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La Guajira - 28 agosto, 2015

Gobierno Maduro viola carta democrática Interamericana, afirmó Amylkar Acosta

En los patios de Migración en Paraguachón, son recibidos los colombianos que han salido de Venezuela, algunos deportados y otros se vieron obligados a dejar el vecino país.

Foto referencia.
Foto referencia.

“Ni las súplicas de mi mujer, ni el llanto de mis pequeños hijos, calmaron a la guardia venezolana para que no nos deportaran para Colombia”, narró desconsolado un ciudadano barranquillero, en los patios de Migración en Paraguachón, (La Guajira), después de descender de un bus procedente de Caracas, Venezuela.

Se trataba de William Rodríguez es el hombre deportado, lucía una cachucha negra y camiseta roja cuello en V, y aprovechó una reunión de periodistas para narrar su triste situación. Llevaba trabajando dos años en una finca en el área rural de Maracaibo, salió con su esposa a hacer una diligencia al pueblo y fue detenido por la guardia del vecino país y de inmediato llevado a Migración para ser deportado a Colombia, junto con cientos de compatriotas que se marcharon para ese país, buscando mejores condiciones de vida.

Al igual que William, siguen llegando varias personas a Paraguachón, (La Guajira), que lo único que traen consigo además de pocas pertenencias que le caben en un maletín, una historia dolorosa y triste, cuyo hilo principal es vejámenes y humillaciones vividas en las últimas horas en la frontera colombo venezolana.

“No nos dieron agua, ni comida, mucho menos nos hemos podido bañar”, afirmó una mujer que traía un niño en los brazos, en quien se reflejaban las incomodidades padecidas en las dos horas de camino que hay desde Maracaibo a Paraguachón.

“No nos dejaron sacar nada y muchos años de sacrificio en Venezuela, se redujeron a unos minutos, donde nos quitaron todo lo conseguido allá”, dijo otra mujer con la voz entrecortada, quien pidió ayuda al Gobierno Nacional, para que le permitieran volver hasta Machiques, (Venezuela), a darse cuenta de sus hijos, que se quedaron solos, porque sus padres fueron deportados.

En el patio de Migración, en estos momentos es común observar personas agrupadas o sentadas en improvisadas sillas, esperando la ayuda humanitaria del gobierno colombiano, para poder trasladarse a sus lugares de origen, especialmente a los departamentos de la costa Atlántica, como Cesar, Atlántico, Magdalena, Córdoba y Bolívar.

Se pudo constatar que los guajiros que llegan aquí, solo demoran pocas horas en Migración, mientras se les hace el respectivo registro, porque luego se marchan hacia sus poblaciones localidades de origen o se quedan donde algún familiar o conocido en Maicao.

De otro lado, pese a que un helicóptero de las fuerzas armadas de Venezuela al mando del general Remigio Ceballos Chazo, llegó al sitio conocido como Tierra de nadie, en la frontera, dieron un mensaje de tranquilidad, porque por ahora no se ha contemplado el cierre de la frontera por Paraguachón, la tensión sigue latente porque con las políticas del presidente Nicolás Maduro, nunca se sabe a qué atenerse.

“Sólo estamos aquí para observar y analizar, como se perfeccionan los sistemas y la integración entre los dos países, para la lucha contra el contrabando”, expresó el General Ceballos Chazo, en un tono pacifista.

En estos momentos han ingresado a Colombia por Paraguachón, alrededor de 250 personas, entre niños y adultos y se espera que la cifra aumente con el paso de los días, porque aún los dos gobiernos no llegan a un acuerdo, para poner fin a esta situación.

Pronunciamiento de la FND
Aunque este fenómeno no es nuevo, porque desde hace varios años, el vecino país, viene deportando y repatriando colombianos, que ingresan a ese país, de una forma ilegal, sí es la primera vez que se hace una expulsión masiva de compatriotas, que sin ninguna contemplación, son tratados inhumanamente, por un gobierno que según los expertos viola la Carta Democrática Interamericana.

En un comunicado a los opinión pública el presidente de la Federación Nacional de Departamentos, Amylkar Acosta Medina, afirmó “el gobierno de Maduro viola flagrantemente La Carta Democrática Interamericana que fue suscrita por 34 jefes de Estado (entre ellos el Presidente Chaves) en 2001, siendo el expresidente César Gaviria, secretario General de la OEA, quien prevé en su artículo 8 lo siguiente: “cualquier persona o grupo de personas que consideren que sus derechos humanos han sido violados pueden interponer denuncias o peticiones ante el sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos conforme a los procedimientos establecidos en el mismo.

Aunque el gobierno nacional anuncia garantías para los deportados y repatriados, la preocupación de los alcaldes y gobernadores de frontera, es que no están preparados para el aumento desproporcionado de la población que se está dando con Venezuela, porque si bien es cierto, que muchos de los expulsados, se irían a sus lugares de origen, también es cierto que otros se quedarán en las ciudades de frontera, trabajando en el rebusque, agudizando aún más las crisis financiera que ya existe, por el aumento del dólar y la entrada en vigencia de la Ley Anticontrabando.

En los patios de Migración en Paraguachón, son recibidos los colombianos que han salido de Venezuela, algunos deportados y otros se vieron obligados a dejar el vecino país.

