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Cultura - 31 julio, 2015

Jóvenes trabajan en la realización de dos cortometrajes

Este proyecto que es liderado por la Alianza Francesa de Valledupar hace parte del programa del Ministerio de Cultura, Imaginando Nuestra Imagen.

William González es quien lidera los talleres de realización de cine para los jóvenes que hacen parte del proyecto INI-2015 en Valledupar. EL PILÓN/ Jaider Santana.
William González es quien lidera los talleres de realización de cine para los jóvenes que hacen parte del proyecto INI-2015 en Valledupar. EL PILÓN/ Jaider Santana.

Un grupo de 40 jóvenes fueron los beneficiarios de la beca de formación para la creación en realización audiovisual en región ‘Imaginando Nuestra Imagen’ del Ministerio de Cultura, que a través de la Alianza Francesa han podido nutrir sus conocimientos en producción de audiovisuales.
Estos jóvenes se han capacitado con un ciclo de talleres que van desde la preproducción hasta la postproducción, desde cómo escribir un guión hasta su fase final de edición y montaje del producto final.

En este momento los jóvenes están en la etapa de talleres de realización, a cargo del director de cine y televisión, William González, quien lleva 28 años en esta labor. Según el realizador durante su carrera se ha dedicado a trabajar en lo que le parece un deber moral: trasmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones y a los jóvenes del país.
Este taller está enmarcado dentro de la dirección de cinematografía del Ministerio de Cultura que se llama Imaginando Nuestra Imagen, INI-2015 cuyo objetivo principal es capacitar a los jóvenes de Colombia en la realización de cine, en articulación con entidades locales y regionales. “Estos talleres se han desarrollado en diferentes comunidades del territorio nacional, estimulando la producción y realización audiovisual”, expresó González.

El Director de cine se refirió al grupo de jóvenes que se capacitan en Valledupar y dijo que tenía muchas expectativas que le han resultado muy interesantes porque cree mucho en el talento de los jóvenes.
Estos talleres deben terminar con la realización de dos cortometrajes, creados por los mismos alumnos. “La primera gran sorpresa que encontré fue unos guiones con unas historias muy interesantes y bien contadas que se universalizan por la forma como son contadas. Siento mucho entusiasmo por los jóvenes que están participando en el taller, pero siento que estos necesitan más apoyo en muchos sentidos. Se requiere un apoyo financiero de todas las entidades públicas y privadas”, indicó William González.

El cineasta aseguró que la expresión cinematográfica es uno de los grandes vehículos para preservar y engrandecer las representaciones culturales, por eso la importancia del apoyo a estos jóvenes.
Los dos cortos que serán rodados al final de los talleres serán ‘El fin del viento’ que es una historia de una tragedia de un chico que aporta su trabajo para la manutención de su familia y se ve envuelto en una crisis social como lo es la falta de agua porque no llueve hace mucho tiempo. La tragedia del joven se mezcla con las posibilidades de que finalmente el pueblo tenga mejores condiciones de vida.
El otro corto lleva por título ‘Canción anfibia’, es la historia de una niña con una gran nostalgia por su padre pescador que ha muerto y su deseo es aprender ese oficio e inicia la aventura de la menor por hacerle un homenaje a este estilo de vida.
“En Valledupar hay mucho talento y esto da mucha esperanza, sin embargo se necesita más apoyo porque los jóvenes están interesados en aprender pero se necesitan recursos”, acotó el director de cine.
Dato.

William González es el realizador del largometraje ‘La Sargento Matacho’, la historia de Rosalba Velásquez, una mujer bandolera atrapada en la violencia de Colombia, durante la segunda mitad del Siglo XX. En el año 1948 la violencia partidista azota el campo colombiano. En un paraje del Tolima, miembros de las fuerzas oficiales dan muerte a varios campesinos liberales, entre ellos al marido de Rosalba Velásquez. La joven presencia la masacre y cae en un proceso psíquico de despersonalización que la convierte en instrumento de venganza y muerte.

Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]

Cultura
31 julio, 2015

Jóvenes trabajan en la realización de dos cortometrajes

Este proyecto que es liderado por la Alianza Francesa de Valledupar hace parte del programa del Ministerio de Cultura, Imaginando Nuestra Imagen.


William González es quien lidera los talleres de realización de cine para los jóvenes que hacen parte del proyecto INI-2015 en Valledupar. EL PILÓN/ Jaider Santana.
William González es quien lidera los talleres de realización de cine para los jóvenes que hacen parte del proyecto INI-2015 en Valledupar. EL PILÓN/ Jaider Santana.

Un grupo de 40 jóvenes fueron los beneficiarios de la beca de formación para la creación en realización audiovisual en región ‘Imaginando Nuestra Imagen’ del Ministerio de Cultura, que a través de la Alianza Francesa han podido nutrir sus conocimientos en producción de audiovisuales.
Estos jóvenes se han capacitado con un ciclo de talleres que van desde la preproducción hasta la postproducción, desde cómo escribir un guión hasta su fase final de edición y montaje del producto final.

En este momento los jóvenes están en la etapa de talleres de realización, a cargo del director de cine y televisión, William González, quien lleva 28 años en esta labor. Según el realizador durante su carrera se ha dedicado a trabajar en lo que le parece un deber moral: trasmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones y a los jóvenes del país.
Este taller está enmarcado dentro de la dirección de cinematografía del Ministerio de Cultura que se llama Imaginando Nuestra Imagen, INI-2015 cuyo objetivo principal es capacitar a los jóvenes de Colombia en la realización de cine, en articulación con entidades locales y regionales. “Estos talleres se han desarrollado en diferentes comunidades del territorio nacional, estimulando la producción y realización audiovisual”, expresó González.

El Director de cine se refirió al grupo de jóvenes que se capacitan en Valledupar y dijo que tenía muchas expectativas que le han resultado muy interesantes porque cree mucho en el talento de los jóvenes.
Estos talleres deben terminar con la realización de dos cortometrajes, creados por los mismos alumnos. “La primera gran sorpresa que encontré fue unos guiones con unas historias muy interesantes y bien contadas que se universalizan por la forma como son contadas. Siento mucho entusiasmo por los jóvenes que están participando en el taller, pero siento que estos necesitan más apoyo en muchos sentidos. Se requiere un apoyo financiero de todas las entidades públicas y privadas”, indicó William González.

El cineasta aseguró que la expresión cinematográfica es uno de los grandes vehículos para preservar y engrandecer las representaciones culturales, por eso la importancia del apoyo a estos jóvenes.
Los dos cortos que serán rodados al final de los talleres serán ‘El fin del viento’ que es una historia de una tragedia de un chico que aporta su trabajo para la manutención de su familia y se ve envuelto en una crisis social como lo es la falta de agua porque no llueve hace mucho tiempo. La tragedia del joven se mezcla con las posibilidades de que finalmente el pueblo tenga mejores condiciones de vida.
El otro corto lleva por título ‘Canción anfibia’, es la historia de una niña con una gran nostalgia por su padre pescador que ha muerto y su deseo es aprender ese oficio e inicia la aventura de la menor por hacerle un homenaje a este estilo de vida.
“En Valledupar hay mucho talento y esto da mucha esperanza, sin embargo se necesita más apoyo porque los jóvenes están interesados en aprender pero se necesitan recursos”, acotó el director de cine.
Dato.

William González es el realizador del largometraje ‘La Sargento Matacho’, la historia de Rosalba Velásquez, una mujer bandolera atrapada en la violencia de Colombia, durante la segunda mitad del Siglo XX. En el año 1948 la violencia partidista azota el campo colombiano. En un paraje del Tolima, miembros de las fuerzas oficiales dan muerte a varios campesinos liberales, entre ellos al marido de Rosalba Velásquez. La joven presencia la masacre y cae en un proceso psíquico de despersonalización que la convierte en instrumento de venganza y muerte.

Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]