Hoy día es difícil encajar con el pensamiento de alguien, justamente pasamos por un arduo momento de nuestra última década, sin embargo, está en nosotros hacer todo más llevadero. Los pensamientos, ideales y posturas son propias de cada quien, por lo tanto, todas siempre serán distintas, no es necesario coincidir, solo basta con entender y […]
Hoy día es difícil encajar con el pensamiento de alguien, justamente pasamos por un arduo momento de nuestra última década, sin embargo, está en nosotros hacer todo más llevadero. Los pensamientos, ideales y posturas son propias de cada quien, por lo tanto, todas siempre serán distintas, no es necesario coincidir, solo basta con entender y respetarlas todas.
La mejor vacuna para la vida es la prudencia y el respeto; se carece de esto en todos los aspectos de la vida. Necesitamos un cambio o una mejoría. No podemos seguir por la vida destilando veneno y odio aun cuando se haga por placer.
¡Basta ya de maldad! Tenemos y podemos salir adelante a pesar de las adversidades sin que agredamos o echemos la culpa de lo que pasa al otro. Antes, seamos seres de luz, de alegría y pasión por todo, nadie sabe los esfuerzos y sacrificios del otro, pero sin duda podemos mejorar su condición siendo propositivos.
Criticar, juzgar, y lanzar juicios a priori está muy de moda, la vida se nos va en eso y es ahí en donde nuestras ataduras comienzan, justamente atacando la vida de otro y no siendo propositivos.
Vacúnate contra la maldad y la mala vibra, hagámonos a un lado si nuestra razón no es construir y dejemos hacer a quien tiene todo el interés por hacer y las ganas de cambiar visiones y estilos de vida. Vacunémonos contra aquello que simplemente estancaría nuestra felicidad. La vida es un ratico y una forma de malgastar el tiempo es no dejando hacer lo que los demás están dispuestos a entregar aún en la adversidad.
Hoy día es difícil encajar con el pensamiento de alguien, justamente pasamos por un arduo momento de nuestra última década, sin embargo, está en nosotros hacer todo más llevadero. Los pensamientos, ideales y posturas son propias de cada quien, por lo tanto, todas siempre serán distintas, no es necesario coincidir, solo basta con entender y […]
Hoy día es difícil encajar con el pensamiento de alguien, justamente pasamos por un arduo momento de nuestra última década, sin embargo, está en nosotros hacer todo más llevadero. Los pensamientos, ideales y posturas son propias de cada quien, por lo tanto, todas siempre serán distintas, no es necesario coincidir, solo basta con entender y respetarlas todas.
La mejor vacuna para la vida es la prudencia y el respeto; se carece de esto en todos los aspectos de la vida. Necesitamos un cambio o una mejoría. No podemos seguir por la vida destilando veneno y odio aun cuando se haga por placer.
¡Basta ya de maldad! Tenemos y podemos salir adelante a pesar de las adversidades sin que agredamos o echemos la culpa de lo que pasa al otro. Antes, seamos seres de luz, de alegría y pasión por todo, nadie sabe los esfuerzos y sacrificios del otro, pero sin duda podemos mejorar su condición siendo propositivos.
Criticar, juzgar, y lanzar juicios a priori está muy de moda, la vida se nos va en eso y es ahí en donde nuestras ataduras comienzan, justamente atacando la vida de otro y no siendo propositivos.
Vacúnate contra la maldad y la mala vibra, hagámonos a un lado si nuestra razón no es construir y dejemos hacer a quien tiene todo el interés por hacer y las ganas de cambiar visiones y estilos de vida. Vacunémonos contra aquello que simplemente estancaría nuestra felicidad. La vida es un ratico y una forma de malgastar el tiempo es no dejando hacer lo que los demás están dispuestos a entregar aún en la adversidad.