Imelda Daza Cotes El primer Foro de la Izquierda Latinoamericana tuvo lugar en Sâo Paulo-Brasil en 1990, de allí tomó su nombre. Surgió a instancias del Partido de los Trabajadores del Brasil, como un espacio de discusión y debates, conformado por partidos y grupos de izquierda latinoamericanos. Ese primer encuentro fue una respuesta al derrumbe […]
Imelda Daza Cotes
El primer Foro de la Izquierda Latinoamericana tuvo lugar en Sâo Paulo-Brasil en 1990, de allí tomó su nombre. Surgió a instancias del Partido de los Trabajadores del Brasil, como un espacio de discusión y debates, conformado por partidos y grupos de izquierda latinoamericanos. Ese primer encuentro fue una respuesta al derrumbe de la URSS; el propósito era recuperar la izquierda y a partir de ahí lo ha logrado, toda vez que de este Foro en Caracas, sale muy fortalecida
También en 1990, la derecha triunfante, lanzó el Consenso de Washington que asumió el neoliberalismo como paradigma económico, y su “pensamiento único” como elemento unificador alrededor del capitalismo. Esta doctrina encontró seguidores obsecuentes en toda Latinoamérica, desde la ultraderecha de Pinochet hasta los socialdemócratas de Brasil, Venezuela, Chile, nacionalistas de Argentina y México, pasando por gobiernos conservadores y liberales de variada índole. Las consecuencias no se hicieron esperar y la crisis económica -que hoy soporta Europa- se agudizó en Latinoamérica
Mientras tanto la izquierda, a la defensiva, resistía a la hegemonía neoliberal. El Foro de Sâo Paulo se convirtió en estos 18 años en un espacio de encuentros, de denuncias y de búsquedas que llevaron a la conquista de nuevos espacios y a la adopción de nuevas alternativas. Hoy son 10 los países latinoamericanos cuyos gobernantes provienen de partidos o movimientos que son miembros del Foro de Sâo Paulo. Conviene aclarar que los miembros del Foro no son los países sino las Organizaciones(Partidos, Grupos, Movimientos de izquierda)
En Caracas se encontraron recientemente, entre el 4 y el 6 de julio, 800 líderes y delegados de movimientos sociales y de partidos políticos y unos 100 representantes de Grupos y Organizaciones progresistas de 50 países, entre ellos, Grecia, Palestina, Italia, Francia y Kurdistán. Los temas tratados tuvieron que ver con: Unión e Integración Latinoamericana, Democracia, Seguridad y Narcotráfico, Defensa, Movimientos Sindicales y Poder Popular, Migraciones, Pueblos originarios, Medio ambiente y Medios de comunicación
Todos los debates y exposiciones se dieron en un ambiente de camaradería, fraternidad y de mucha unidad en la diversidad. Fue una gran fiesta democrática. Se puso énfasis en la urgencia de definir y adoptar un modelo alternativo al capitalismo en crisis, un modelo humanista que haga posible vivir bien en armonía con la naturaleza. La lucha de la izquierda es contra el capitalismo depredador y su modelo neoliberal en el que predominan el poder del capital financiero, las privatizaciones, los agronegocios, la gran minería expoliadora y donde la democracia se traduce en libertinaje para los poderosos, cuyos intereses son los únicos que algunos Estados defienden.
Entre las muchas recomendaciones y conclusiones vale la pena mencionar el reconocimiento hecho a la necesidad de ampliar la democracia, de construir nuevos espacios de encuentro y debate entre los dirigentes y gobernantes y los movimientos sociales de indígenas, campesinos, estudiantes, obreros, intelectuales, pequeños empresarios, para, entre todos, identificar los problemas y proponer soluciones. La democracia representativa no es efectiva se impone una democracia participativa, que funcione. Así mismo se enfatizó en la necesidad de romper con el monopolio de la información que ignora a los líderes y a los movimientos populares. La gente tiene derecho a hablar y a ser escuchada, hay que democratizar los medios de comunicación. El pensamiento dominante y las decisiones importantes tienen que ser resultado de las voces de todos los que quieran participar
El Foro concluyó con un llamado a unificar la lucha antiimperialista en Latinoamérica, a fortalecer las instancias de integración -CELAC, ALBA, UNASUR y MERCOSUR- a continuar luchando contra el neoliberalismo y contra la injerencia estadounidense que busca frenar los avances sociales, a trabajar por la paz en la región y por la finalización de los conflictos, por la construcción de un mundo en paz, democracia y con justicia social. Finalmente el secretario ejecutivo del Foro, Valter Pomar, dirigente del Partido del Trabajo (PT) de Brasil, al leer las conclusiones, advirtió “otro mundo es posible y nosotros lo estamos construyendo: Un mundo socialista”.
