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Columnista - 28 octubre, 2021

Ya nada es como era

El mundo se está metamorfoseando de manera acelerada pero no se sabe para dónde va aunque ya encontró la puerta.  Alicia en El País de las Maravillas le pregunta al Conejo: ¿Dónde está la puerta? Y le responden: No se trata solo de saber dónde está la puerta sino a dónde conduce. Y eso, todavía […]

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El mundo se está metamorfoseando de manera acelerada pero no se sabe para dónde va aunque ya encontró la puerta.  Alicia en El País de las Maravillas le pregunta al Conejo: ¿Dónde está la puerta? Y le responden: No se trata solo de saber dónde está la puerta sino a dónde conduce. Y eso, todavía no se sabe.

El mundo está mutando.  Cambió el modo de producir y de hacer riqueza tal y como afirma Sanguinetti: los nuevos ricos no son, hoy día, los banqueros tipo  Rockefeller  o fabricantes de carros tipo Henry Ford: la riqueza ya no reposa en lo material sino que cambió de ubicación. Está en un ‘No Lugar’. En la ‘Inteligencia Artificial’,  en la innovación, en la creatividad. En lo inmaterial.

Está en lo incorpóreo: en lo digital, en las redes, en la información, en lo inasible  o en lo que Byung-Chul Han llama “No cosas”. Y eso lo sabe China. Allá la Inteligencia Artificial  hace parte de la política pública y del pensum escolar al punto que se dicta en las aulas de educación infantil. 

Las sociedades están transitando hacia lo no sensorial, hacia lo incorpóreo, al distanciamiento social y al acercamiento virtual. Los algoritmos serán el nuevo lenguaje que dominará el mundo. 

Chul-Han escribe que la información y el acceso -que son ‘No cosas’- se superponen a las cosas porque es “la información, no las cosas, las que determinan el mundo en que vivimos”, ya que  más que cosas u objetos el hombre busca más y más información, más datos y acceso a aplicaciones,  a internet  y así  está transitando a un mundo de ‘No cosas’ y ello puede  crear, con las fake news,  burbujas que se alejan de los hechos y de la verdad. 

Acceso, dice Hul-Chan, es la clave en la época que está naciendo. El acceso a redes y plataformas.  Por ejemplo, los libros pasaron de ser una cosa que se hojeaban,  envejecían y ocupaban un lugar a  un libro digital  que es una No cosa  la cual no se posee pero se tiene acceso. 

Y las implicaciones de ese mundo en las relaciones sociales, públicas y familiares son gigantescas e imprevisibles. En la comunicación digital lo sensorial se desvanece, el otro está cada vez menos presente; el otro, escribe Hul-Chan, tiende a desaparecer porque con el Smartphone se prefiere escribir que llamar y así, en este camino que todavía no se sabe a donde llevará, el hombre se  individualiza cada vez más y tiene  comunicaciones descorporeizadas y así no se crea comunidad, ni afectos, ni lazos, ni permanencia.  Ya nada será como era.

PD: A la familia Campo Cuello, la cual siento como propia: la ausencia también es presencia; es otra forma de lenguaje, de comunicarse. María Cecilia ya no está pero está de otra forma, incorpórea. La muerte es sagrada y lo sagrado está ligado al silencio y el silencio  nos hace escuchar(la) y  tenerla presente. Un abrazo sentido a todos ustedes. 

Columnista
28 octubre, 2021

Ya nada es como era

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Enrique Herrera Araujo

El mundo se está metamorfoseando de manera acelerada pero no se sabe para dónde va aunque ya encontró la puerta.  Alicia en El País de las Maravillas le pregunta al Conejo: ¿Dónde está la puerta? Y le responden: No se trata solo de saber dónde está la puerta sino a dónde conduce. Y eso, todavía […]


El mundo se está metamorfoseando de manera acelerada pero no se sabe para dónde va aunque ya encontró la puerta.  Alicia en El País de las Maravillas le pregunta al Conejo: ¿Dónde está la puerta? Y le responden: No se trata solo de saber dónde está la puerta sino a dónde conduce. Y eso, todavía no se sabe.

El mundo está mutando.  Cambió el modo de producir y de hacer riqueza tal y como afirma Sanguinetti: los nuevos ricos no son, hoy día, los banqueros tipo  Rockefeller  o fabricantes de carros tipo Henry Ford: la riqueza ya no reposa en lo material sino que cambió de ubicación. Está en un ‘No Lugar’. En la ‘Inteligencia Artificial’,  en la innovación, en la creatividad. En lo inmaterial.

Está en lo incorpóreo: en lo digital, en las redes, en la información, en lo inasible  o en lo que Byung-Chul Han llama “No cosas”. Y eso lo sabe China. Allá la Inteligencia Artificial  hace parte de la política pública y del pensum escolar al punto que se dicta en las aulas de educación infantil. 

Las sociedades están transitando hacia lo no sensorial, hacia lo incorpóreo, al distanciamiento social y al acercamiento virtual. Los algoritmos serán el nuevo lenguaje que dominará el mundo. 

Chul-Han escribe que la información y el acceso -que son ‘No cosas’- se superponen a las cosas porque es “la información, no las cosas, las que determinan el mundo en que vivimos”, ya que  más que cosas u objetos el hombre busca más y más información, más datos y acceso a aplicaciones,  a internet  y así  está transitando a un mundo de ‘No cosas’ y ello puede  crear, con las fake news,  burbujas que se alejan de los hechos y de la verdad. 

Acceso, dice Hul-Chan, es la clave en la época que está naciendo. El acceso a redes y plataformas.  Por ejemplo, los libros pasaron de ser una cosa que se hojeaban,  envejecían y ocupaban un lugar a  un libro digital  que es una No cosa  la cual no se posee pero se tiene acceso. 

Y las implicaciones de ese mundo en las relaciones sociales, públicas y familiares son gigantescas e imprevisibles. En la comunicación digital lo sensorial se desvanece, el otro está cada vez menos presente; el otro, escribe Hul-Chan, tiende a desaparecer porque con el Smartphone se prefiere escribir que llamar y así, en este camino que todavía no se sabe a donde llevará, el hombre se  individualiza cada vez más y tiene  comunicaciones descorporeizadas y así no se crea comunidad, ni afectos, ni lazos, ni permanencia.  Ya nada será como era.

PD: A la familia Campo Cuello, la cual siento como propia: la ausencia también es presencia; es otra forma de lenguaje, de comunicarse. María Cecilia ya no está pero está de otra forma, incorpórea. La muerte es sagrada y lo sagrado está ligado al silencio y el silencio  nos hace escuchar(la) y  tenerla presente. Un abrazo sentido a todos ustedes.