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Columnista - 10 junio, 2010

Variedades

DOS PUNTOS Por: Germán Piedrahíta R. Cesar 2032, una cifra que parece distante y que recogiendo planteamientos de las mesas del Cesar 2017 vienen reuniendo, de la mano del gobernador a la comunidad del departamento, para pensar en lo propio y tratar de marcar un sendero por el cual poder caminar hacia el futuro que […]

DOS PUNTOS

Por: Germán Piedrahíta R.

Cesar 2032, una cifra que parece distante y que recogiendo planteamientos de las mesas del Cesar 2017 vienen reuniendo, de la mano del gobernador a la comunidad del departamento, para pensar en lo propio y tratar de marcar un sendero por el cual poder caminar hacia el futuro que todos nos merecemos y que de ser lo que soñamos será benéfico para nuestros hijos.
En la mesa sociocultural, la que resultó una tertulia de pareceres, con intervenciones de toda clase y una ecuanimidad llena de gracejos, risas y confrontaciones filosóficas, después de más de tres horas de debate de las debilidades y  fortalezas para encontrar las oportunidades, varios fueron los puntos dejados que, estoy seguro, ya han aparecido en muchos otros encuentros en los que lo cultural es el centro.

Veamos:
– Inversión y fortalecimiento del capital humano, el cual reconocemos es excelente.
– Acción sin daño: una premisa que poco aplicamos pues somos depredadores de todo en busca de resultados.
– Participación equitativa: discriminamos sin conciencia y en eso todos por igual, pues el  negro le cae al indígena, el indígena al blanco y el blanco a negros e indígenas y hasta estamos creando pequeños “paisitos” con el sofisma de ser los primeros en ser golpeados.
– Acceso y permanencia a la educación: de perogrullo. Lo seguimos pidiendo sin llegar a acciones efectivas.
– Cambio en el imaginario: debemos dejar de lado los sofismas de “mejor por ser”, o “como es así” y tantos que hasta son dichos para justificar el daño, el mal uso, la discriminación, etc.
– Identidad: si ya la música vallenata nos da un soporte, ¿qué es ser vallenato?, ¿lo somos en todo el departamento? Si el ser vallenato ya es sinónimo de bueno, todos, de sur  a norte, vallenatos a morir, no de provincia, capital o sitio.
– Fortalecimiento de la industria cultural: si lo cultural encuentra un mercado, que lo hay, toda la cultura saldrá robustecida, pues el pedido incentivará a los grupos de danza, teatro, música, pintores, artesanos y en busca de calidad se da la capacitación.
– Ciencia y tecnología: Estamos en el siglo XXI y aún no sabemos sacar provecho de los avances de la ciencia para la cultura y las artes.
Repito, no es la primera vez que leemos estos puntos, o que usted, amigo lector, los haya pensado como parte de la solución a nuestros problemas. Allí están como un ejercicio en busca de un mejor mañana y felicitaciones al grupo de trabajo por el esfuerzo al reunir al grupo de personas que siguen creyendo en el Cesar.
Otra gran biblioteca en Bogotá. Una de las familias mas adineradas del país, decidió dejar para la memoria colectiva su apellido y allí estará para siempre en ese gran centro para la cultura, las artes y el saber.

En 1928 nace en Roldanillo Omar Rayo uno de los grandes del arte colombiano y mundial que nos dejó el pasado lunes festivo. El se fue y al igual que unos pocos su memoria no queda solo en los libros sino en una muestra física imborrable: el gran Museo Rayo en su pueblo. Una construcción como la mejor de Europa o de Estados Unidos, construida para exponer el arte, hecha para hablar del arte, montada para el equilibrio de los espíritus. Esos regalos, obras para la comunidad, los  han hecho pocos, Botero en Medellín y Bogotá y  Ardila Lule en Bucaramanga, Shakira en Barranquilla, sume usted los que sepa o conozca y el número siempre será mínimo.
¿Y aquí? Alguna vez les hice la propuesta de revisar las obras que nos han dejado las grandes riquezas de los vallenatos o las empresas en esta tierra. No el gobierno, gobernación o alcaldía, pues esa es plata de todos y deber de los gobernantes.
No tenemos nada de mostrar. ¿Un buen teatro? ¿Un museo? ¿Un zoológico? ¿Un parque, de verdad? ¿Un centro cultural?, un espacio para elevar los espíritus, nada dejaron las bonanzas.
Cuantas y cuales son las donaciones de nuestros músicos a la casa museo que ha levantado el Beto Murgas con Sayco? No es regalar una foto o un diploma, una guacharaca, es agradecer al pueblo el hacerlos grandes y retribuirle con el  alma en una obra física. La Academia de Historia se ha dejado como una casa vieja y nada mas, repase usted, repase…
Que no puedan regalar algo similar a lo de los Santodomingo, es entendible, pero si se unieran, no podrían dejar para la posteridad ¿algo parecido?  De qué les sirve atesorar ¿si nada se pueden llevar? Hay pocos, muy pocos ejemplos en el Cesar, ¿verdad doctor Valentín Quintero?
Como estoy en variedades, espero que pasen por la Alianza Colombo-francesa y aprecien la exposición del cartagenero Rafael Escallón, “Pikó Totem· sobre la champeta.
Hoy en el Banco de la república, por el bicentenario, la conferencia “Redes y Relaciones de Poder durante el proceso de Independencia” dictada por William Chapman, es a las cinco de la tarde.
Asista.
[email protected]

Columnista
10 junio, 2010

Variedades

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Germán Piedrahíta R.

