Solidaria se mostró la comunidad de la etnia indígena Wiwa asentada en el Cesar con sus hermanos del sector de Kemankumake, estribación de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde 11 nativos perdieron la vida y otros 20 resultaron heridos tras recibir una descarga eléctrica.

A la 1:00 de la madrugada de ayer, Pedro Manuel Loperena, coordinador de Derechos Humanos de los pueblos Wiwa, salió con 21 compañeros desde la Casa Indígena en Valledupar hacia el lugar de la tragedia.
“Vamos acompañar al Mamo mayor Ramón Gil y a los hermanos Wiwas que están en esta comunidad, todos nos unimos por el mal momento que están pasando”, dijo vía telefónica Loperena a este medio.
El defensor de los Derechos Humanos en esta etnia, manifestó que llegaron a las 6:00 de la mañana al Batallón de Alta Montaña No. 6, allí fueron recibidos por el coronel Jorge Santodomingo, jefe de Acción Integral de la Primera División, quien prestó la atención para subir a los 22 indígenas a Kemankumake.
“Desafortunadamente por cuestiones de la naturaleza después que despegamos, no pudimos llegar a la comunidad Kemankumake porque hay mucha neblina, el helicóptero aterrizó de nuevo en el Batallón y vamos a subir en carros o animales si así se debe hacer”, declaró Pedro Loperena.
Frente al sepelio de las 11 personas fallecidas, Pedro Manuel Loperena señaló que la delegación del Cesar subió a colaborar en el tema del entierro, pero no tenía claro cuántos días tardarán los ritos que le rinden cuando la muerte es como forma de expresión de la naturaleza.

Nueva tragedia
Un nuevo episodio de dolor sacude la comunidad indígena situada en la Sierra Nevada de Santa Marta. Esta vez, los afectados son de la etnia Arhuaca.
Un alud de tierra sepultó la tarde del martes, en el sector Windiba, en la vereda El Cincuenta, jurisdicción de Fundación, Magdalena, tres niños de 11, 6 y 3 años, y dos bebés de seis y un mes de nacidos.
Del hecho fue rescatado ayer Francisco Lado Crespo, de 44 años, padre de los cinco menores del resguardo indígena windiva que murieron a causas de la avalancha. El hombre fue a las 10:40 de la mañana por miembros de la Primera División del Ejército, que luego lo llevaron a la clínica Mar Caribe en Santa Marta.
El coronel Jorge Santodomingo, jefe de Acción Integral de la Primera División, explicó que el padre de los cuatro niños estaba herido, presentaba fracturas en sus miembros inferiores y contusiones generales.
El Batallón de Alta Montaña No. 6 entregó víveres de los que corresponden a los soldados. La avalancha destruyó cuatro viviendas.
Hasta el momento, sigue desaparecido otro bebé que pertenece a una familia distinta.
La Defensoría del Pueblo además hizo un llamado a las autoridades para que atiendan las alertas y recomendaciones del IDEAM, y para que realicen la pedagogía necesaria para mantener alerta a los ciudadanos de la zona.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN

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