Club, Icbf y la coordinadora departamental de deportes.
“Entre todos haremos un plan de acción para estos jóvenes”, dijo María Margarita Ustáriz, jefa de la oficina de Gestión Social de la Alcaldía.

Por otra parte, el director del Instituto Municipal de Recreación y Deportes, Elmer Jiménez, manifestó que el trabajo de la mano entre todas las instituciones es la solución al comportamiento inadecuado de las barras bravas.
“Lo que hemos podido adelantar en el trascurso de estos 10 meses de manera preventiva y en algunos casos correctivos de las barras bravas, específicamente las del Valledupar Fútbol Club que son las que generan hoy el debate, mirar con que entidades podemos estrechar lazos para poder establecer a mediano y largo plazo un plan que permita la resocialización de muchos de ellos e incursarlos en el ejercicio del barrismo de la manera correcta y no de la forma que se viene presentando. Estamos en un momento oportuno y propicio para intervenir dado el tamaño, la mejor manera de controlar es haciendo un trabajo coordinadamente con todas las entidades e instituciones, tanto públicas y privadas”, indicó el funcionario.

Entre tanto, Hernando Flórez, gerente del Valledupar Futbol Club, argumentó que “es determinante que se haya tomado en cuenta el barrismo en Colombia, porque todos los entes que convergen en el fútbol debemos estar unidos para seguir enfrentando este fenómeno, nunca es tarde, lo que se ha hecho en el Concejo es muy importante porque a raíz de esto van a salir soluciones a esta problemática”.

Por otro lado, líderes e integrantes de las diferentes barras de equipo de fútbol en Valledupar, estuvieron de acuerdo en decir que es urgente tomar medidas para evitar hechos lamentables como los que le tocó vivir a la familia Orcine Castro y otras más en la capital del Cesar.
“Queremos erradicar desde el principio esta problemática que tenemos y buscarle una solución a esto que estamos viviendo hoy en día con las barras bravas. Queremos acabar eso malo que están aprendiendo como barristas, el barrismo es mentalizarme que es apoyar a mi equipo, lucir la camisa y hacernos bien en la sociedad y en la ciudad donde estamos radicados”, manifestó Luis Carlos Orozco, integrante de las barras vallenatas.

“Es algo que se está saliendo de las manos, la barra está creciendo y se está volviendo una bomba de tiempo y a muchas personas ya les da miedo salir a los parques, como barras local somos las más grandes que hay aquí, mal contados somos algunos 280 integrantes entre mayores y menores de edad; como líderes queremos una ayuda, es muy fácil que nos carneticen pero se les ha hecho difícil, cuando lo hagan tendremos más control porque tenemos sanciones dentro de la barra, el que falte a algún código que haya lo sancionamos del estadio y no podrá entrar”, dijo Jhonny Camacho, de la barra Bloque La Victoria.

Responsabilidad de los padres de familia
El comandante de la Policía de Tránsito y Transporte en el Cesar, mayor Diego Mora, explicó que la institución está tomando medidas contra estos jóvenes que viajan como polizones en los tractocamiones, pero recalcó que la responsabilidad de los jóvenes que practican esta modalidad de transporte, recae sobre los padres de familia.
En el caso de Brayan Orcine, el oficial manifestó: “Hay una clara responsabilidad en el tema de los padres de familia. Antes de preguntarle a las autoridades, se debe consultar, qué están haciendo los padres de familias con sus hijos, lógicamente el tema judicial es lo que nos atañe a nosotros como Policía de Tránsito y será la Fiscalía la que determinará que tuvo que ver el vehículo, la imprudencia del conductor que está puesto a disposición de la Fiscalía”.

La pasión por apoyar a su equipo favorito motiva a que algunos integrantes de barras asuman el riesgo de viajar como polizones, preferiblemente, en vehículos de carga pesada; en algunos casos el desenlace es fatal.