Por: Jesús Eduardo Ariño Fragozo
[email protected]

 

La Guajira
28 agosto, 2015

Gobierno Maduro viola carta democrática Interamericana, afirmó Amylkar Acosta

En los patios de Migración en Paraguachón, son recibidos los colombianos que han salido de Venezuela, algunos deportados y otros se vieron obligados a dejar el vecino país.


Foto referencia.
Foto referencia.

“Ni las súplicas de mi mujer, ni el llanto de mis pequeños hijos, calmaron a la guardia venezolana para que no nos deportaran para Colombia”, narró desconsolado un ciudadano barranquillero, en los patios de Migración en Paraguachón, (La Guajira), después de descender de un bus procedente de Caracas, Venezuela.

Se trataba de William Rodríguez es el hombre deportado, lucía una cachucha negra y camiseta roja cuello en V, y aprovechó una reunión de periodistas para narrar su triste situación. Llevaba trabajando dos años en una finca en el área rural de Maracaibo, salió con su esposa a hacer una diligencia al pueblo y fue detenido por la guardia del vecino país y de inmediato llevado a Migración para ser deportado a Colombia, junto con cientos de compatriotas que se marcharon para ese país, buscando mejores condiciones de vida.

Al igual que William, siguen llegando varias personas a Paraguachón, (La Guajira), que lo único que traen consigo además de pocas pertenencias que le caben en un maletín, una historia dolorosa y triste, cuyo hilo principal es vejámenes y humillaciones vividas en las últimas horas en la frontera colombo venezolana.

“No nos dieron agua, ni comida, mucho menos nos hemos podido bañar”, afirmó una mujer que traía un niño en los brazos, en quien se reflejaban las incomodidades padecidas en las dos horas de camino que hay desde Maracaibo a Paraguachón.

“No nos dejaron sacar nada y muchos años de sacrificio en Venezuela, se redujeron a unos minutos, donde nos quitaron todo lo conseguido allá”, dijo otra mujer con la voz entrecortada, quien pidió ayuda al Gobierno Nacional, para que le permitieran volver hasta Machiques, (Venezuela), a darse cuenta de sus hijos, que se quedaron solos, porque sus padres fueron deportados.

En el patio de Migración, en estos momentos es común observar personas agrupadas o sentadas en improvisadas sillas, esperando la ayuda humanitaria del gobierno colombiano, para poder trasladarse a sus lugares de origen, especialmente a los departamentos de la costa Atlántica, como Cesar, Atlántico, Magdalena, Córdoba y Bolívar.

Se pudo constatar que los guajiros que llegan aquí, solo demoran pocas horas en Migración, mientras se les hace el respectivo registro, porque luego se marchan hacia sus poblaciones localidades de origen o se quedan donde algún familiar o conocido en Maicao.

De otro lado, pese a que un helicóptero de las fuerzas armadas de Venezuela al mando del general Remigio Ceballos Chazo, llegó al sitio conocido como Tierra de nadie, en la frontera, dieron un mensaje de tranquilidad, porque por ahora no se ha contemplado el cierre de la frontera por Paraguachón, la tensión sigue latente porque con las políticas del presidente Nicolás Maduro, nunca se sabe a qué atenerse.

“Sólo estamos aquí para observar y analizar, como se perfeccionan los sistemas y la integración entre los dos países, para la lucha contra el contrabando”, expresó el General Ceballos Chazo, en un tono pacifista.

En estos momentos han ingresado a Colombia por Paraguachón, alrededor de 250 personas, entre niños y adultos y se espera que la cifra aumente con el paso de los días, porque aún los dos gobiernos no llegan a un acuerdo, para poner fin a esta situación.

Pronunciamiento de la FND
Aunque este fenómeno no es nuevo, porque desde hace varios años, el vecino país, viene deportando y repatriando colombianos, que ingresan a ese país, de una forma ilegal, sí es la primera vez que se hace una expulsión masiva de compatriotas, que sin ninguna contemplación, son tratados inhumanamente, por un gobierno que según los expertos viola la Carta Democrática Interamericana.

En un comunicado a los opinión pública el presidente de la Federación Nacional de Departamentos, Amylkar Acosta Medina, afirmó “el gobierno de Maduro viola flagrantemente La Carta Democrática Interamericana que fue suscrita por 34 jefes de Estado (entre ellos el Presidente Chaves) en 2001, siendo el expresidente César Gaviria, secretario General de la OEA, quien prevé en su artículo 8 lo siguiente: “cualquier persona o grupo de personas que consideren que sus derechos humanos han sido violados pueden interponer denuncias o peticiones ante el sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos conforme a los procedimientos establecidos en el mismo.

Aunque el gobierno nacional anuncia garantías para los deportados y repatriados, la preocupación de los alcaldes y gobernadores de frontera, es que no están preparados para el aumento desproporcionado de la población que se está dando con Venezuela, porque si bien es cierto, que muchos de los expulsados, se irían a sus lugares de origen, también es cierto que otros se quedarán en las ciudades de frontera, trabajando en el rebusque, agudizando aún más las crisis financiera que ya existe, por el aumento del dólar y la entrada en vigencia de la Ley Anticontrabando.

En los patios de Migración en Paraguachón, son recibidos los colombianos que han salido de Venezuela, algunos deportados y otros se vieron obligados a dejar el vecino país.

Por: Jesús Eduardo Ariño Fragozo
[email protected]