El compositor vallenato asegura que sus canciones podrán ser grabadas sin remuneración alguna, pero con el objetivo de preservar y mejorar las grabaciones y temáticas manejadas actualmente.
Iván Ovalle Poveda, el de ‘La fuerza del amor’, ‘Cualquier momento es preciso para amar’, ‘Volver a la ternura’ y ‘Quierela o vete’, entre otras muchas canciones del vallenato romántico, sigue dando de qué hablar con sus composiciones en pro de los sentimientos, la virtud. El sandiegano es reconocido, además de sus famosas composiciones, por no tener pelos en la lengua para defender la propuesta vallenata que inmortalizó el género: profundidad, contenido, valores, tradiciones.
En diálogo con EL PILÓN, Ovalle contó sus nuevos proyectos musicales y otros detalles de su carrera que ya superó los 30 años.
¿De qué trata su visita a Valledupar?
Básicamente es el lanzamiento oficial de ‘Testimonio de un amor’, que es primer sencillo grabado a dúo con Jorge Celedón, hecho con el fin de fortalecer uno de los aires más olvidados en nuestro género musical, como es el son. Esta es una canción romántico donde se manifiesta el amor, donde hay un derroche de figuras literarias que embellecen el verso y que hacen de la canción un verdadero aporte al pentagrama colombiano.
Se pensó en fortalecer la estrategia de que Jorge Celedón tiene éxitos como ‘Ay ombe’ y es precisamente un son.
Cuando teníamos la canción grabada en los estudios, alguien que la escuchó dijo que estaba pintado Jorge Celedón. Lo llamé, me pidió la canción y se la envié, ahí se sintió súper contento porque se identificó con la canción. Se fue a Barranquilla, entramos a los estudios de grabación, puso su mejor empeño y aquí está el resultado, una canción que entre otras cosas la compuse no pensando en que fuera son. Es una de cuatro canciones más, que están ahí.
¿Cómo nació la canción?
Recuerdo que eran como las dos de la mañana, sentí que alguien tocó las puertas de mi corazón y encontré una melodía, una letra y a una mujer vestida de blanco diciéndome que me aceptaba como yo era. Fueron 11 años de estar separado, de estar solo, el amor llegó y tocó las puertas de mi corazón, así vienen saliendo este tipo de canciones.
Este es uno de esos momentos trascendentales para componer…
Al comienzo de mis primeros años como compositor, unas tres o cuatro canciones de desamor o de tristeza, como ‘Toda una vida’, cuando me grabó Iván Villazón ‘Por un amor’, son canciones producidas por la tristeza, pero a pesar de que había dejado una ventana a una salida triunfadora y por eso ahora en esta nueva etapa surgen canciones de amor, como ‘Inseparables’, ‘Quiérela o vete’ que es de corte doloroso y se convirtió en un estímulo para la reivindicación de sus derechos cuando sabemos todos que el índice de violencia contra la mujer es alto en Colombia y en el mundo. Así comenzamos a aportar más a este proceso.
De esas canciones tan recordadas, ¿está ‘Cualquier momento es preciso para amar?
Esa canción llegó cuando tenía como un mes de casado. Se presentó el primer disgusto con la pareja y resulta que ella también dormía del mismo lado que el mío. Ahí comenzó la discusión y se convirtió en una canción de amor, no de odio ni de tristeza. Por eso digo que cualquier momento es preciso para amar a una persona, no importa el tiempo la distancia o el lugar si se quiere demostrar cuánto se añora… le explicamos a la esperanza que debe tener la música y creo que la música vallenata ha venido cumpliendo, en los últimos 50 años, una razón social que es primero como medio de comunicación y segundo, como una manera de demostrar un estilo de vida, que la mujer es una reina y dueña del universo, y nosotros le debemos respeto y lo que somos. Esa función tiene que seguir, ese es el arte en general.
¿Cómo han sido todos estos años de lucha?
Venimos luchando hace mucho tiempo, desde el año 1991 cuando salimos con la canción ‘Enamorada de ti’ con el acordeón de Gabriel Julio, ya veníamos dando los pasos como cantautor. En esta época de la vida, donde el vallenato ha caído en una crisis de letra y poesía, de musicalidad, donde ya no se identifica el acordeonero, donde casi no se sabe quién compone, donde se han perdido los estilos, la ética y el respeto por la música, retomo las banderas y digo que no importa que no me paguen las regalías, que ya no se venda el CD, que no se venda la música como antes en el acetato, voy a entregar canciones a los cantantes así no me paguen. Apartándome de esa parte material injusta, pero propendiendo porque el vallenato no se decaiga y estimulando a las nuevas generaciones a componer canciones verdaderamente importantes y consistentes.
¿Quién lo acompaña en el acordeón?
Ángel Barrios. Encontramos en él una persona con calidad humana importante, es así como venimos haciendo historia y trabajando por ejemplo en los 30 años de Iván Ovalle. Yo lo llamo el pequeño gigante del acordeón y creo que es una etapa muy bonita.
¿Qué pasó con el proyecto de musicalizar sus canciones en las salas de teatro?
Ese proyecto es costoso, que vale mucho dinero y que además se necesita bastante tiempo para los ensayos con la sinfónica, con los artistas, actores y no hay un mercado verdaderamente que valore y financie unos 60 millones de pesos para ver la obra dramatizada de Iván Ovalle. Hicimos tres funciones y nos dimos cuenta que al público le gusta, pero no está dispuesto a pagar 100 mil pesos para entrar a verlo, aunque son 50 personas en el show.
Lo que hicimos fue tomar parte de esa era dramática y la hemos puesto en nuestro show, que lo hacemos todos los fines de semana.
