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Informes Especiales - 11 junio, 2017

Abuso sexual en menores, un problema que persiste en el Cesar

En lo que va corrido del año en este departamento se registran más de 70 casos, por lo que para combatir este flagelo es clave el apoyo de los padres de familia.

En Valledupar donde más se presentan casos de abuso sexual infantil son en las invasiones o barrios populares, donde hay hacinamiento, así como en los corregimientos. Foto referencia.
En Valledupar donde más se presentan casos de abuso sexual infantil son en las invasiones o barrios populares, donde hay hacinamiento, así como en los corregimientos. Foto referencia.

Más de 600 casos de abuso sexual en menores de edad se registraron en el Cesar en el 2016 y en lo que va corrido del año ya se presentan más de 70 casos, en los que la mayor incidencia se da en el corredor minero.

Así lo dio a conocer la encargada de la Dimensión de Gestión Diferencial de Población Vulnerable de la Secretaría de Salud Departamental, Yaneth Esmeral Ariza, quien precisó que “las cifras demuestran que este problema es bastante delicado. No se puede hablar de casos subgéneris en determinados municipios porque en todas las regiones del Cesar se evidencian casos”.

Según la experta en Trabajo Social, el hogar que es donde debe haber mayor protección para los niños sucede lo contrario, porque es allí donde violentan y maltratan al menor; los abusadores en su gran mayoría son conocidos del menor como padrastros, hermanos, tíos o vecinos. “Se hace un llamado a la ciudadanía y que todas las entidades nos unamos para tratar el tema de familia”, acotó.

Entre las señales de un niño abusado, de acuerdo con la psicóloga Dairis Ovalle, se destacan: un comportamiento retraído, presentar pesadillas o problemas para dormir, rehusarse a comer; tener cambios repentinos en su estado ánimo como furia, inseguridad o miedo; y tener un retroceso en el manejo de los esfínteres, por lo que los padres deben estar atentos a los cambios en el comportamiento de sus niños.

“Los padres deben preguntarle a sus hijos cuando son cuidados por otros adultos a qué jugaron, de qué hablaron, cómo se sintió, lo positivo y negativo de quedarse con esa persona y darle la seguridad y confianza para que les digan la verdad. Con los adolescentes se debe estar alerta con el tema de Internet, puesto que permite contactar personas desconocidas, que es una pauta para caer en el tema de abuso”, subrayó.

En Valledupar

Voceros de la Defensoría de Familia de Valledupar aseguraron que en abril se presentaron 32 casos de abuso sexual a menores y en mayo se registraron 34, los cuales se dieron principalmente en invasiones o barrios populares, donde hay hacinamiento, así como en los corregimientos. En los barrios de estratos altos no suelen presentarse denuncias de estos casos.

En comparación con años anteriores, las cifras de abuso sexual en la capital del Cesar han aumentado los casos cerca del 20%. La coordinadora de la dimensión Sexualidad y Derechos Sexuales y Reproductivos de Valledupar, Rosanna Sabatino Cantillo, asegura que lo anterior se debe a la difusión de la ruta de atención, la promoción de esas denuncias y las acciones educativas a toda la comunidad en el área urbana y rural.

La población más afectada en la capital del Cesar es la de cinco a 14 años, siendo las mujeres las más afectadas. En la comuna tres se presentaron el 5% de los casos, en la comuna cinco el 17% y en la comuna 4 el 17%.

Ruta de atención

Funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar del Cesar explicaron que cuando sucede un caso de violencia sexual contra un niño, niña o adolescente se debe activar una ruta de atención inmediata por parte del sector salud, ya que estos casos son definidos como un evento de salud pública y una urgencia. Allí se practican todos los exámenes médicos y se evitan posibles contagios sexuales o embarazos forzados.

Después se remiten los resultados al Instituto Nacional de Medicina Legal para que haga parte del dictamen pericial y de las pruebas que se allegarán a la investigación penal.

De esta forma, se adelantan dos procesos paralelos: uno a cargo del ICBF en cabeza de los defensores de familia quienes deben garantizar que los derechos de los niños, niñas y adolescentes se restablezcan y, otro por la Fiscalía referido a la investigaciones de estos crímenes.