DOS PUNTOS Por: Germán Piedrahíta R. Cesar 2032, una cifra que parece distante y que recogiendo planteamientos de las mesas del Cesar 2017 vienen reuniendo, de la mano del gobernador a la comunidad del departamento, para pensar en lo propio y tratar de marcar un sendero por el cual poder caminar hacia el futuro que […]


DOS PUNTOS

Por: Germán Piedrahíta R.

Cesar 2032, una cifra que parece distante y que recogiendo planteamientos de las mesas del Cesar 2017 vienen reuniendo, de la mano del gobernador a la comunidad del departamento, para pensar en lo propio y tratar de marcar un sendero por el cual poder caminar hacia el futuro que todos nos merecemos y que de ser lo que soñamos será benéfico para nuestros hijos.
En la mesa sociocultural, la que resultó una tertulia de pareceres, con intervenciones de toda clase y una ecuanimidad llena de gracejos, risas y confrontaciones filosóficas, después de más de tres horas de debate de las debilidades y  fortalezas para encontrar las oportunidades, varios fueron los puntos dejados que, estoy seguro, ya han aparecido en muchos otros encuentros en los que lo cultural es el centro.

Veamos:
– Inversión y fortalecimiento del capital humano, el cual reconocemos es excelente.
– Acción sin daño: una premisa que poco aplicamos pues somos depredadores de todo en busca de resultados.
– Participación equitativa: discriminamos sin conciencia y en eso todos por igual, pues el  negro le cae al indígena, el indígena al blanco y el blanco a negros e indígenas y hasta estamos creando pequeños “paisitos” con el sofisma de ser los primeros en ser golpeados.
– Acceso y permanencia a la educación: de perogrullo. Lo seguimos pidiendo sin llegar a acciones efectivas.
– Cambio en el imaginario: debemos dejar de lado los sofismas de “mejor por ser”, o “como es así” y tantos que hasta son dichos para justificar el daño, el mal uso, la discriminación, etc.
– Identidad: si ya la música vallenata nos da un soporte, ¿qué es ser vallenato?, ¿lo somos en todo el departamento? Si el ser vallenato ya es sinónimo de bueno, todos, de sur  a norte, vallenatos a morir, no de provincia, capital o sitio.
– Fortalecimiento de la industria cultural: si lo cultural encuentra un mercado, que lo hay, toda la cultura saldrá robustecida, pues el pedido incentivará a los grupos de danza, teatro, música, pintores, artesanos y en busca de calidad se da la capacitación.
– Ciencia y tecnología: Estamos en el siglo XXI y aún no sabemos sacar provecho de los avances de la ciencia para la cultura y las artes.
Repito, no es la primera vez que leemos estos puntos, o que usted, amigo lector, los haya pensado como parte de la solución a nuestros problemas. Allí están como un ejercicio en busca de un mejor mañana y felicitaciones al grupo de trabajo por el esfuerzo al reunir al grupo de personas que siguen creyendo en el Cesar.
Otra gran biblioteca en Bogotá. Una de las familias mas adineradas del país, decidió dejar para la memoria colectiva su apellido y allí estará para siempre en ese gran centro para la cultura, las artes y el saber.

En 1928 nace en Roldanillo Omar Rayo uno de los grandes del arte colombiano y mundial que nos dejó el pasado lunes festivo. El se fue y al igual que unos pocos su memoria no queda solo en los libros sino en una muestra física imborrable: el gran Museo Rayo en su pueblo. Una construcción como la mejor de Europa o de Estados Unidos, construida para exponer el arte, hecha para hablar del arte, montada para el equilibrio de los espíritus. Esos regalos, obras para la comunidad, los  han hecho pocos, Botero en Medellín y Bogotá y  Ardila Lule en Bucaramanga, Shakira en Barranquilla, sume usted los que sepa o conozca y el número siempre será mínimo.
¿Y aquí? Alguna vez les hice la propuesta de revisar las obras que nos han dejado las grandes riquezas de los vallenatos o las empresas en esta tierra. No el gobierno, gobernación o alcaldía, pues esa es plata de todos y deber de los gobernantes.
No tenemos nada de mostrar. ¿Un buen teatro? ¿Un museo? ¿Un zoológico? ¿Un parque, de verdad? ¿Un centro cultural?, un espacio para elevar los espíritus, nada dejaron las bonanzas.
Cuantas y cuales son las donaciones de nuestros músicos a la casa museo que ha levantado el Beto Murgas con Sayco? No es regalar una foto o un diploma, una guacharaca, es agradecer al pueblo el hacerlos grandes y retribuirle con el  alma en una obra física. La Academia de Historia se ha dejado como una casa vieja y nada mas, repase usted, repase…
Que no puedan regalar algo similar a lo de los Santodomingo, es entendible, pero si se unieran, no podrían dejar para la posteridad ¿algo parecido?  De qué les sirve atesorar ¿si nada se pueden llevar? Hay pocos, muy pocos ejemplos en el Cesar, ¿verdad doctor Valentín Quintero?
Como estoy en variedades, espero que pasen por la Alianza Colombo-francesa y aprecien la exposición del cartagenero Rafael Escallón, “Pikó Totem· sobre la champeta.
Hoy en el Banco de la república, por el bicentenario, la conferencia “Redes y Relaciones de Poder durante el proceso de Independencia” dictada por William Chapman, es a las cinco de la tarde.
Asista.
[email protected]