Por: Luis Rafael Nieto Pardo Desde hace muchísimo tiempo he sido un asiduo y fanático lector del periódico El Heraldo de Barranquilla; y les confieso que a raíz de la llegada a las administraciones departamental y municipal de esos dos personajes: Eduardo Verano de La Rosa, en la gobernación, y Alejandro Char, en la alcaldía, […]
Por: Luis Rafael Nieto Pardo
Desde hace muchísimo tiempo he sido un asiduo y fanático lector del periódico El Heraldo de Barranquilla; y les confieso que a raíz de la llegada a las administraciones departamental y municipal de esos dos personajes: Eduardo Verano de La Rosa, en la gobernación, y Alejandro Char, en la alcaldía, se ha acrecentado mi interés diario en la llegada de un proveedor con el periódico a fin de conocer que nueva obra o gestión han emprendido o están a punto de culminar estos servidores públicos, que, tal parece, se pusieron de acuerdo por competir sanamente en la loable tarea de realizar la mayor cantidad posible de obras en beneficio de sus conciudadanos.
Contrario a lo que sucede en otras esferas o administraciones, en donde lo cotidiano es el escándalo y la corrupción, en cuanto a ellos se refiere lo que siempre se resalta como constante son las obras y realizaciones. Pero lo más impresionante es la gran ampliación en la cobertura en salud y movilidad. Concretamente, y en cuanto a Char se refiere, pienso que jamás ningún burgomaestre en época anterior puso tanto empeño e interés en construir tantos hospitales y puestos de salud; invertir tanto en obras públicas para mejorar al mismo tiempo la movilidad y la educación de todos sus paisanos; pero en especial para los menos favorecidos, y lo que más cabe resaltar es la preocupación por la transparencia y pulcritud en la inversión y el buen resultado a corto tiempo y con calidad en las obras.
Verdaderamente, produce envidia de la buena, ver cómo este joven empresario de apariencia descomplicada y de sencillo desenvolvimiento, demuestra con orgullo y buen sentido la satisfacción del deber cumplido. La forma como encara a los empresarios y contratistas conminándolos a cumplir bien y fielmente con los compromisos adquiridos con la Administración Municipal.
Ejemplo de ello fue el reciente jalón de orejas, acompañado de un tono enérgico y frentero, como solicitó a los directores de Transmetro (nuevo sistema de trasporte masivo para Barranquilla y su área metropolitana), no seguir “mamando gallo” (sic) con el tema de la fecha de inicio de entrada en operaciones del sistema. Con el talante independiente que caracteriza su gestión, este joven no tuvo ningún inconveniente en “regañar” públicamente a los directivos, pidiendo certeza y franqueza en la información, “que dejen de estar divagando en un asunto tan importante para la ciudad” dijo concretamente.
Todas las anteriores apreciaciones y acotaciones las he tomado como preámbulo necesario y referente comparativo con relación a lo que está sucediendo en nuestro entorno ciudadano, en nuestra Ciudad de los Santos Reyes.
Lo anterior, por cuanto me parece que resultaría egoísta y mezquino no reconocer que desde el inicio de la nueva administración municipal se tiene la impresión de que algo está cambiando en cuanto a procurar prodigarnos un mejor contexto de ciudad a futuro; de que las tantas vallas con lemas como “con seguridad vives más”; o que donde ellas se encuentran instaladas se está gestando una nueva obra en pro de mejorar la ciudad, no se trata de simples slogans.
Y eso hay que abonárselo a la nueva administración, porque, aun no terminada, ya da gusto ver cómo se ha cambiado la imagen a la Avenida Hurtado o Los Cortijos, con el arreglo y adoquinamiento de los separadores. Y que decir de la nueva imagen que tendrá el centro de la ciudad con el arreglo de redes de alcantarillado, calzadas y adoquinamiento. En fin, los cambios se están viendo y esperamos que todas estas inversiones estén debidamente blindadas en cuanto al tema preocupante y de primer nivel como es el de la corrupción. Entendemos que existe un Comité de Seguimiento y existen los veedores ciudadanos (por el bien del mandatario y su equipo de trabajo), porque si bien es cierto que “obras son amores”, no resulta menos cierto que de nada vale que se realicen si no se hacen con calidad, si no se procura mejorar en los detalles de acabado en general.
Lástima que por estos días el invierno (bienvenido sea) ha ocasionado demoras en la culminación de los trabajos y ha afectado en parte la movilidad en las vías. Sin embargo, también vale la pena resaltar, que pese a las inclemencias del tiempo, la tesonera y promisoria labor que desde un comienzo, y sin tanto protagonismo, viene desarrollando el nuevo secretario de tránsito y transporte, quien, abanderado del proyecto de sistema estratégico de transporte público colectivo (SETP), tiene como meta primordial realizar una transformación urbana en esta querida y amable ciudad, que bien se lo merece. Por ello esperamos que este coequipero del Alcalde logre resolver la problemática de movilidad.