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Columnista - 4 enero, 2019

Zumbido Mortal

¿Quién podría imaginar que el irritante zumbido producido por los impertinentes mosquitos que merodean nuestras casas podría desencadenar una enfermedad mortal? Los dípteros, en particular el suborden de los nematóceros, más conocidos como mosquitos o zancudos, son los insignificantes insectos voladores, que en su interior, pueden albergar a uno de los virus más comunes y […]

¿Quién podría imaginar que el irritante zumbido producido por los impertinentes mosquitos que merodean nuestras casas podría desencadenar una enfermedad mortal?

Los dípteros, en particular el suborden de los nematóceros, más conocidos como mosquitos o zancudos, son los insignificantes insectos voladores, que en su interior, pueden albergar a uno de los virus más comunes y mortíferos a nivel mundial. El Arbovirus del género Flavivirus, conocido comúnmente como virus del Dengue, es el factor etológico responsable de aproximadamente (Según la OMS) 50 millones de casos anuales a nivel mundial y que tiene en riesgo de infección a más de 24 millones de colombianos.

El ciclo del virus del Dengue inicia cuando el mosquito se alimenta con la sangre de un ser humano contagiado, que al ingerir la sangre contaminada favorece la infección de las células de su intestino por partículas virales para luego ser liberadas hacia algunos órganos como las glándulas salivales, que actúan como reservorios del virus.

La hembra del mosquito es transmisora después de un período de 7 a 14 días de contraer el virus, produciendo un cuadro clínico de fiebre de intensidad variable, cefalea o dolor de cabeza, dolor retrocular, rash cutáneo con cambio de coloración en la piel, dolor en articulaciones (artralgias) y dolor muscular (mialgias), los cuales pueden durar entre tres y cuatro días. En los niños, es frecuente que la fiebre sea la única manifestación clínica o esté asociada a síntomas digestivos como vómitos o diarrea.

Este periodo de manifestaciones floridas es continuado por una etapa crítica, en donde disminuyen bruscamente los síntomas principales como la fiebre y se presenta una disminución de la tensión arterial, aparece taquicardia, frialdad y dificultad respiratoria. Es esta la etapa de la enfermedad donde ocurren la mayor cantidad de complicaciones y muerte en pacientes no tratados y donde se requiere de una vigilancia estricta por parte del personal médico.

El virus del Dengue aùn no tiene cura, sin embargo, el tratamiento consiste en medidas de soporte de los síntomas que presente la persona contagiada. La hidratación y el manejo de la fiebre hacen parte del tratamiento, pero ya que se trata de una enfermedad de rápida evolución, que puede comprometes múltiples órganos así como la vida del paciente, es necesario el seguimiento riguroso por parte del personal de salud especializado.

La fumigación dirigida por los entes gubernamentales contra el mosquito y las acciones por parte de la comunidad encaminadas a evitar el desarrollo de su ciclo reproductivo juegan un papel fundamental en la prevención de nuevos casos. Acciones simples como aplicar repelente corporal, evitar almacenar agua en recipientes como floreros o latas, desechar llantas y basuras en donde se pueda acumular agua reducen en gran cantidad los lugares de reproducción del mosquito y consecuentemente el número de personas infectadas.

Columnista
4 enero, 2019

Zumbido Mortal

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Ivan Castro Lopez

¿Quién podría imaginar que el irritante zumbido producido por los impertinentes mosquitos que merodean nuestras casas podría desencadenar una enfermedad mortal? Los dípteros, en particular el suborden de los nematóceros, más conocidos como mosquitos o zancudos, son los insignificantes insectos voladores, que en su interior, pueden albergar a uno de los virus más comunes y […]


¿Quién podría imaginar que el irritante zumbido producido por los impertinentes mosquitos que merodean nuestras casas podría desencadenar una enfermedad mortal?

Los dípteros, en particular el suborden de los nematóceros, más conocidos como mosquitos o zancudos, son los insignificantes insectos voladores, que en su interior, pueden albergar a uno de los virus más comunes y mortíferos a nivel mundial. El Arbovirus del género Flavivirus, conocido comúnmente como virus del Dengue, es el factor etológico responsable de aproximadamente (Según la OMS) 50 millones de casos anuales a nivel mundial y que tiene en riesgo de infección a más de 24 millones de colombianos.

El ciclo del virus del Dengue inicia cuando el mosquito se alimenta con la sangre de un ser humano contagiado, que al ingerir la sangre contaminada favorece la infección de las células de su intestino por partículas virales para luego ser liberadas hacia algunos órganos como las glándulas salivales, que actúan como reservorios del virus.

La hembra del mosquito es transmisora después de un período de 7 a 14 días de contraer el virus, produciendo un cuadro clínico de fiebre de intensidad variable, cefalea o dolor de cabeza, dolor retrocular, rash cutáneo con cambio de coloración en la piel, dolor en articulaciones (artralgias) y dolor muscular (mialgias), los cuales pueden durar entre tres y cuatro días. En los niños, es frecuente que la fiebre sea la única manifestación clínica o esté asociada a síntomas digestivos como vómitos o diarrea.

Este periodo de manifestaciones floridas es continuado por una etapa crítica, en donde disminuyen bruscamente los síntomas principales como la fiebre y se presenta una disminución de la tensión arterial, aparece taquicardia, frialdad y dificultad respiratoria. Es esta la etapa de la enfermedad donde ocurren la mayor cantidad de complicaciones y muerte en pacientes no tratados y donde se requiere de una vigilancia estricta por parte del personal médico.

El virus del Dengue aùn no tiene cura, sin embargo, el tratamiento consiste en medidas de soporte de los síntomas que presente la persona contagiada. La hidratación y el manejo de la fiebre hacen parte del tratamiento, pero ya que se trata de una enfermedad de rápida evolución, que puede comprometes múltiples órganos así como la vida del paciente, es necesario el seguimiento riguroso por parte del personal de salud especializado.

La fumigación dirigida por los entes gubernamentales contra el mosquito y las acciones por parte de la comunidad encaminadas a evitar el desarrollo de su ciclo reproductivo juegan un papel fundamental en la prevención de nuevos casos. Acciones simples como aplicar repelente corporal, evitar almacenar agua en recipientes como floreros o latas, desechar llantas y basuras en donde se pueda acumular agua reducen en gran cantidad los lugares de reproducción del mosquito y consecuentemente el número de personas infectadas.