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Especial - 2 septiembre, 2014

Niños en situación de calle, un problema que continúa en Valledupar

Aunque pocos son los menores de edad que se ven en situación de calle en Valledupar y que muchos son los trabajos que, al parecer, han realizado entidades encargadas del tema, el flagelo de los menores sigue.

Un equipo interdisciplinario le hace un proceso a la familia y los sensibiliza para que su hijo no vuelva a la calle.
A este instituto para menores han llegado a diferentes horas los pequeños que son rescatados de las calles por la Policía.
Un equipo interdisciplinario le hace un proceso a la familia y los sensibiliza para que su hijo no vuelva a la calle. A este instituto para menores han llegado a diferentes horas los pequeños que son rescatados de las calles por la Policía.

Tímida y con una mirada sumida en la angustia, a pesar del brillo de sus ojos de color verde, *Nohemí no sabía cómo contar su triste historia de vida, que con sólo 15 años ha tenido que afrontar. A su corta edad personas desconocidas acabaron con la existencia de su padre y su madre se obstinó en que la pequeña se fuera de la casa y buscara alguien quien la mantuviera, así como ha sucedido con otro de sus hijos.
El capricho de su progenitora conllevó a *Nohemí a buscar amor en otro joven, con quien decidió convivir desde enero del presente año, sin embargo la relación no fue bien vista por sus familiares, quienes desde entonces no quieren saber de ella, situación que causó una vez terminada esta relación hizo que la niña buscara otros horizontes, en un lugar diferente a su tierra natal, La Paz, de donde llegó, según ella en ‘chance’ el domingo pasado en las horas de la noche a Valledupar, ciudad en la que por poco es abusada sexualmente.
“Unos muchachos me estaban molestando y yo me fui para donde un señor para que me ayudara”, dijo la joven.
La quinceañera tuvo la agilidad de buscar un lugar donde refugiarse. Lo hizo en una estación de gasolina, donde horas después, por el llamado del vigilante del sitio, llegó la Policía de Infancia y Adolescencia. Los uniformados llevaron a la joven que sueña con ser enfermera, hasta el ‘Hogar de Paso’ de la capital del Cesar, en donde hoy es atendida por psicólogos, terapeutas, trabajadoras sociales, entre otros profesionales.

La irresponsabilidad de los padres ha causado que un menor haya sido integrado al Hogar de Paso en 17 ocasiones, y hoy está siendo atendido en Fundinaj.

