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Columnista - 10 noviembre, 2013

Vuelve la Patria Boba

Cuando aún no habíamos consolidado la independencia de España discutíamos si debíamos ser centralistas o federalistas. En esas andábamos cuando sobrevino la reconquista española. A ese período se lo conoció como la Patria Boba.

Por Luis Augusto González Pimienta

Cuando aún no habíamos consolidado la independencia de España discutíamos si debíamos ser centralistas o federalistas. En esas andábamos cuando sobrevino la reconquista española. A ese período se lo conoció como la Patria Boba.

Ahora estamos en las mismas. Nos interesan más las fotos de los guerrilleros en La Habana que un acuerdo de paz; o la foto de Uribe en el tarjetón que el programa de su recién conformado partido político; o la nueva camiseta de la selección Colombia de fútbol que la preparación premundialista.

No aprendemos de la experiencia. Seguimos haciéndole el quite a la realidad y para ello nos enredamos en discusiones fútiles. 
Fue patético el énfasis que por varios días hicieron los medios de comunicación sobre la foto en la que aparecen tres guerrilleros tomando el sol en La Habana, en un catamarán. Vida de reyes, la calificó el ministro Pinzón, el de Defensa Nacional, para reprochar y descalificar esa conducta. El asunto caló tanto que hasta hubo una encuesta periodística en donde se preguntaba “¿Qué opina sobre el paseo en yate de las Farc en La Habana?” La opción ganadora fue que tenían derecho al descanso, lo que demuestra que son más sensatos los colombianos que sus dirigentes.

En su momento consideré la estupidez de quienes lanzaron las fotografías como una revelación del estatus superior de la cúpula guerrillera. Valiente pendejada, en toda jerarquía hay diferencias. ¿O acaso el ministro de Defensa y los generales van al frente de batalla? No, mientras los soldados combaten ellos están haciendo vida social. Y lo de asolearse si es para Ripley: ¿cómo no hacerlo en una isla caribeña? ¿Hay otra opción? Y no era un yate sino un catamarán, modesto medio de transporte marítimo y fluvial. Y para colmo, ni vestido de baño portaban.

La negativa del Consejo Nacional Electoral a permitir la foto de Uribe en el tarjetón responde a la aplicación del principio de igualdad, de consagración constitucional. El mismo derecho tendrían los cabezas de lista de los otros partidos, y si se incluyeran todos, el tarjetón resultaría tan grande que desplegarlo sería una hazaña. Reprobar el concepto autorizado es simple paranoia o estrategia electoral, o las dos cosas. 

La selección de fútbol nacional ha librado épicas batallas con disímiles indumentarias. La distribución de los colores en el  atuendo es cuestión que atañe a los diseñadores. Dejémosles que hagan su trabajo. Debe importarnos sí, que cumplamos un buen papel. Empero, ante la multiplicidad de colores fosforescentes en los zapatos sugiero que les impongan un calzado igual para que podamos hablar de uniforme, no de una comparsa carnavalesca.

 

Columnista
10 noviembre, 2013

Vuelve la Patria Boba

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Augusto González Pimienta

Cuando aún no habíamos consolidado la independencia de España discutíamos si debíamos ser centralistas o federalistas. En esas andábamos cuando sobrevino la reconquista española. A ese período se lo conoció como la Patria Boba.


Por Luis Augusto González Pimienta

Cuando aún no habíamos consolidado la independencia de España discutíamos si debíamos ser centralistas o federalistas. En esas andábamos cuando sobrevino la reconquista española. A ese período se lo conoció como la Patria Boba.

Ahora estamos en las mismas. Nos interesan más las fotos de los guerrilleros en La Habana que un acuerdo de paz; o la foto de Uribe en el tarjetón que el programa de su recién conformado partido político; o la nueva camiseta de la selección Colombia de fútbol que la preparación premundialista.

No aprendemos de la experiencia. Seguimos haciéndole el quite a la realidad y para ello nos enredamos en discusiones fútiles. 
Fue patético el énfasis que por varios días hicieron los medios de comunicación sobre la foto en la que aparecen tres guerrilleros tomando el sol en La Habana, en un catamarán. Vida de reyes, la calificó el ministro Pinzón, el de Defensa Nacional, para reprochar y descalificar esa conducta. El asunto caló tanto que hasta hubo una encuesta periodística en donde se preguntaba “¿Qué opina sobre el paseo en yate de las Farc en La Habana?” La opción ganadora fue que tenían derecho al descanso, lo que demuestra que son más sensatos los colombianos que sus dirigentes.

En su momento consideré la estupidez de quienes lanzaron las fotografías como una revelación del estatus superior de la cúpula guerrillera. Valiente pendejada, en toda jerarquía hay diferencias. ¿O acaso el ministro de Defensa y los generales van al frente de batalla? No, mientras los soldados combaten ellos están haciendo vida social. Y lo de asolearse si es para Ripley: ¿cómo no hacerlo en una isla caribeña? ¿Hay otra opción? Y no era un yate sino un catamarán, modesto medio de transporte marítimo y fluvial. Y para colmo, ni vestido de baño portaban.

La negativa del Consejo Nacional Electoral a permitir la foto de Uribe en el tarjetón responde a la aplicación del principio de igualdad, de consagración constitucional. El mismo derecho tendrían los cabezas de lista de los otros partidos, y si se incluyeran todos, el tarjetón resultaría tan grande que desplegarlo sería una hazaña. Reprobar el concepto autorizado es simple paranoia o estrategia electoral, o las dos cosas. 

La selección de fútbol nacional ha librado épicas batallas con disímiles indumentarias. La distribución de los colores en el  atuendo es cuestión que atañe a los diseñadores. Dejémosles que hagan su trabajo. Debe importarnos sí, que cumplamos un buen papel. Empero, ante la multiplicidad de colores fosforescentes en los zapatos sugiero que les impongan un calzado igual para que podamos hablar de uniforme, no de una comparsa carnavalesca.