El compositor vallenato asegura que sus canciones podrán ser grabadas sin remuneración alguna, pero con el objetivo de preservar y mejorar las grabaciones y temáticas manejadas actualmente.
Iván Ovalle Poveda, el de ‘La fuerza del amor’, ‘Cualquier momento es preciso para amar’, ‘Volver a la ternura’ y ‘Quierela o vete’, entre otras muchas canciones del vallenato romántico, sigue dando de qué hablar con sus composiciones en pro de los sentimientos, la virtud. El sandiegano es reconocido, además de sus famosas composiciones, por no tener pelos en la lengua para defender la propuesta vallenata que inmortalizó el género: profundidad, contenido, valores, tradiciones.
En diálogo con EL PILÓN, Ovalle contó sus nuevos proyectos musicales y otros detalles de su carrera que ya superó los 30 años.
¿De qué trata su visita a Valledupar?
Básicamente es el lanzamiento oficial de ‘Testimonio de un amor’, que es primer sencillo grabado a dúo con Jorge Celedón, hecho con el fin de fortalecer uno de los aires más olvidados en nuestro género musical, como es el son. Esta es una canción romántico donde se manifiesta el amor, donde hay un derroche de figuras literarias que embellecen el verso y que hacen de la canción un verdadero aporte al pentagrama colombiano.
Se pensó en fortalecer la estrategia de que Jorge Celedón tiene éxitos como ‘Ay ombe’ y es precisamente un son.
Cuando teníamos la canción grabada en los estudios, alguien que la escuchó dijo que estaba pintado Jorge Celedón. Lo llamé, me pidió la canción y se la envié, ahí se sintió súper contento porque se identificó con la canción. Se fue a Barranquilla, entramos a los estudios de grabación, puso su mejor empeño y aquí está el resultado, una canción que entre otras cosas la compuse no pensando en que fuera son. Es una de cuatro canciones más, que están ahí.
¿Cómo nació la canción?
Recuerdo que eran como las dos de la mañana, sentí que alguien tocó las puertas de mi corazón y encontré una melodía, una letra y a una mujer vestida de blanco diciéndome que me aceptaba como yo era. Fueron 11 años de estar separado, de estar solo, el amor llegó y tocó las puertas de mi corazón, así vienen saliendo este tipo de canciones.
Este es uno de esos momentos trascendentales para componer…
Al comienzo de mis primeros años como compositor, unas tres o cuatro canciones de desamor o de tristeza, como ‘Toda una vida’, cuando me grabó Iván Villazón ‘Por un amor’, son canciones producidas por la tristeza, pero a pesar de que había dejado una ventana a una salida triunfadora y por eso ahora en esta nueva etapa surgen canciones de amor, como ‘Inseparables’, ‘Quiérela o vete’ que es de corte doloroso y se convirtió en un estímulo para la reivindicación de sus derechos cuando sabemos todos que el índice de violencia contra la mujer es alto en Colombia y en el mundo. Así comenzamos a aportar más a este proceso.
De esas canciones tan recordadas, ¿está ‘Cualquier momento es preciso para amar?
Esa canción llegó cuando tenía como un mes de casado. Se presentó el primer disgusto con la pareja y resulta que ella también dormía del mismo lado que el mío. Ahí comenzó la discusión y se convirtió en una canción de amor, no de odio ni de tristeza. Por eso digo que cualquier momento es preciso para amar a una persona, no importa el tiempo la distancia o el lugar si se quiere demostrar cuánto se añora… le explicamos a la esperanza que debe tener la música y creo que la música vallenata ha venido cumpliendo, en los últimos 50 años, una razón social que es primero como medio de comunicación y segundo, como una manera de demostrar un estilo de vida, que la mujer es una reina y dueña del universo, y nosotros le debemos respeto y lo que somos. Esa función tiene que seguir, ese es el arte en general.
¿Cómo han sido todos estos años de lucha?
Venimos luchando hace mucho tiempo, desde el año 1991 cuando salimos con la canción ‘Enamorada de ti’ con el acordeón de Gabriel Julio, ya veníamos dando los pasos como cantautor. En esta época de la vida, donde el vallenato ha caído en una crisis de letra y poesía, de musicalidad, donde ya no se identifica el acordeonero, donde casi no se sabe quién compone, donde se han perdido los estilos, la ética y el respeto por la música, retomo las banderas y digo que no importa que no me paguen las regalías, que ya no se venda el CD, que no se venda la música como antes en el acetato, voy a entregar canciones a los cantantes así no me paguen. Apartándome de esa parte material injusta, pero propendiendo porque el vallenato no se decaiga y estimulando a las nuevas generaciones a componer canciones verdaderamente importantes y consistentes.
¿Quién lo acompaña en el acordeón?
Ángel Barrios. Encontramos en él una persona con calidad humana importante, es así como venimos haciendo historia y trabajando por ejemplo en los 30 años de Iván Ovalle. Yo lo llamo el pequeño gigante del acordeón y creo que es una etapa muy bonita.
¿Qué pasó con el proyecto de musicalizar sus canciones en las salas de teatro?
Ese proyecto es costoso, que vale mucho dinero y que además se necesita bastante tiempo para los ensayos con la sinfónica, con los artistas, actores y no hay un mercado verdaderamente que valore y financie unos 60 millones de pesos para ver la obra dramatizada de Iván Ovalle. Hicimos tres funciones y nos dimos cuenta que al público le gusta, pero no está dispuesto a pagar 100 mil pesos para entrar a verlo, aunque son 50 personas en el show.
Lo que hicimos fue tomar parte de esa era dramática y la hemos puesto en nuestro show, que lo hacemos todos los fines de semana.