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Columnista - 25 agosto, 2014

¡Y pa? Fonseca me voy!

A recibir el homenaje al mérito literario, el viernes 29 de agosto, que nos hace la Universidad de La Guajira, al doctor Stevenson Marulanda y a mí, por el aporte a la literatura e investigación vallenata y guajira, un reconocimiento que llevaré en mi corazón y que recibo con humildad, representa regresar a mis raíces […]

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A recibir el homenaje al mérito literario, el viernes 29 de agosto, que nos hace la Universidad de La Guajira, al doctor Stevenson Marulanda y a mí, por el aporte a la literatura e investigación vallenata y guajira, un reconocimiento que llevaré en mi corazón y que recibo con humildad, representa regresar a mis raíces guajiras, a la tierra de mis padres, de mis vacaciones de infancia.

No puedo olvidar cuando tomábamos esa vía destapada, desde Valledupar, en aquel Toyota verde, recorriendo la provincia hasta La Villa de San Agustín, donde nos esperaba “Tota”, mi abuela, con un sencillo vestido de luto, el cabello encanecido, sostenido por una peineta de carey y una emocionada mirada de bienvenida, junto a “Fanique” su fiel e incondicional compañera; enseguida llegaban los amigos de mi padre con la respectiva botella de Old Parr a hablar de política, parecían salidos de una novela de García Márquez; Lamberto García, Oscar Poa, El “Mono” Corzo, Clodomiro Sandoval, Darío Tovar y otros.

Mientras yo me iba a con mi primo “Mote” a jugar con arena, debajo de los higuitos, al filo de la vía principal, por donde pasaban los buses intermunicipales de Copetran y Cosita Linda, bajo la mirada vigilante y angustiada de tía “Bicha” que siempre nos decía, ¡Tengan cuidao, miren que esos buses vienen regateando, vengan para acá que les tengo un jugo de zanahoria con naranja”; nuestro recorrido continuaba en La Plaza, para recoger a William Parody y de ahí, con escopeta de copita al hombro, salíamos para El Pozo de la Compuerta, a bañarnos en el Ranchería y, dizque, a cazar; regresábamos por la tarde, muertos del hambre, directo a donde tía Nora, que siempre nos guardaba algo para calmar el apetito.

Una de tantas veces, mientras comía, escuché un carro de perifoneo que anunciaba una KZ con Jorge Oñate y Juancho Rois, enseguida se me prendieron las antenas, nunca había podido entrar por ser menor de edad, pero “Mote” me dijo: “aquí en Fonseca no hay problema, el portero de La Estrella es amigo mío” y era verdad, ingrese a la KZ con grabadora en mano y por fin pude conocer a mi cantante favorito.

Quiero agradecer al rector de la Universidad de La Guajira, Dr. Carlos Robles; la directora de la extensión Fonseca, Dra. Maryori Manjarrés y al Consejo Académico; por esta fiesta literaria, investigativa y musical que incentiva a continuar trabajando por una tierra, que a pesar de haber tenido todo en la música vallenata, hoy atraviesa una profunda crisis, con un Festival del Retorno en cuidados intensivos. Esperemos que esta iniciativa, sea un motivador para que se retomen políticas que propendan por el apoyo de la cultura fonsequera que tanto le ha entregado a Colombia.

También quiero agradecer la participación de la alcaldía de Valledupar y del director de la Casa de la Cultura Alberto Muñoz que presentará La Palabra Encantada con distinguidos panelistas como Julio Oñate M, José H. Gómez, Roger Bermúdez y Tomas D Gutiérrez; y a Los Juglares, la agrupación que se ha convertido en sensación en toda la región. Lo mismo que a la Gobernación de La Guajira, por su aporte y la presentación de Silvio Brito y el “Pangue” Maestre que también estarán alegrando el evento.

Muchas gracias a todos y ¡pa? Fonseca me voy!

Columnista
25 agosto, 2014

¡Y pa? Fonseca me voy!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

A recibir el homenaje al mérito literario, el viernes 29 de agosto, que nos hace la Universidad de La Guajira, al doctor Stevenson Marulanda y a mí, por el aporte a la literatura e investigación vallenata y guajira, un reconocimiento que llevaré en mi corazón y que recibo con humildad, representa regresar a mis raíces […]


A recibir el homenaje al mérito literario, el viernes 29 de agosto, que nos hace la Universidad de La Guajira, al doctor Stevenson Marulanda y a mí, por el aporte a la literatura e investigación vallenata y guajira, un reconocimiento que llevaré en mi corazón y que recibo con humildad, representa regresar a mis raíces guajiras, a la tierra de mis padres, de mis vacaciones de infancia.

No puedo olvidar cuando tomábamos esa vía destapada, desde Valledupar, en aquel Toyota verde, recorriendo la provincia hasta La Villa de San Agustín, donde nos esperaba “Tota”, mi abuela, con un sencillo vestido de luto, el cabello encanecido, sostenido por una peineta de carey y una emocionada mirada de bienvenida, junto a “Fanique” su fiel e incondicional compañera; enseguida llegaban los amigos de mi padre con la respectiva botella de Old Parr a hablar de política, parecían salidos de una novela de García Márquez; Lamberto García, Oscar Poa, El “Mono” Corzo, Clodomiro Sandoval, Darío Tovar y otros.

Mientras yo me iba a con mi primo “Mote” a jugar con arena, debajo de los higuitos, al filo de la vía principal, por donde pasaban los buses intermunicipales de Copetran y Cosita Linda, bajo la mirada vigilante y angustiada de tía “Bicha” que siempre nos decía, ¡Tengan cuidao, miren que esos buses vienen regateando, vengan para acá que les tengo un jugo de zanahoria con naranja”; nuestro recorrido continuaba en La Plaza, para recoger a William Parody y de ahí, con escopeta de copita al hombro, salíamos para El Pozo de la Compuerta, a bañarnos en el Ranchería y, dizque, a cazar; regresábamos por la tarde, muertos del hambre, directo a donde tía Nora, que siempre nos guardaba algo para calmar el apetito.

Una de tantas veces, mientras comía, escuché un carro de perifoneo que anunciaba una KZ con Jorge Oñate y Juancho Rois, enseguida se me prendieron las antenas, nunca había podido entrar por ser menor de edad, pero “Mote” me dijo: “aquí en Fonseca no hay problema, el portero de La Estrella es amigo mío” y era verdad, ingrese a la KZ con grabadora en mano y por fin pude conocer a mi cantante favorito.

Quiero agradecer al rector de la Universidad de La Guajira, Dr. Carlos Robles; la directora de la extensión Fonseca, Dra. Maryori Manjarrés y al Consejo Académico; por esta fiesta literaria, investigativa y musical que incentiva a continuar trabajando por una tierra, que a pesar de haber tenido todo en la música vallenata, hoy atraviesa una profunda crisis, con un Festival del Retorno en cuidados intensivos. Esperemos que esta iniciativa, sea un motivador para que se retomen políticas que propendan por el apoyo de la cultura fonsequera que tanto le ha entregado a Colombia.

También quiero agradecer la participación de la alcaldía de Valledupar y del director de la Casa de la Cultura Alberto Muñoz que presentará La Palabra Encantada con distinguidos panelistas como Julio Oñate M, José H. Gómez, Roger Bermúdez y Tomas D Gutiérrez; y a Los Juglares, la agrupación que se ha convertido en sensación en toda la región. Lo mismo que a la Gobernación de La Guajira, por su aporte y la presentación de Silvio Brito y el “Pangue” Maestre que también estarán alegrando el evento.

Muchas gracias a todos y ¡pa? Fonseca me voy!