Las barras bravas se convierten para quienes asisten a las mismas en más que una familia, un espacio donde confluyen ideales en busca de un mismo fin y donde al individuo le permiten una liberación de sus tensiones, todo en búsqueda de mantener el símbolo de unión y victoria en que se convierte el equipo amado. En Colombia estas agrupaciones las integran jóvenes entre los 13 y los 26 años, mientras que en otros países las conforman personas de 50 y más años, ya que allí es una tradición más arraigada y el fanatismo es mayor.

El mayor Diego Mora, dijo que se adelantan controles a estos menores que viajan en tractocamiones e insistió en que los padres deben estar atentos al comportamiento de sus hijos.
“Cada vez que encontramos personas en vehículos que van en forma irregular, lo que hacemos es bajarlos de este medio, cuando hay participación de algunos conductores se les aplica la infracción de tránsito, porque a veces hay alguna anuencia de algunos conductores, en especial de los de carga pesada. No hay una infracción de tránsito contra las personas que incurran en eso, sino que va contra el vehículo que transporta estas personas de forma ilegal. Se está haciendo control en cada uno de los sitios donde tenemos Policía de Tránsito para evitar que estas personas corran riesgos y el tema de seguridad vial sea ahumado. En cuanto al tema de los menores y de las personas que pertenecen a estos grupos, hay un trabajo articulado con la administración municipal y allí no solamente debe intervenir la Policía Nacional, sino también el Icbf, Secretaría de Gobierno, que tienen unos trabajos articulados para trabajar por los diferentes problemas que aquejan en el municipio”, dijo el mayor Diego Mora.

Así las cosas, mientras avanzan las propuestas de las autoridades para controlar el fenómeno de las barras bravas, en Valledupar la familia de Víctor y Brayan esperan que hayan acciones concretas para a que otros no les toque vivir su drama.

Por Mohamed Osman Díaz
[email protected]

Informes Especiales
11 noviembre, 2016

“Las barras bravas acabaron con mis hijos”

Esta es la expresión del padre de los hermanos Víctor Andrés y Brayan Javier Orcine Castro, fervientes hinchas del Valledupar Fútbol Club que murieron en situaciones diferentes pero relacionadas con hechos comunes entre los barristas.


Víctor Orcine Villar no encuentra las palabras para expresar la tristeza y el vacío que le invaden el corazón por la partida de sus dos hijos de 15 y 17 años, respectivamente, quienes integraban las barras bravas del Valledupar FC y algunas prácticas inadecuadas en esa pasión les costó la vida.

El hombre quien se gana la vida como maestro de construcción, lamenta no haber obrado bien en sus hijos quienes en menos de seis meses fallecieron en diferentes circunstancias, pero con la particularidad de que a ambos la muerte los tocó en el mismo barrio cuando compartían con los miembros de las barras bravas del equipo de fútbol de Valledupar.

A Víctor Andrés Orcine Castro, de 17 años, el pasado 23 de junio dos pistoleros que se movilizaban en motocicleta lo asesinaron en la cancha del barrio Villa Miriam, en el suroccidente de Valledupar.

Brayan Javier Orcine Castro, de 15 años, murió la noche del anterior miércoles luego de ser arrollado por un tractocamión en la avenida ‘Los Militares’.
“No tengo palabras para describir esta situación, es la hora y no lo puedo creer. Yo habló con esos jóvenes y les digo, que ganan con estar en esas barras, a mis hijos cuando regresaban de viaje todos sucios, les reclamaba del porqué estaban en esos grupos donde no les pagan”, dijo Víctor.

Con voz entrecortada, este padre relata el infortunio en el que falleció el menor de sus tres hijos con Nerilda Castro. “Dicen que él se le atravesó a la mula, cuando iba regresar para el andén, resbaló y cayó de espalda, entonces pasó la mula y lo pisó. Venía del río sobre un camión de cerveza, llegó hasta el semáforo del colegio José Eugenio Martínez, donde todos los de la barra se bajan, dicen que estaban tomándose foto y Brayan al parecer se le atravesó a la mula, eso lo dicen sus amigos, cuando él intentó regresarse, resbala y cae debajo de la mula. El chofer al parecer no escuchaba el llamado de la gente para que diera reversa y sacar a mi hijo que estaba debajo. Sus amigos comenzaron a tirarle piedra al panorámico de camión y fue ahí que el conductor retrocedió”.

