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Columnista - 17 septiembre, 2023

Victoria Molina, artista de la declamación

Las flores de su vestido tienen perfume real de su jardín natural donde ellas han florecido. Dios siempre la ha bendecido, su padre Jaime el pintor famoso declamador le transfiere esta herencia; la poesía es la esencia de la vida y el amor.

            I

Las flores de su vestido
tienen perfume real
de su jardín natural
donde ellas han florecido.
Dios siempre la ha bendecido,
su padre Jaime el pintor
famoso declamador
le transfiere esta herencia;
la poesía es la esencia
de la vida y el amor.

           II

Muy niña estaba Victoria
cuando su padre murió,
pero en su mente quedó
la luz de su trayectoria.
Y le activa la memoria
su linda madre Alma Rosa,
con paciencia venturosa
le enseñaba a recitar
el poema Cuento de Mar
y otras poesías hermosas.

             III

Victoria Antonia Molina
contenta pasa los días
ataviada de poesías
entre auroras y colinas.
El público se ilumina
con sus lindos recitales:
lienzos de luna en cristales
de matices y sonidos
se pincelan los oídos
con acentos madrigales.

    IV 

Victoria Antonia Molina
médica de profesión,
la poesía es vocación
y en su voz siempre germina.
Es fiel herencia divina
el arte de declamar.
Su esposo suele cantar
las delicias del amor.
En Jaime hermano menor
su vocación es pintar.


Por José Atuesta Mindiola

Columnista
17 septiembre, 2023

Victoria Molina, artista de la declamación

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

Las flores de su vestido tienen perfume real de su jardín natural donde ellas han florecido. Dios siempre la ha bendecido, su padre Jaime el pintor famoso declamador le transfiere esta herencia; la poesía es la esencia de la vida y el amor.


            I

Las flores de su vestido
tienen perfume real
de su jardín natural
donde ellas han florecido.
Dios siempre la ha bendecido,
su padre Jaime el pintor
famoso declamador
le transfiere esta herencia;
la poesía es la esencia
de la vida y el amor.

           II

Muy niña estaba Victoria
cuando su padre murió,
pero en su mente quedó
la luz de su trayectoria.
Y le activa la memoria
su linda madre Alma Rosa,
con paciencia venturosa
le enseñaba a recitar
el poema Cuento de Mar
y otras poesías hermosas.

             III

Victoria Antonia Molina
contenta pasa los días
ataviada de poesías
entre auroras y colinas.
El público se ilumina
con sus lindos recitales:
lienzos de luna en cristales
de matices y sonidos
se pincelan los oídos
con acentos madrigales.

    IV 

Victoria Antonia Molina
médica de profesión,
la poesía es vocación
y en su voz siempre germina.
Es fiel herencia divina
el arte de declamar.
Su esposo suele cantar
las delicias del amor.
En Jaime hermano menor
su vocación es pintar.


Por José Atuesta Mindiola