Imelda Daza Cotes El primer Foro de la Izquierda Latinoamericana tuvo lugar en Sâo Paulo-Brasil en 1990, de allí tomó su nombre. Surgió a instancias del Partido de los Trabajadores del Brasil, como un espacio de discusión y debates, conformado por partidos y grupos de izquierda latinoamericanos. Ese primer encuentro fue una respuesta al derrumbe […]
Imelda Daza Cotes
El primer Foro de la Izquierda Latinoamericana tuvo lugar en Sâo Paulo-Brasil en 1990, de allí tomó su nombre. Surgió a instancias del Partido de los Trabajadores del Brasil, como un espacio de discusión y debates, conformado por partidos y grupos de izquierda latinoamericanos. Ese primer encuentro fue una respuesta al derrumbe de la URSS; el propósito era recuperar la izquierda y a partir de ahí lo ha logrado, toda vez que de este Foro en Caracas, sale muy fortalecida
También en 1990, la derecha triunfante, lanzó el Consenso de Washington que asumió el neoliberalismo como paradigma económico, y su “pensamiento único” como elemento unificador alrededor del capitalismo. Esta doctrina encontró seguidores obsecuentes en toda Latinoamérica, desde la ultraderecha de Pinochet hasta los socialdemócratas de Brasil, Venezuela, Chile, nacionalistas de Argentina y México, pasando por gobiernos conservadores y liberales de variada índole. Las consecuencias no se hicieron esperar y la crisis económica -que hoy soporta Europa- se agudizó en Latinoamérica
Mientras tanto la izquierda, a la defensiva, resistía a la hegemonía neoliberal. El Foro de Sâo Paulo se convirtió en estos 18 años en un espacio de encuentros, de denuncias y de búsquedas que llevaron a la conquista de nuevos espacios y a la adopción de nuevas alternativas. Hoy son 10 los países latinoamericanos cuyos gobernantes provienen de partidos o movimientos que son miembros del Foro de Sâo Paulo. Conviene aclarar que los miembros del Foro no son los países sino las Organizaciones(Partidos, Grupos, Movimientos de izquierda)
En Caracas se encontraron recientemente, entre el 4 y el 6 de julio, 800 líderes y delegados de movimientos sociales y de partidos políticos y unos 100 representantes de Grupos y Organizaciones progresistas de 50 países, entre ellos, Grecia, Palestina, Italia, Francia y Kurdistán. Los temas tratados tuvieron que ver con: Unión e Integración Latinoamericana, Democracia, Seguridad y Narcotráfico, Defensa, Movimientos Sindicales y Poder Popular, Migraciones, Pueblos originarios, Medio ambiente y Medios de comunicación
Todos los debates y exposiciones se dieron en un ambiente de camaradería, fraternidad y de mucha unidad en la diversidad. Fue una gran fiesta democrática. Se puso énfasis en la urgencia de definir y adoptar un modelo alternativo al capitalismo en crisis, un modelo humanista que haga posible vivir bien en armonía con la naturaleza. La lucha de la izquierda es contra el capitalismo depredador y su modelo neoliberal en el que predominan el poder del capital financiero, las privatizaciones, los agronegocios, la gran minería expoliadora y donde la democracia se traduce en libertinaje para los poderosos, cuyos intereses son los únicos que algunos Estados defienden.
Entre las muchas recomendaciones y conclusiones vale la pena mencionar el reconocimiento hecho a la necesidad de ampliar la democracia, de construir nuevos espacios de encuentro y debate entre los dirigentes y gobernantes y los movimientos sociales de indígenas, campesinos, estudiantes, obreros, intelectuales, pequeños empresarios, para, entre todos, identificar los problemas y proponer soluciones. La democracia representativa no es efectiva se impone una democracia participativa, que funcione. Así mismo se enfatizó en la necesidad de romper con el monopolio de la información que ignora a los líderes y a los movimientos populares. La gente tiene derecho a hablar y a ser escuchada, hay que democratizar los medios de comunicación. El pensamiento dominante y las decisiones importantes tienen que ser resultado de las voces de todos los que quieran participar
El Foro concluyó con un llamado a unificar la lucha antiimperialista en Latinoamérica, a fortalecer las instancias de integración -CELAC, ALBA, UNASUR y MERCOSUR- a continuar luchando contra el neoliberalismo y contra la injerencia estadounidense que busca frenar los avances sociales, a trabajar por la paz en la región y por la finalización de los conflictos, por la construcción de un mundo en paz, democracia y con justicia social. Finalmente el secretario ejecutivo del Foro, Valter Pomar, dirigente del Partido del Trabajo (PT) de Brasil, al leer las conclusiones, advirtió “otro mundo es posible y nosotros lo estamos construyendo: Un mundo socialista”.