Por  Gustavo Cotes Medina

Colombia, México, Perú y Chile conformarán un nuevo bloque comercial que podría convertirse en uno de los más fuertes en este hemisferio, pues tendría un mercado superior a los 200 millones de habitantes. Los presidentes Santos, Calderón, García y Piñera son defensores de la economía de mercado, forman parte del Arco del Pacífico, y tienen el interés común de echar abajo algunas de las barreras tradicionales que los separan como naciones. Además, con este acto audaz se estaría rescatando el concepto de integración que está entrando en crisis en algunos  casos puntuales.

La idea inicial es del presidente Alan García y tiene el propósito fundamental  de configurar un área donde haya libre comercio de bienes, de capitales y de tránsito de personas, porque “la competencia a nivel mundial ya no es de países, sino de regiones”. El otro objetivo es integrarse para iniciar una  ofensiva comercial conjunta en Asia Pacífico, porque esa región se ha transformado en el principal polo de crecimiento económico en el mundo y se perfila como un centro muy atractivo e importante en la economía del planeta para el siglo XXI.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)0 esta ofensiva es “ineludible” por las razones ya mencionadas. Ecuador y Panamá podrían vincularse posteriormente al proyecto, mientras armonizan sus normas internas de comercio. Con la posible entrada de estos dos países estaríamos hablando de un mercado promisorio de 220 millones de habitantes, con productos de exportación como petróleo, vehículos, alimentos, pescado, textiles, carbón, café, ferroníquel, cobre, frutas, verduras y vinos.

Hasta el momento los únicos nubarrones que tiene esta plataforma de negocios son las próximas elecciones presidenciales en Perú, donde sus habitantes tendrán que escoger  entre los candidatos Ollanta Humala y Keiko Fujimiri que manejan un discurso entre el viejo populismo de izquierda y el nuevo populismo de derecha. De esta fórmula, el próximo 5 de junio, podría salir de la manga un nuevo presidente vendedor de promesas y de soluciones mágicas.

Según el Nobel Vargas Llosa, el pueblo está obligado a tomar una decisión entre “el sida o el cáncer”. Son términos muy duros para referirse al futuro del “milagro peruano” que tiene altos índices de crecimiento económico, pero con baja capacidad de redistribución de los ingresos. En la práctica, Perú podría compararse con un gran edificio que tiene el peligro de estar construido sobre un terreno pantanoso.

Este jueves 28 de abril quedará protocolizado en Lima el proceso de internacionalización de la denominada Área de Integración Profunda, AIP. Los  presidentes firmarán un acuerdo que pretende integrar las economías de los cuatro países para buscar caminos que le permitan acceder a mercados globales, con énfasis en el de Asia, pero como un solo bloque y como una región. De esta manera, se le estará dando un apoyo político del más alto nivel a esta iniciativa regional.
Estos cuatro países, que tienen frontera marítima con Asia, van a actuar juntos, acordarán una hoja de ruta, compartirán oficinas y personal diplomático y  fijarán posiciones unificadas sobre asuntos de interés común. Además, Colombia buscará la inclusión en APEC, un foro integrado por los países más importantes del mundo que tienen costas sobre el Pacífico, y se espera que Perú, Chile y México- que hacen parte de este importante grupo-  puedan impulsar el ingreso de Colombia.

Para la cumbre de presidentes ya se presentan algunos avances con la denominada acumulación de origen: se pueden traer insumos de un país a otro, que a la vez los transforma y luego los exporta a un tercero. Se están logrando progresos en la facilitación del comercio que implica agilizar el trámite aduanero y se avanza en materia de circulación de personas, en ciencia y tecnología, en la política de las Pymes y en la integración energética.

Ya se sienten los pasos firmes de la AIP y Colombia confirma que está desempeñando un papel estelar en los nuevos espacios mundiales. ¡Las velas estarán encendidas para esta ocasión especial, que nuestro país debe aprovechar al máximo para renovar esperanzas!
NOTA: Desde esta columna celebramos complacidos la versión 44 del Festival de la Leyenda Vallenata, que está curado de espantos y mantiene siempre sus brazos abiertos.
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