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Columnista - 7 octubre, 2020

Vanguardismo jurídico

El pasado 11 de Septiembre se cumplió 19 años de los atentados más crueles en la historia reciente del mundo moderno, los devastadores resultados en pérdidas de vidas humanas y daños materiales impactaron al mundo entero, así como la frialdad con que los aviones impactaron los fuertes del gigante americano, que impotente casi pudo reaccionar […]

El pasado 11 de Septiembre se cumplió 19 años de los atentados más crueles en la historia reciente del mundo moderno, los devastadores resultados en pérdidas de vidas humanas y daños materiales impactaron al mundo entero, así como la frialdad con que los aviones impactaron los fuertes del gigante americano, que impotente casi pudo reaccionar a la devastación en esa mañana gris.

Alrededor de dicha acción grotesca e inhumana han suscitado muchas teorías de auto conspiración, una guerra entre las potencias de oriente y occidente por el control económico frente al nuevo orden mundial; en fin cual película de Hollywood.

No obstante a partir de esa fecha muchas cosas cambiaron en el mundo moderno, ya que se introdujo en el ámbito político y jurídico la lucha universal contra el terrorismo un término que para muchos en esa época era algo nuevo, pues antes de los atentados era casi nula su utilización. 

Pues bien para el Derecho Internacional Humanitario supuso un gran desafío la incorporación de este término definido como un acto ilícito voluntario, con el ánimo de sembrar la conmoción generalizada de la población, esto generaría dificultades pues no existe un marco normativo o convencional para abordar este flagelo en los contextos de conflictos armados de carácter internacional o no internacional, ya que eso fue lo que desataron estos hechos; una guerra mas de occidente hacia oriente, pero con la connotación de la nueva teoría de defensa preventiva empleada exclusivamente por los Estados Unidos.

A nivel local en nuestro país no solo nos vimos afectados por las vidas de compatriotas, sino en materia económica, pues, en el corazón del Wall Trade Center se maneja la política económica de occidente con relación a países latinoamericanos y por supuesto negocios que involucran a Colombia; también nos afectaría la adopción del término terrorismo en el escenario local, puesto que a pesar de los numerosos vacíos jurídicos que existen frente a la interpretación de las normas aplicables a los conflictos internos, como a los de delincuencia común a través de jurisdicción ordinaria,  ahora estaríamos listos para hablar de este nuevo delito o crimen denominado: terrorismo.

Esta última vanguardia por supuesto que nos perjudicaría en tanto Colombia no es epicentro de hechos violentos aislados, ni de células organizadas para delinquir individualmente; más sí hemos sido epicentro de grandes conflictos armados históricos donde la sistematicidad en la comisión de los delitos ha definido las dinámicas y variables en el marco del conflicto armado interno.

Dicha situación perjudica aún más a las víctimas pues el terrorismo es una puerta de entrada hacia la jurisdicción ordinaria, la cual no es compatible para dirimir los delitos o crímenes que se cometan en los contextos de conflictos donde se violan sistemáticamente los Derechos Humanos ni se infrinja la aplicación del Derecho Internacional Humanitario, contrario census el formulado por el ilustre magistrado francés Joinet frente a los derechos inherentes de las personas víctimas de este tipo de hechos.

Columnista
7 octubre, 2020

Vanguardismo jurídico

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Luis Blanco Calderón

El pasado 11 de Septiembre se cumplió 19 años de los atentados más crueles en la historia reciente del mundo moderno, los devastadores resultados en pérdidas de vidas humanas y daños materiales impactaron al mundo entero, así como la frialdad con que los aviones impactaron los fuertes del gigante americano, que impotente casi pudo reaccionar […]


El pasado 11 de Septiembre se cumplió 19 años de los atentados más crueles en la historia reciente del mundo moderno, los devastadores resultados en pérdidas de vidas humanas y daños materiales impactaron al mundo entero, así como la frialdad con que los aviones impactaron los fuertes del gigante americano, que impotente casi pudo reaccionar a la devastación en esa mañana gris.

Alrededor de dicha acción grotesca e inhumana han suscitado muchas teorías de auto conspiración, una guerra entre las potencias de oriente y occidente por el control económico frente al nuevo orden mundial; en fin cual película de Hollywood.

No obstante a partir de esa fecha muchas cosas cambiaron en el mundo moderno, ya que se introdujo en el ámbito político y jurídico la lucha universal contra el terrorismo un término que para muchos en esa época era algo nuevo, pues antes de los atentados era casi nula su utilización. 

Pues bien para el Derecho Internacional Humanitario supuso un gran desafío la incorporación de este término definido como un acto ilícito voluntario, con el ánimo de sembrar la conmoción generalizada de la población, esto generaría dificultades pues no existe un marco normativo o convencional para abordar este flagelo en los contextos de conflictos armados de carácter internacional o no internacional, ya que eso fue lo que desataron estos hechos; una guerra mas de occidente hacia oriente, pero con la connotación de la nueva teoría de defensa preventiva empleada exclusivamente por los Estados Unidos.

A nivel local en nuestro país no solo nos vimos afectados por las vidas de compatriotas, sino en materia económica, pues, en el corazón del Wall Trade Center se maneja la política económica de occidente con relación a países latinoamericanos y por supuesto negocios que involucran a Colombia; también nos afectaría la adopción del término terrorismo en el escenario local, puesto que a pesar de los numerosos vacíos jurídicos que existen frente a la interpretación de las normas aplicables a los conflictos internos, como a los de delincuencia común a través de jurisdicción ordinaria,  ahora estaríamos listos para hablar de este nuevo delito o crimen denominado: terrorismo.

Esta última vanguardia por supuesto que nos perjudicaría en tanto Colombia no es epicentro de hechos violentos aislados, ni de células organizadas para delinquir individualmente; más sí hemos sido epicentro de grandes conflictos armados históricos donde la sistematicidad en la comisión de los delitos ha definido las dinámicas y variables en el marco del conflicto armado interno.

Dicha situación perjudica aún más a las víctimas pues el terrorismo es una puerta de entrada hacia la jurisdicción ordinaria, la cual no es compatible para dirimir los delitos o crímenes que se cometan en los contextos de conflictos donde se violan sistemáticamente los Derechos Humanos ni se infrinja la aplicación del Derecho Internacional Humanitario, contrario census el formulado por el ilustre magistrado francés Joinet frente a los derechos inherentes de las personas víctimas de este tipo de hechos.