Brayan fue trasladado al hospital Rosario Pumarejo de López donde los especialistas no pudieron salvarle la vida porque el pesado vehículo le causó heridas de consideración al pasarle por encima.

Brayan, desde hace un año comenzó a seguir los pasos de su hermano Víctor y ambos viajaban a otras ciudades del país, enfrentando peligrosas travesías en camiones para apoyar a su querido equipo verdiblanco.
“Él viajaba junto con su hermano Víctor Andrés, pero desde que su hermano murió yo le dije, que quien lo apoyaba ya había muerto y desde entonces no volvió a viajar más. Víctor no permitía que Brayan viajara en las mulas, a veces se peleaban por esa situación, pero Víctor lo hacía para protegerlo. Brayan trabajaba conmigo como auxiliar de construcción, de un momento a otro que le pagué el primer sueldo de una semana, se hizo un tatuaje del escudo del Valledupar en la pierna, yo le reproché el hecho, pero él se fue metiendo en ese cuento de las barras y nunca me prestó atención” manifestó el papá de la víctima.

Víctor reconoce que su hijo era consumidor de sustancias alucinógenas y que comenzó hacerlo desde que perteneció a las barras bravas, pero él siempre le aconsejó que terminará sus estudios para que fuera un profesional.

Las acciones de las autoridades

Paradójicamente la tarde del miércoles, día en el que falleció Brayan Orcine, en el Concejo Municipal de Valledupar se debatió el plan de acción para mejorar el comportamiento de las barras bravas en la capital del Cesar, al que cada vez se unen más adolescentes y menores de edad.

Al debate fueron citados la directora de la secretaria deportes del Cesar, Yenys Alcocer; el gerente del Valledupar Fútbol Club, Hernando Flórez; representantes de las barras del Valledupar Futbol Club; el comandante de la Policía de Infancia y Adolescencia de la ciudad; el director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; Defensor del Pueblo; personero municipal y líderes comunitarios.

Como una de las conclusiones del debate, para este viernes 11 de noviembre, a las 3:00 de la tarde, se realizará una reunión técnica entre representantes de las barras bravas, Indupal, Gestión Social, Planeación, directivas del Valledupar Futbol Club, Icbf y la coordinadora departamental de deportes.
“Entre todos haremos un plan de acción para estos jóvenes”, dijo María Margarita Ustáriz, jefa de la oficina de Gestión Social de la Alcaldía.

Por otra parte, el director del Instituto Municipal de Recreación y Deportes, Elmer Jiménez, manifestó que el trabajo de la mano entre todas las instituciones es la solución al comportamiento inadecuado de las barras bravas.
“Lo que hemos podido adelantar en el trascurso de estos 10 meses de manera preventiva y en algunos casos correctivos de las barras bravas, específicamente las del Valledupar Fútbol Club que son las que generan hoy el debate, mirar con que entidades podemos estrechar lazos para poder establecer a mediano y largo plazo un plan que permita la resocialización de muchos de ellos e incursarlos en el ejercicio del barrismo de la manera correcta y no de la forma que se viene presentando. Estamos en un momento oportuno y propicio para intervenir dado el tamaño, la mejor manera de controlar es haciendo un trabajo coordinadamente con todas las entidades e instituciones, tanto públicas y privadas”, indicó el funcionario.

Entre tanto, Hernando Flórez, gerente del Valledupar Futbol Club, argumentó que “es determinante que se haya tomado en cuenta el barrismo en Colombia, porque todos los entes que convergen en el fútbol debemos estar unidos para seguir enfrentando este fenómeno, nunca es tarde, lo que se ha hecho en el Concejo es muy importante porque a raíz de esto van a salir soluciones a esta problemática”.

