BITÁCORA Por: Oscar Ariza Daza Algún interés se está moviendo desde hace algunas semanas en la administración municipal de Valledupar y quisiera pensar que no es político. El alcalde salió a los medios de comunicación a hacer declaraciones que envían un mensaje ambiguo a la opinión pública, pues pareciera que no conoce realmente la situación […]
BITÁCORA
Por: Oscar Ariza Daza
Algún interés se está moviendo desde hace algunas semanas en la administración municipal de Valledupar y quisiera pensar que no es político. El alcalde salió a los medios de comunicación a hacer declaraciones que envían un mensaje ambiguo a la opinión pública, pues pareciera que no conoce realmente la situación del municipio o que quiere desconocerla para plantear un choque con el gobierno departamental como cortina de humo, mientras la ciudad se debate en la peor crisis de inseguridad, una alta accidentalidad de motos y carros por falta de autoridad y la ausencia de agua en muchos barrios.
Lo que respecta a la construcción de los parques de Novalito, Populandia, Garupal y Ciudadela 450 años, por un monto de cinco mil seiscientos millones de pesos, ha puesto de manifiesto una vez más que las concesiones han sido creadas y sostenidas por las administraciones de turno en Valledupar como un negocio en detrimento de las arcas del dinero del pueblo; un ejemplo de ello es lo ocurrido a partir del convenio entre la Gobernación-Alcaldía en el que la primera aportaba los recursos y la segunda ejecutaba el proyecto; esta última solicitó a la gobernación que hiciera el desembolso del dinero a la fiducia Amoblamiento Urbano, que desde ese momento ha manejado los recursos y el proyecto a su antojo, desconociendo los términos legales, incumpliendo plazos, incluso las dos prórrogas que el municipio le concedió para la entrega, así como con los requerimientos técnicos de algunos parques que ya empiezan a sufrir deterioros.
Lo cierto es que siendo la alcaldía el ejecutor del proyecto, no ha hecho ninguna acción hasta ahora por abrir procesos disciplinarios por incumplimiento del contrato, lo que se constituye en omisión. Contrario a esto, en un afán de protagonismo, sin responsabilidad alguna, se precipitó a inaugurar las obras a pesar de no haber sido terminadas en su totalidad.
Aún así el alcalde sostiene que tuvo que invertir más de quinientos millones de pesos para completar el alumbrado del parque de Populandia; si esto no es mentira, ¿qué pasó con el dinero destinado por la gobernación para tal fin y qué hizo la alcaldía por controlar estos?, pues no se puede caer en acciones contradictorias como recuperar cartera morosa de impuestos y a la vez permitir que se pierdan dineros públicos.
No quisiera pensar que hay mala intención del alcalde en sus declaraciones, más bien inexactitud en la información cuando dice estar preocupado por la falta de apoyo de la gobernación, pues en la entrega de cuentas realizada en Aguachica y transmitida por TeleCaribe, la Administración Departamental presentó un informe de inversión en Valledupar de más de cuarenta y cinco mil millones de pesos en obras terminadas y en ejecución, entre las que llama la atención por el monto y por su valor social, la construcción del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias y el Centro de Atención a la Comunidad, la remodelación y ampliación del laboratorio de Salud Pública, la vía troncal Patillal – Los Corazones, construcción, dotación y operación del Jardín Social Paisaje de Sol, en el Barrio La Nevada, para atender niños menores de 6 años del programa de hogares comunitarios a cargo del ICBF, compra de lotes y construcción de 320 viviendas de interés prioritario para población ubicada en zona de alto riesgo, construcción y ampliación de 300 viviendas del barrio El Páramo, pavimentación en adoquín para la vía de La Ruta del Nazareno en Valencia de Jesús, mejoramiento de 80 viviendas en Chiriquí, construcción de dos restaurantes escolares en el colegio del corregimiento La Mina y en el de la vereda El Cielo y la masificación del servicio de gas natural domiciliario a estratos 1 y 2 en Valledupar que beneficiaron a mil usuarios entre otros.
También fueron terminadas obras de administraciones anteriores, pues el interés del gobernante no debe ser figurar como persona, sino evitar que se pierda la plata de inversiones que quedaron inconclusas como la construcción de viviendas en Populandia, la vía Tabacalera- El Jabo- Guacoche, mejoramiento del acueducto de Los Venados, la construcción de polideportivos en los corregimientos de Alto de la Vuelta, Guacoche y Valencia, construcción de andenes en la Glorieta El Obelisco, el Terminal de Transportes y la Feria Ganadera, entre otros.
Eso es alejarse de narcicismos que son los que terminan dando una imagen equívoca de los gobiernos que se miden por la publicidad que gastan en sus gobernantes y no por las obras de alta envergadura que se invierten en la comunidad, como la que se va a adjudicar este tres de Agosto para pavimentar la vía 44 después de más de 20 años en los que administraciones anteriores le sacaban el cuerpo a este deber.
