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Columnista - 27 abril, 2021

Villazón y Yeimi, veteranía y juventud

En el curso de nuestra historia musical hemos visto como destacados acordeoneros con la categoría de rey vallenato han invitado a esplendidas figuras femeninas con notables calidades vocales a participar cantando un tema en alguna producción discográfica, como se han dado los casos de Emilianito Zuleta con Lucy Vidal, Omar Geles con Ana del Castillo […]

En el curso de nuestra historia musical hemos visto como destacados acordeoneros con la categoría de rey vallenato han invitado a esplendidas figuras femeninas con notables calidades vocales a participar cantando un tema en alguna producción discográfica, como se han dado los casos de Emilianito Zuleta con Lucy Vidal, Omar Geles con Ana del Castillo y Alfredo Gutiérrez con Adriana Lucia, solo por citar algunos. 

Esto ha sido novedoso, ha gustado, pero no ha tenido mayor trascendencia. Pero es un caso diferente el ver a Iván Villazón, una estrella del canto vallenato consagrada por los años, realizando una producción musical afincándose en el acordeón majestuoso de una talentosa jovencita que apenas se asoma en el medio artístico; es la evidencia de la confianza que Iván ha depositado en la maravillosa ejecución del acordeón de Yeimi Arrieta, la brillante soberana del EVAFE 2020, el importantísimo evento que año tras año viene realizándose aquí en Valledupar con el aire internacional que le imprimen las participantes de otras naciones, lo que sin dudas nos permite ampliar nuestro espectro musical.

Lejos de ser una producción cualquiera esta confluencia de la veteranía con la juventud es el resultado de una propuesta muy bien planeada, en la cual fueron grabados los cuatro aires tradicionales de nuestro folclor, como una forma de hacerle honores a la música que los ha consagrado como un verdadero ejemplo para veteranos, jóvenes y principiantes que pasaron, pasan y pasarán frente a la historia sin haber grabado jamás una puya o un son. Además de esto, el haber incluido obras de connotados juglares del ayer es la forma más ecuánime de dignificar sus antecesores.

La verdad es que Villazón en su mejor momento de afinación y la elocuencia melódica de Yeimi, ‘La Soberana’, sorprenden a todos porque es de lo más memorable que hemos podido escuchar en los últimos tiempos. En la ejecución del son esta jovencita es impecable; nos parece estar escuchando al gran ‘Beto’ Rada, sonero clásico por excelencia, con el encanto de una pulsación durmiendo la nota, que no han podido asimilar la gran mayoría de los más curtidos acordeoneros. En el merengue ‘Palomita mora’ refresca los arreglos concebidos para este por Abel Antonio Villa, el padre del acordeón; y en el paseo nos deleita con la picardía en las notas alegres del tema ‘Mi Estilo’, grabada anteriormente por Naferito Durán. La puya, iniciada con un juego de bajos es una verdadera novedad y ejecutada cadenciosamente como fue la puya en el ayer, sin los atropellamientos que le imprimen hoy en día. 

Pero de los más importante en el desarrollo de estos temas es el lenguaje musical cercano a la melodía, que siempre apreciamos en las ejecuciones de toda una vida del grandioso Luis Enrique Martínez.

Yeimi es el reflejo de las enseñanzas asimiladas en la escuela del ‘Turco’ Gil, de tantos sacrificios en prácticas y aprendizaje en su preparación para el EVAFE con la seriedad y responsabilidad que ella ha mostrado al saber que le corresponde darle a la mujer la importancia y dimensión que en el folclor vallenato se ha ganado con sobrados méritos.

Esta producción musical puede ser un canal alternativo para que se produzcan otras similares que le den vigencia al vallenato tradicional, pero que esto no dejará de ser preocupante para muchos acordeoneros que en el día de mañana puedan ser derrotados en un festival por una mujer.

Ojalá podamos ver muy pronto producciones similares de Sarita Arango, Leidy Salgado, Isabel Sofía Picón, Nataly Patiño, Jennifer Quintero y Wendy Corzo, entre muchas verdaderas soberanas del acordeón.

Columnista
27 abril, 2021

Villazón y Yeimi, veteranía y juventud

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio C. Oñate M.

En el curso de nuestra historia musical hemos visto como destacados acordeoneros con la categoría de rey vallenato han invitado a esplendidas figuras femeninas con notables calidades vocales a participar cantando un tema en alguna producción discográfica, como se han dado los casos de Emilianito Zuleta con Lucy Vidal, Omar Geles con Ana del Castillo […]


En el curso de nuestra historia musical hemos visto como destacados acordeoneros con la categoría de rey vallenato han invitado a esplendidas figuras femeninas con notables calidades vocales a participar cantando un tema en alguna producción discográfica, como se han dado los casos de Emilianito Zuleta con Lucy Vidal, Omar Geles con Ana del Castillo y Alfredo Gutiérrez con Adriana Lucia, solo por citar algunos. 

Esto ha sido novedoso, ha gustado, pero no ha tenido mayor trascendencia. Pero es un caso diferente el ver a Iván Villazón, una estrella del canto vallenato consagrada por los años, realizando una producción musical afincándose en el acordeón majestuoso de una talentosa jovencita que apenas se asoma en el medio artístico; es la evidencia de la confianza que Iván ha depositado en la maravillosa ejecución del acordeón de Yeimi Arrieta, la brillante soberana del EVAFE 2020, el importantísimo evento que año tras año viene realizándose aquí en Valledupar con el aire internacional que le imprimen las participantes de otras naciones, lo que sin dudas nos permite ampliar nuestro espectro musical.

Lejos de ser una producción cualquiera esta confluencia de la veteranía con la juventud es el resultado de una propuesta muy bien planeada, en la cual fueron grabados los cuatro aires tradicionales de nuestro folclor, como una forma de hacerle honores a la música que los ha consagrado como un verdadero ejemplo para veteranos, jóvenes y principiantes que pasaron, pasan y pasarán frente a la historia sin haber grabado jamás una puya o un son. Además de esto, el haber incluido obras de connotados juglares del ayer es la forma más ecuánime de dignificar sus antecesores.

La verdad es que Villazón en su mejor momento de afinación y la elocuencia melódica de Yeimi, ‘La Soberana’, sorprenden a todos porque es de lo más memorable que hemos podido escuchar en los últimos tiempos. En la ejecución del son esta jovencita es impecable; nos parece estar escuchando al gran ‘Beto’ Rada, sonero clásico por excelencia, con el encanto de una pulsación durmiendo la nota, que no han podido asimilar la gran mayoría de los más curtidos acordeoneros. En el merengue ‘Palomita mora’ refresca los arreglos concebidos para este por Abel Antonio Villa, el padre del acordeón; y en el paseo nos deleita con la picardía en las notas alegres del tema ‘Mi Estilo’, grabada anteriormente por Naferito Durán. La puya, iniciada con un juego de bajos es una verdadera novedad y ejecutada cadenciosamente como fue la puya en el ayer, sin los atropellamientos que le imprimen hoy en día. 

Pero de los más importante en el desarrollo de estos temas es el lenguaje musical cercano a la melodía, que siempre apreciamos en las ejecuciones de toda una vida del grandioso Luis Enrique Martínez.

Yeimi es el reflejo de las enseñanzas asimiladas en la escuela del ‘Turco’ Gil, de tantos sacrificios en prácticas y aprendizaje en su preparación para el EVAFE con la seriedad y responsabilidad que ella ha mostrado al saber que le corresponde darle a la mujer la importancia y dimensión que en el folclor vallenato se ha ganado con sobrados méritos.

Esta producción musical puede ser un canal alternativo para que se produzcan otras similares que le den vigencia al vallenato tradicional, pero que esto no dejará de ser preocupante para muchos acordeoneros que en el día de mañana puedan ser derrotados en un festival por una mujer.

Ojalá podamos ver muy pronto producciones similares de Sarita Arango, Leidy Salgado, Isabel Sofía Picón, Nataly Patiño, Jennifer Quintero y Wendy Corzo, entre muchas verdaderas soberanas del acordeón.