Acciones gubernamentales

La líder de la dimensión Gestión Diferencial y Poblaciones Vulnerables de la Secretaría de Salud del Cesar afirmó que para contrarrestar esta situación se crearon las redes de apoyo, que están conformadas por un nodo institucional, uno comunitario y uno familiar. “Se elaboró un mapa social de riesgos para niños, niñas y adolescentes, y se priorizó uno de los problemas más graves que afectan a esta población como es el abuso sexual. En los encuentros de esas redes se decidió establecer un día en el departamento en el cual se movilizara la población, donde se visibilizara en la agenda pública el problema y se construyeran pactos comunitarios con autoridades locales frente al compromiso de luchar contra el abuso en niños y adolescentes”, aseguró.

Asimismo existen 26 Comités Consultivos de Prevención de Abuso y Atención Integral, donde se conminan unas competencias al sector salud, protección y de justicia.

Panorama nacional

Según cifras oficiales, cada 120 minutos se alerta de un hecho de abuso sexual en Colombia. De diez casos, en siete las víctimas son niños.

Durante el año 2016, el Instituto de Medicina Legal atendió 17.908 casos de menores remitidos por denuncias de presunto abuso sexual. El 2017 tampoco pinta bien. De enero a marzo habían recibido atención por aparente violación 4.315 menores de 17 años. El mayor número de casos se presenta en niñas y niños entre los 10 y los 14 años. Le siguen los que están entre cinco y nueve años. Los bebés también son víctimas; casi 500 niños, desde recién nacidos hasta los cuatro años, tuvieron que ser sometidos a exámenes médicos por presunto delito sexual.

De acuerdo con un informe, auspiciado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Aldeas Infantiles SOS y la Agencia de Comunicaciones Pandi, la desintegración familiar, la falta de comunicación con los niños o el cuidado por parte de otras personas porque sus padres trabajan fuera para sostener el hogar son algunos de los factores de riesgo que inciden sobre este hecho.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

Informes Especiales
11 junio, 2017

Abuso sexual en menores, un problema que persiste en el Cesar

En lo que va corrido del año en este departamento se registran más de 70 casos, por lo que para combatir este flagelo es clave el apoyo de los padres de familia.


En Valledupar donde más se presentan casos de abuso sexual infantil son en las invasiones o barrios populares, donde hay hacinamiento, así como en los corregimientos. Foto referencia.
En Valledupar donde más se presentan casos de abuso sexual infantil son en las invasiones o barrios populares, donde hay hacinamiento, así como en los corregimientos. Foto referencia.

Más de 600 casos de abuso sexual en menores de edad se registraron en el Cesar en el 2016 y en lo que va corrido del año ya se presentan más de 70 casos, en los que la mayor incidencia se da en el corredor minero.

Así lo dio a conocer la encargada de la Dimensión de Gestión Diferencial de Población Vulnerable de la Secretaría de Salud Departamental, Yaneth Esmeral Ariza, quien precisó que “las cifras demuestran que este problema es bastante delicado. No se puede hablar de casos subgéneris en determinados municipios porque en todas las regiones del Cesar se evidencian casos”.

Según la experta en Trabajo Social, el hogar que es donde debe haber mayor protección para los niños sucede lo contrario, porque es allí donde violentan y maltratan al menor; los abusadores en su gran mayoría son conocidos del menor como padrastros, hermanos, tíos o vecinos. “Se hace un llamado a la ciudadanía y que todas las entidades nos unamos para tratar el tema de familia”, acotó.

Entre las señales de un niño abusado, de acuerdo con la psicóloga Dairis Ovalle, se destacan: un comportamiento retraído, presentar pesadillas o problemas para dormir, rehusarse a comer; tener cambios repentinos en su estado ánimo como furia, inseguridad o miedo; y tener un retroceso en el manejo de los esfínteres, por lo que los padres deben estar atentos a los cambios en el comportamiento de sus niños.