Por otro lado, líderes e integrantes de las diferentes barras de equipo de fútbol en Valledupar, estuvieron de acuerdo en decir que es urgente tomar medidas para evitar hechos lamentables como los que le tocó vivir a la familia Orcine Castro y otras más en la capital del Cesar.
“Queremos erradicar desde el principio esta problemática que tenemos y buscarle una solución a esto que estamos viviendo hoy en día con las barras bravas. Queremos acabar eso malo que están aprendiendo como barristas, el barrismo es mentalizarme que es apoyar a mi equipo, lucir la camisa y hacernos bien en la sociedad y en la ciudad donde estamos radicados”, manifestó Luis Carlos Orozco, integrante de las barras vallenatas.

“Es algo que se está saliendo de las manos, la barra está creciendo y se está volviendo una bomba de tiempo y a muchas personas ya les da miedo salir a los parques, como barras local somos las más grandes que hay aquí, mal contados somos algunos 280 integrantes entre mayores y menores de edad; como líderes queremos una ayuda, es muy fácil que nos carneticen pero se les ha hecho difícil, cuando lo hagan tendremos más control porque tenemos sanciones dentro de la barra, el que falte a algún código que haya lo sancionamos del estadio y no podrá entrar”, dijo Jhonny Camacho, de la barra Bloque La Victoria.

Responsabilidad de los padres de familia
El comandante de la Policía de Tránsito y Transporte en el Cesar, mayor Diego Mora, explicó que la institución está tomando medidas contra estos jóvenes que viajan como polizones en los tractocamiones, pero recalcó que la responsabilidad de los jóvenes que practican esta modalidad de transporte, recae sobre los padres de familia.
En el caso de Brayan Orcine, el oficial manifestó: “Hay una clara responsabilidad en el tema de los padres de familia. Antes de preguntarle a las autoridades, se debe consultar, qué están haciendo los padres de familias con sus hijos, lógicamente el tema judicial es lo que nos atañe a nosotros como Policía de Tránsito y será la Fiscalía la que determinará que tuvo que ver el vehículo, la imprudencia del conductor que está puesto a disposición de la Fiscalía”.

La pasión por apoyar a su equipo favorito motiva a que algunos integrantes de barras asuman el riesgo de viajar como polizones, preferiblemente, en vehículos de carga pesada; en algunos casos el desenlace es fatal.

Las barras bravas se convierten para quienes asisten a las mismas en más que una familia, un espacio donde confluyen ideales en busca de un mismo fin y donde al individuo le permiten una liberación de sus tensiones, todo en búsqueda de mantener el símbolo de unión y victoria en que se convierte el equipo amado. En Colombia estas agrupaciones las integran jóvenes entre los 13 y los 26 años, mientras que en otros países las conforman personas de 50 y más años, ya que allí es una tradición más arraigada y el fanatismo es mayor.

El mayor Diego Mora, dijo que se adelantan controles a estos menores que viajan en tractocamiones e insistió en que los padres deben estar atentos al comportamiento de sus hijos.
“Cada vez que encontramos personas en vehículos que van en forma irregular, lo que hacemos es bajarlos de este medio, cuando hay participación de algunos conductores se les aplica la infracción de tránsito, porque a veces hay alguna anuencia de algunos conductores, en especial de los de carga pesada. No hay una infracción de tránsito contra las personas que incurran en eso, sino que va contra el vehículo que transporta estas personas de forma ilegal. Se está haciendo control en cada uno de los sitios donde tenemos Policía de Tránsito para evitar que estas personas corran riesgos y el tema de seguridad vial sea ahumado. En cuanto al tema de los menores y de las personas que pertenecen a estos grupos, hay un trabajo articulado con la administración municipal y allí no solamente debe intervenir la Policía Nacional, sino también el Icbf, Secretaría de Gobierno, que tienen unos trabajos articulados para trabajar por los diferentes problemas que aquejan en el municipio”, dijo el mayor Diego Mora.

Así las cosas, mientras avanzan las propuestas de las autoridades para controlar el fenómeno de las barras bravas, en Valledupar la familia de Víctor y Brayan esperan que hayan acciones concretas para a que otros no les toque vivir su drama.

Por Mohamed Osman Díaz
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