Así como *Nohemí más de 700 menores han sido atendidos- durante el periodo comprendido de octubre de 2012 a agosto de 2014- en el único centro de atención de la región con esta función, en donde por un periodo de ocho días hábiles son cuidados y observados los menores de edad con problemáticas relacionadas con la situación de calle, de núcleos familiares, consumo de sustancias psicoactivas, fuga de hogar, ventas callejeras, prostitución o cualquier acción que vulnere los derechos de los infantes.
María de Los Ángeles Corredor, coordinadora del ‘Hogar de Paso’ de Valledupar- que tiene una cobertura para 36 niños al mes- afirmó que la mayor problemática de los menores que han llegado a ser atendidos por dicho programa se relaciona con la ‘fuga de hogar’, acontecimiento que concierne a múltiples situaciones relacionadas con el seno familiar, sobre todo con la escasez de recursos económicos.
Según el diagnóstico de la profesional, se han observado distintas situaciones que conllevan a los infantes a escaparse de su núcleo familiar, de buscar otro tipo de alternativas para dejar de soportar momentos desagradables.
“Hemos observado que los menores provienen de familias de padres separados, familias monoparentales, por situaciones de necesidades básicas insatisfechas, vínculos afectivos negativos, no hay autoridad, las rutas de crianza son pocas, y otro tipo de problemáticas”, explicó Corredor.
A las situaciones, muchas veces provocadas por la falta de autonomía y responsabilidad de los padres de familia de ésta ciudad, se suma la descolarización de los menores, quienes prefieren buscar recursos económicos para mantenerse independientes, tal como se ha evidenciado en ciertos lugares estratégicos de Valledupar, en donde los menores se estacionan en sitio como discotecas, bares, restaurantes, semáforos y demás a pedir dinero o vender chicles o dulces.
En las inspecciones que ha realizado la Policía de Infancia y Adolescencia en esos lugares, junto con miembros del Hogar de Paso, también se han observado pequeños y pequeñas de otras partes del país. “Hemos tenido niños de Medellín, Bogotá y Chocó que se vienen por caso de fuga y aquí se les reestablecen los derechos por medio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, y el Defensor de Familia los lleva de nuevo al núcleo familiar”, dijo la funcionaria.
Los menores que son atendidos en estos sitios especiales, han realizado talleres de escuela para padres, desarrollados en las instituciones educativas: Villa Yaneth, Milciades Cantillo, José Eugenio Martínez, entre otros, en donde se han abordado temas como trabajo infantil, pautas de crianzas, drogas, abuso sexual, enfermedades de transmisión sexual, prostitución, embarazos en adolescentes, temas de derechos y principios enfatizando en el amor, respeto y corresponsabilidades de los padres.
En los espacios deportivos se realizan jornadas lúdicas, recreativas, salidas pedagógicas, se brinda orientaciones de alfabetización y refuerzos pedagógicos de acuerdo a los niveles de educación de cada niño, niña o adolescente. Se desarrollan campañas nocturnas y diurnas de sensibilización, jornada de focalización de manera periódica con el propósito de prevenir el trabajo infantil, desarrolladas en estancos, tiendas, almacenes, restaurantes de sectores céntricos de la ciudad de Valledupar: en los Tres Postes, la Fuente Luminosa, calle ancha La Nevada, avenida Simón Bolívar, carrera 12 y 9.
En Valledupar, el mayor porcentaje de los menores provienes de los barrios: La Nevada , Divino Niño, Nueve de Marzo, Mareigua, Sabanas del Valle, Casimiro Maestre, Gaitán, Primero de Mayo, Doce de Octubre, Simón Bolívar y de las invasiones Brisas de La Popa, Altos de Pimienta, Emmanuel, Tierra Prometida, Los Guasimales, entre otros.
Los menores una vez reportados por la Policía de Infancia y Adolescencia reciben atención alimentaria por parte de la fundación Casa de la Misericordia y un equipo interdisciplinario les enseña las pautas a seguir un manual de convivencias, con la ayuda de un educador familiar. Mientras que los pequeños descolarizados son incluidos en instituciones educativas muy pese a sus tiempos en el Hogar de Paso, donde una semana sería insuficiente, pero es el tiempo que determina la ley.
“Luego que se hace el trabajo al chico aquí en el Hogar de Paso, lo importante es que la educación que recibió la sepa utilizar cuando se reintegra a la sociedad y en su hogar sepa afrontar las problemáticas que tal vez lo llevaron a tomar la decisión de fugarse del hogar”, dijo la trabajadora social del Hogar de Paso, Silvana González.
Por su parte, Rosa Virginia Laguna Lamilla, representante legal de la Fundación de Desarrollo de la Infancia, Adolescencia y la Juventud, Fundinaj, aseguró que la entidad que inició su actividad con los menores en condición de calle en Valledupar en noviembre del 2013, también ha afrontado los problemas al interior de las familias, en donde hay mucha falta de afecto y apoyo.
Actualmente, en Fundinaj, donde ya han ingresado cuatro niños y niñas, son atendidos 36 menores, que han consumido sustancias psicoactivas, han sido víctimas de abusos sexuales, entre otras problemáticas, pero que hoy participan de diferentes actividades que han logrado sobresalir.
La coordinadora de Fundinaj, Astrid Forbes, aseguró que el tiempo que dedica la entidad a los menores es de un año, tiempo suficiente para reintegrarlos a la sociedad.
Una dura labor
En Valledupar, la situación de los niños, niñas y adolescentes no es tan satisfactoria, a pesar de las entidades que trabajan por devolverles los derechos a los menores entre los 5 y 17 años, quienes aún se observan en distintos sectores laborando en diferentes actividades.
Pese a que en esta capital existe el Hogar de Paso y Fundinaj- entidades que les brindan protección integral a los menores y a los padres en la realización de procesos para el seguimiento de cada caso particular, en valoraciones psicológicas y de orientación- el flagelo de la población vulnerada en la capital del Cesar sigue.
En el sector de los Tres Postes, en discotecas, en parqueaderos, sitios de ventas de comidas han sido encontrados los niños y adolescentes en condición de mendicidad, a pesar de que hayan sido atendidos en los diferentes centros de atención.
La psicóloga, mencionó “este es un flagelo que está azotando a todas las generaciones porque se han perdido los principios en éticas y valores y a falta de pautas de crianzas se están formando menores en hogares disfuncionales, donde hay influencia en el quiebre conyugal de los padres, donde la violencia intrafamiliar tiene una influencia bastante determinante en la conducta de los chicos”.
Ante los comportamientos de los menores, con referentes a las circunstancias de sus familias, la experta de humanidad recomendó a los padres consolidar una dinámica familiar en un ambiente afable, de amor, para evitar hogares desagradables.
“Los jóvenes que tenemos hoy día, son afectados por las consecuencias de la formación que recibieron sus padres, entonces los niños asumen un rol que no les corresponde debido a cantidad de calificativos negativos por parte de sus padres”, dijo la psicóloga.