“Los padres deben preguntarle a sus hijos cuando son cuidados por otros adultos a qué jugaron, de qué hablaron, cómo se sintió, lo positivo y negativo de quedarse con esa persona y darle la seguridad y confianza para que les digan la verdad. Con los adolescentes se debe estar alerta con el tema de Internet, puesto que permite contactar personas desconocidas, que es una pauta para caer en el tema de abuso”, subrayó.

En Valledupar

Voceros de la Defensoría de Familia de Valledupar aseguraron que en abril se presentaron 32 casos de abuso sexual a menores y en mayo se registraron 34, los cuales se dieron principalmente en invasiones o barrios populares, donde hay hacinamiento, así como en los corregimientos. En los barrios de estratos altos no suelen presentarse denuncias de estos casos.

En comparación con años anteriores, las cifras de abuso sexual en la capital del Cesar han aumentado los casos cerca del 20%. La coordinadora de la dimensión Sexualidad y Derechos Sexuales y Reproductivos de Valledupar, Rosanna Sabatino Cantillo, asegura que lo anterior se debe a la difusión de la ruta de atención, la promoción de esas denuncias y las acciones educativas a toda la comunidad en el área urbana y rural.

La población más afectada en la capital del Cesar es la de cinco a 14 años, siendo las mujeres las más afectadas. En la comuna tres se presentaron el 5% de los casos, en la comuna cinco el 17% y en la comuna 4 el 17%.

Ruta de atención

Funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar del Cesar explicaron que cuando sucede un caso de violencia sexual contra un niño, niña o adolescente se debe activar una ruta de atención inmediata por parte del sector salud, ya que estos casos son definidos como un evento de salud pública y una urgencia. Allí se practican todos los exámenes médicos y se evitan posibles contagios sexuales o embarazos forzados.

Después se remiten los resultados al Instituto Nacional de Medicina Legal para que haga parte del dictamen pericial y de las pruebas que se allegarán a la investigación penal.

De esta forma, se adelantan dos procesos paralelos: uno a cargo del ICBF en cabeza de los defensores de familia quienes deben garantizar que los derechos de los niños, niñas y adolescentes se restablezcan y, otro por la Fiscalía referido a la investigaciones de estos crímenes.

Acciones gubernamentales

La líder de la dimensión Gestión Diferencial y Poblaciones Vulnerables de la Secretaría de Salud del Cesar afirmó que para contrarrestar esta situación se crearon las redes de apoyo, que están conformadas por un nodo institucional, uno comunitario y uno familiar. “Se elaboró un mapa social de riesgos para niños, niñas y adolescentes, y se priorizó uno de los problemas más graves que afectan a esta población como es el abuso sexual. En los encuentros de esas redes se decidió establecer un día en el departamento en el cual se movilizara la población, donde se visibilizara en la agenda pública el problema y se construyeran pactos comunitarios con autoridades locales frente al compromiso de luchar contra el abuso en niños y adolescentes”, aseguró.

Asimismo existen 26 Comités Consultivos de Prevención de Abuso y Atención Integral, donde se conminan unas competencias al sector salud, protección y de justicia.

Panorama nacional

Según cifras oficiales, cada 120 minutos se alerta de un hecho de abuso sexual en Colombia. De diez casos, en siete las víctimas son niños.

Durante el año 2016, el Instituto de Medicina Legal atendió 17.908 casos de menores remitidos por denuncias de presunto abuso sexual. El 2017 tampoco pinta bien. De enero a marzo habían recibido atención por aparente violación 4.315 menores de 17 años. El mayor número de casos se presenta en niñas y niños entre los 10 y los 14 años. Le siguen los que están entre cinco y nueve años. Los bebés también son víctimas; casi 500 niños, desde recién nacidos hasta los cuatro años, tuvieron que ser sometidos a exámenes médicos por presunto delito sexual.

De acuerdo con un informe, auspiciado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Aldeas Infantiles SOS y la Agencia de Comunicaciones Pandi, la desintegración familiar, la falta de comunicación con los niños o el cuidado por parte de otras personas porque sus padres trabajan fuera para sostener el hogar son algunos de los factores de riesgo que inciden sobre este hecho.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN