En pocas ocasiones el pueblo había tenido tan buenos candidatos a la Alcaldía, y esta ocasión ganó un representante popular, la recolección de firmas avaló su intención de llegar a la Alcaldía y para no estar ligado a las maquinarias creo su propio partido. Villanueva Mía, título de una canción de Nando Marín inspirada en la admiración y cariño que le prodigo mi pueblo.

Alberto Barros Mattos, excónsul de Colombia en Venezuela, expresidente del Festival Cuna de Acordeones pone su impronta como folclorista en su campaña con esta canción significando así que Villanueva y su arte son prioritarios en su administración, obviamente, enlazado con el turismo, nada más acertado que propender convertir al pueblo en destino turístico pues todas las condiciones están dadas.

Barros es un hombre con experticia en el manejo de la relaciones publicas, confiamos en su olfato para saber en dónde ponen las garzas en materia de gestión, todo el cuerpo artístico de Villanueva está con él y bien vale la pena apoyarlo no tanto por su simpatía, sino por el programa que tiene levantado con elementos de juicios fundamentados en esas ganas que tenemos todos de sacar a Villanueva del pasado y traerla al nuevo milenio.

Ante un panorama como el que se avizora, desde ya invitamos a los grandes empresarios a que vayan pensando en construir un centro comercial a la medida del pueblo, pero eso sí con todo lo que tiene un centro comercial incluido, juegos infantiles, comidas rápidas y un cine.

Si Barros Mattos activa el agro, ese centro comercial seria surtido de toda clase de frutas y verduras. Ojalá los grandes comerciantes se animen, pues siendo el pueblo destino turístico ya eso cambia el panorama.

Los alcaldes del sur deben consolidar unión en torno al potencial que poseemos especialmente Fonseca, Distracción, San Juan, El Molino, Villanueva, Urumita, La Jagua.

El gobernador electo Nemesio Roys Garzón y todos los alcaldes elegidos tienen una magnífica oportunidad de cambiar el destino de la guajira, el problema de los niños wayuu es de todos nosotros, las carreteras las necesitamos todos, más amplitud universitaria, colegios y SENA.

Guajiros, aprendamos a ver a los alcaldes como amigos; no endiosarlos. En el caso de Beto Barros, es un amigo, el hombre no le camina a esas cosas, le gusta la gante de trabajo, conozco su estilo, es como el capitán de un barco con buena tripulación y buen timonel.