Ruta de atención de los menores:
Policía de Infancia y Adolescencia- Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- Comisaría de Familia- Hogar de Paso.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]

Especial
2 septiembre, 2014

Niños en situación de calle, un problema que continúa en Valledupar

Aunque pocos son los menores de edad que se ven en situación de calle en Valledupar y que muchos son los trabajos que, al parecer, han realizado entidades encargadas del tema, el flagelo de los menores sigue.


Un equipo interdisciplinario le hace un proceso a la familia y los sensibiliza para que su hijo no vuelva a la calle.
A este instituto para menores han llegado a diferentes horas los pequeños que son rescatados de las calles por la Policía.
Un equipo interdisciplinario le hace un proceso a la familia y los sensibiliza para que su hijo no vuelva a la calle. A este instituto para menores han llegado a diferentes horas los pequeños que son rescatados de las calles por la Policía.

Tímida y con una mirada sumida en la angustia, a pesar del brillo de sus ojos de color verde, *Nohemí no sabía cómo contar su triste historia de vida, que con sólo 15 años ha tenido que afrontar. A su corta edad personas desconocidas acabaron con la existencia de su padre y su madre se obstinó en que la pequeña se fuera de la casa y buscara alguien quien la mantuviera, así como ha sucedido con otro de sus hijos.
El capricho de su progenitora conllevó a *Nohemí a buscar amor en otro joven, con quien decidió convivir desde enero del presente año, sin embargo la relación no fue bien vista por sus familiares, quienes desde entonces no quieren saber de ella, situación que causó una vez terminada esta relación hizo que la niña buscara otros horizontes, en un lugar diferente a su tierra natal, La Paz, de donde llegó, según ella en ‘chance’ el domingo pasado en las horas de la noche a Valledupar, ciudad en la que por poco es abusada sexualmente.
“Unos muchachos me estaban molestando y yo me fui para donde un señor para que me ayudara”, dijo la joven.
La quinceañera tuvo la agilidad de buscar un lugar donde refugiarse. Lo hizo en una estación de gasolina, donde horas después, por el llamado del vigilante del sitio, llegó la Policía de Infancia y Adolescencia. Los uniformados llevaron a la joven que sueña con ser enfermera, hasta el ‘Hogar de Paso’ de la capital del Cesar, en donde hoy es atendida por psicólogos, terapeutas, trabajadoras sociales, entre otros profesionales.

La irresponsabilidad de los padres ha causado que un menor haya sido integrado al Hogar de Paso en 17 ocasiones, y hoy está siendo atendido en Fundinaj.

