El boxeador excampeón y Selección Colombia sigue enseñando lo que aprendió a lo largo de los años en los cuales el ring era su habitat. Sin embargo, si alguien disfrutó del boxeo fue él y esa es la premisa que le enseña a quienes le creen y lo ven como un buen mentor.

La trayectoria de este pugilista es excepcional, ya que tuvo la oportunidad de representar a nuestro país en diversos torneos nacionales, además de obtener tres títulos como profesional en 39 peleas.

Víctor Ochoa fue capaz de ingresar a los lugares donde tal vez muchos no lo haría pero él, al ser un deportista con visión, ha visto en los jóvenes de Valledupar a los futuros boxeadores que representen al Cesar y a Colombia.

Su labor había iniciado en el barrio Brisas de La Popa de Valledupar, donde un par de guantes y un ring, además de las ganas de sacar a los jóvenes del vicio, fueron la excusa perfecta para que Ochoa ingresara hasta este barrio. Aunque el lugar de entrenamientos no era lo suficientemente apto, el boxeador no dio el brazo a torcer.

Su búsqueda lo llevó al barrio Francisco el Hombre, donde encontró un lugar más amplio para seguir realizando las prácticas con su grupo de jóvenes. Las madres que habitan cerca al lugar que colinda con la acequia Las Mercedes también pusieron su granito de arena, fue así como el día de ayer Ochoa, su grupo de pugilistas y las madres compartieron una jornada de agasajo que contó con la preparación del tradicional sancocho que en un domingo no puede faltar.

Además del sancocho armaron un ring provisional donde se llevaron a cabo doce peleas con el propósito de seguir masificando la práctica de este deporte que es promovida por uno de los campeones en la historia del boxeo colombiano.