BITÁCORA Por: Oscar Ariza Daza Algún interés se está moviendo desde hace algunas semanas en la administración municipal de Valledupar y quisiera pensar que no es político. El alcalde salió a los medios de comunicación a hacer declaraciones que envían un mensaje ambiguo a la opinión pública, pues pareciera que no conoce realmente la situación […]
BITÁCORA
Por: Oscar Ariza Daza
Algún interés se está moviendo desde hace algunas semanas en la administración municipal de Valledupar y quisiera pensar que no es político. El alcalde salió a los medios de comunicación a hacer declaraciones que envían un mensaje ambiguo a la opinión pública, pues pareciera que no conoce realmente la situación del municipio o que quiere desconocerla para plantear un choque con el gobierno departamental como cortina de humo, mientras la ciudad se debate en la peor crisis de inseguridad, una alta accidentalidad de motos y carros por falta de autoridad y la ausencia de agua en muchos barrios.
Lo que respecta a la construcción de los parques de Novalito, Populandia, Garupal y Ciudadela 450 años, por un monto de cinco mil seiscientos millones de pesos, ha puesto de manifiesto una vez más que las concesiones han sido creadas y sostenidas por las administraciones de turno en Valledupar como un negocio en detrimento de las arcas del dinero del pueblo; un ejemplo de ello es lo ocurrido a partir del convenio entre la Gobernación-Alcaldía en el que la primera aportaba los recursos y la segunda ejecutaba el proyecto; esta última solicitó a la gobernación que hiciera el desembolso del dinero a la fiducia Amoblamiento Urbano, que desde ese momento ha manejado los recursos y el proyecto a su antojo, desconociendo los términos legales, incumpliendo plazos, incluso las dos prórrogas que el municipio le concedió para la entrega, así como con los requerimientos técnicos de algunos parques que ya empiezan a sufrir deterioros.
Lo cierto es que siendo la alcaldía el ejecutor del proyecto, no ha hecho ninguna acción hasta ahora por abrir procesos disciplinarios por incumplimiento del contrato, lo que se constituye en omisión. Contrario a esto, en un afán de protagonismo, sin responsabilidad alguna, se precipitó a inaugurar las obras a pesar de no haber sido terminadas en su totalidad.
Aún así el alcalde sostiene que tuvo que invertir más de quinientos millones de pesos para completar el alumbrado del parque de Populandia; si esto no es mentira, ¿qué pasó con el dinero destinado por la gobernación para tal fin y qué hizo la alcaldía por controlar estos?, pues no se puede caer en acciones contradictorias como recuperar cartera morosa de impuestos y a la vez permitir que se pierdan dineros públicos.
No quisiera pensar que hay mala intención del alcalde en sus declaraciones, más bien inexactitud en la información cuando dice estar preocupado por la falta de apoyo de la gobernación, pues en la entrega de cuentas realizada en Aguachica y transmitida por TeleCaribe, la Administración Departamental presentó un informe de inversión en Valledupar de más de cuarenta y cinco mil millones de pesos en obras terminadas y en ejecución, entre las que llama la atención por el monto y por su valor social, la construcción del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias y el Centro de Atención a la Comunidad, la remodelación y ampliación del laboratorio de Salud Pública, la vía troncal Patillal – Los Corazones, construcción, dotación y operación del Jardín Social Paisaje de Sol, en el Barrio La Nevada, para atender niños menores de 6 años del programa de hogares comunitarios a cargo del ICBF, compra de lotes y construcción de 320 viviendas de interés prioritario para población ubicada en zona de alto riesgo, construcción y ampliación de 300 viviendas del barrio El Páramo, pavimentación en adoquín para la vía de La Ruta del Nazareno en Valencia de Jesús, mejoramiento de 80 viviendas en Chiriquí, construcción de dos restaurantes escolares en el colegio del corregimiento La Mina y en el de la vereda El Cielo y la masificación del servicio de gas natural domiciliario a estratos 1 y 2 en Valledupar que beneficiaron a mil usuarios entre otros.
También fueron terminadas obras de administraciones anteriores, pues el interés del gobernante no debe ser figurar como persona, sino evitar que se pierda la plata de inversiones que quedaron inconclusas como la construcción de viviendas en Populandia, la vía Tabacalera- El Jabo- Guacoche, mejoramiento del acueducto de Los Venados, la construcción de polideportivos en los corregimientos de Alto de la Vuelta, Guacoche y Valencia, construcción de andenes en la Glorieta El Obelisco, el Terminal de Transportes y la Feria Ganadera, entre otros.
Eso es alejarse de narcicismos que son los que terminan dando una imagen equívoca de los gobiernos que se miden por la publicidad que gastan en sus gobernantes y no por las obras de alta envergadura que se invierten en la comunidad, como la que se va a adjudicar este tres de Agosto para pavimentar la vía 44 después de más de 20 años en los que administraciones anteriores le sacaban el cuerpo a este deber.