Así como *Nohemí más de 700 menores han sido atendidos- durante el periodo comprendido de octubre de 2012 a agosto de 2014- en el único centro de atención de la región con esta función, en donde por un periodo de ocho días hábiles son cuidados y observados los menores de edad con problemáticas relacionadas con la situación de calle, de núcleos familiares, consumo de sustancias psicoactivas, fuga de hogar, ventas callejeras, prostitución o cualquier acción que vulnere los derechos de los infantes.
María de Los Ángeles Corredor, coordinadora del ‘Hogar de Paso’ de Valledupar- que tiene una cobertura para 36 niños al mes- afirmó que la mayor problemática de los menores que han llegado a ser atendidos por dicho programa se relaciona con la ‘fuga de hogar’, acontecimiento que concierne a múltiples situaciones relacionadas con el seno familiar, sobre todo con la escasez de recursos económicos.
Según el diagnóstico de la profesional, se han observado distintas situaciones que conllevan a los infantes a escaparse de su núcleo familiar, de buscar otro tipo de alternativas para dejar de soportar momentos desagradables.
“Hemos observado que los menores provienen de familias de padres separados, familias monoparentales, por situaciones de necesidades básicas insatisfechas, vínculos afectivos negativos, no hay autoridad, las rutas de crianza son pocas, y otro tipo de problemáticas”, explicó Corredor.
A las situaciones, muchas veces provocadas por la falta de autonomía y responsabilidad de los padres de familia de ésta ciudad, se suma la descolarización de los menores, quienes prefieren buscar recursos económicos para mantenerse independientes, tal como se ha evidenciado en ciertos lugares estratégicos de Valledupar, en donde los menores se estacionan en sitio como discotecas, bares, restaurantes, semáforos y demás a pedir dinero o vender chicles o dulces.
En las inspecciones que ha realizado la Policía de Infancia y Adolescencia en esos lugares, junto con miembros del Hogar de Paso, también se han observado pequeños y pequeñas de otras partes del país. “Hemos tenido niños de Medellín, Bogotá y Chocó que se vienen por caso de fuga y aquí se les reestablecen los derechos por medio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, y el Defensor de Familia los lleva de nuevo al núcleo familiar”, dijo la funcionaria.
Los menores que son atendidos en estos sitios especiales, han realizado talleres de escuela para padres, desarrollados en las instituciones educativas: Villa Yaneth, Milciades Cantillo, José Eugenio Martínez, entre otros, en donde se han abordado temas como trabajo infantil, pautas de crianzas, drogas, abuso sexual, enfermedades de transmisión sexual, prostitución, embarazos en adolescentes, temas de derechos y principios enfatizando en el amor, respeto y corresponsabilidades de los padres.
En los espacios deportivos se realizan jornadas lúdicas, recreativas, salidas pedagógicas, se brinda orientaciones de alfabetización y refuerzos pedagógicos de acuerdo a los niveles de educación de cada niño, niña o adolescente. Se desarrollan campañas nocturnas y diurnas de sensibilización, jornada de focalización de manera periódica con el propósito de prevenir el trabajo infantil, desarrolladas en estancos, tiendas, almacenes, restaurantes de sectores céntricos de la ciudad de Valledupar: en los Tres Postes, la Fuente Luminosa, calle ancha La Nevada, avenida Simón Bolívar, carrera 12 y 9.
En Valledupar, el mayor porcentaje de los menores provienes de los barrios: La Nevada , Divino Niño, Nueve de Marzo, Mareigua, Sabanas del Valle, Casimiro Maestre, Gaitán, Primero de Mayo, Doce de Octubre, Simón Bolívar y de las invasiones Brisas de La Popa, Altos de Pimienta, Emmanuel, Tierra Prometida, Los Guasimales, entre otros.
Los menores una vez reportados por la Policía de Infancia y Adolescencia reciben atención alimentaria por parte de la fundación Casa de la Misericordia y un equipo interdisciplinario les enseña las pautas a seguir un manual de convivencias, con la ayuda de un educador familiar. Mientras que los pequeños descolarizados son incluidos en instituciones educativas muy pese a sus tiempos en el Hogar de Paso, donde una semana sería insuficiente, pero es el tiempo que determina la ley.
“Luego que se hace el trabajo al chico aquí en el Hogar de Paso, lo importante es que la educación que recibió la sepa utilizar cuando se reintegra a la sociedad y en su hogar sepa afrontar las problemáticas que tal vez lo llevaron a tomar la decisión de fugarse del hogar”, dijo la trabajadora social del Hogar de Paso, Silvana González.
Por su parte, Rosa Virginia Laguna Lamilla, representante legal de la Fundación de Desarrollo de la Infancia, Adolescencia y la Juventud, Fundinaj, aseguró que la entidad que inició su actividad con los menores en condición de calle en Valledupar en noviembre del 2013, también ha afrontado los problemas al interior de las familias, en donde hay mucha falta de afecto y apoyo.
Actualmente, en Fundinaj, donde ya han ingresado cuatro niños y niñas, son atendidos 36 menores, que han consumido sustancias psicoactivas, han sido víctimas de abusos sexuales, entre otras problemáticas, pero que hoy participan de diferentes actividades que han logrado sobresalir.
La coordinadora de Fundinaj, Astrid Forbes, aseguró que el tiempo que dedica la entidad a los menores es de un año, tiempo suficiente para reintegrarlos a la sociedad.
Una dura labor
En Valledupar, la situación de los niños, niñas y adolescentes no es tan satisfactoria, a pesar de las entidades que trabajan por devolverles los derechos a los menores entre los 5 y 17 años, quienes aún se observan en distintos sectores laborando en diferentes actividades.
Pese a que en esta capital existe el Hogar de Paso y Fundinaj- entidades que les brindan protección integral a los menores y a los padres en la realización de procesos para el seguimiento de cada caso particular, en valoraciones psicológicas y de orientación- el flagelo de la población vulnerada en la capital del Cesar sigue.
En el sector de los Tres Postes, en discotecas, en parqueaderos, sitios de ventas de comidas han sido encontrados los niños y adolescentes en condición de mendicidad, a pesar de que hayan sido atendidos en los diferentes centros de atención.
La psicóloga, mencionó “este es un flagelo que está azotando a todas las generaciones porque se han perdido los principios en éticas y valores y a falta de pautas de crianzas se están formando menores en hogares disfuncionales, donde hay influencia en el quiebre conyugal de los padres, donde la violencia intrafamiliar tiene una influencia bastante determinante en la conducta de los chicos”.
Ante los comportamientos de los menores, con referentes a las circunstancias de sus familias, la experta de humanidad recomendó a los padres consolidar una dinámica familiar en un ambiente afable, de amor, para evitar hogares desagradables.
“Los jóvenes que tenemos hoy día, son afectados por las consecuencias de la formación que recibieron sus padres, entonces los niños asumen un rol que no les corresponde debido a cantidad de calificativos negativos por parte de sus padres”, dijo la psicóloga.

Ruta de atención de los menores:
Policía de Infancia y Adolescencia- Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- Comisaría de Familia- Hogar de Paso.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
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