Padres de familia, miembros de la Junta de Acción Comunal y residentes del barrio El Eneal denunciaron el temor que les asiste por la presencia de expendedores de drogas en las afueras de la Institución Educativa Orcasita, tratando de inducir a jóvenes incautos al consumo de estupefacientes para luego convertirlos en sus principales compradores.

Los vecinos señalan además que quienes llevan a cabo la venta de alucinógenos, en su mayoría son menores de edad, los cuales se reúnen en las afueras de la institución y en el parque que queda a una cuadra de la misma.

Así mismo, relataron que se registran riñas en citado sector y la Policía llega hasta el sitio pero es poco lo que pueden hacer, pues estos jóvenes se excusan en que tienen la dosis personal.
“Llamamos al cuadrante siempre, porque aquí sino están peleándose los unos con los otros entonces están vendiendo la droga, pero los uniformados están de manos atadas porque la dosis personal está permitida, sin embargo deben hacer entrar en vigor el nuevo Código de Policía, donde prohíbe el consumo en lugares públicos”, manifestó Hernán Baute, vicepresidente de la JAC.

Al problema con las drogas, se suma la inseguridad que merodea en el barrio, los vecinos manifestaron que son constantes los hurtos, incluso hace pocos días a una joven le hicieron un disparo al aire para despojarla de sus pertenencias. Hay razones suficientes para que esta comunidad solicite mayor presencia policiva y alarmas comunitarias que contrarresten el flagelo que hoy los mantiene en vilo.

Por Don Pilo