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Editorial - 6 agosto, 2016

Vamos a firmar

No se trata de los acuerdos de paz, ni del Plebiscito, sino del ‘Pacto por los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia’, con la que el gobierno departamental busca llamar la atención de los cesarenses para que se comprometan a disminuir los índices de casos de maltrato contra la mujer. El […]

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No se trata de los acuerdos de paz, ni del Plebiscito, sino del ‘Pacto por los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia’, con la que el gobierno departamental busca llamar la atención de los cesarenses para que se comprometan a disminuir los índices de casos de maltrato contra la mujer.

El Pacto se trata de recoger 30 mil firmas de hombres de todo el departamento, que en realidad estén comprometidos con el buen trato a la mujer. La campaña fue presentada por el gobernador Francisco Ovalle Angarita y su esposa Edna María Vigna, con el acompañamiento de Natalia Ponce de León, una mujer que a sus 33 años fue víctima de un ataque con ácido que le afectó más del 50 % de su cuerpo. Anunciaron que sensibilizarán a la comunidad en puntos estratégicos de cada municipio, en instituciones educativas, mercados, hospitales y barrios que reflejen mayores índices de violencias.

La base de esta campaña son las estadísticas que señalan que “el Cesar es uno de los entes territoriales de la Región Caribe con el porcentaje más alto de mujeres maltratadas físicamente. En el 2014 se presentaron 1.292 casos reportados de violencia de pareja, de los cuales el 92 por ciento fue contra mujeres; de estos casos 743 ocurrieron en Valledupar. El 70 por ciento de las mujeres son controladas de alguna manera por su compañero; el 32 por ciento sufre de algún tipo de violencia física, de las cuales un 7.5 por ciento asegura haber sido violadas, mientras que un 3 por ciento ha sido abusadas sexualmente por personas diferentes a su compañero”, afirma un documento del PNUD.

Esta situación no es exclusiva del departamento del Cesar, sino que ocurre en todo el país y Latinoamérica. De acuerdo con el informe Forensis que cada año realiza el Instituto de Medicina Legal, en Colombia durante el año 2013 se realizaron 68.230 peritaciones por violencia intrafamiliar, que con relación al año 2012 presentó una disminución de 15.668 casos, equivalente al 18,68 %. De esos 68.230 casos de violencia intrafamiliar, 44.743 (65,58 %) correspondieron a violencia de pareja; 9.708 (14,23 %) a violencia contra niños, niñas y adolescentes; 12.415 (18,20 %) a violencia entre otros familiares; 1.364 (2,00 %) a violencia contra el adulto mayor. Y lo más preocupante, es que el 77,58 % (52.933) de las víctimas fueron mujeres.

El mismo informe en el 2014 informó que hicieron 75.939 peritaciones en el contexto de violencia intrafamiliar, de las cuales el 64,33 % corresponden a violencia contra la pareja, con una tasa de 125 casos por cada 100 mil habitantes, siendo el hombre el principal agresor. En Colombia, por cada hombre que denuncia ser víctima de violencia por su pareja, seis mujeres lo hacen.

Las armas contundentes y los cortocontundentes, entre los que se incluyen las manos, pies y otras partes del cuerpo, son los más usados con mayor frecuencia para agredir a los familiares. La intolerancia, el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, fueron las principales razones que motivan la violencia al interior de la familia.

El panorama es así de oscuro. Desconocemos las cifras de 2015, pero algo similar debe traer el nuevo informe Forensi. Por eso es tan oportuno el Pacto que firmarán los hombres por los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, y no deberían ser 30 mil firmas, sino muchas más, y más allá de firmar o no, es el compromiso real de cada persona, hombres y mujeres, para disminuir la violencia intrafamiliar, que es de donde se derivan las demás violencias.

Invitamos a los hombres cesarenses a que depongan los ánimos, a que acudan al diálogo, al buen trato, y a las mujeres a propiciar espacios de concertación y reconciliación.

Editorial
6 agosto, 2016

Vamos a firmar

No se trata de los acuerdos de paz, ni del Plebiscito, sino del ‘Pacto por los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia’, con la que el gobierno departamental busca llamar la atención de los cesarenses para que se comprometan a disminuir los índices de casos de maltrato contra la mujer. El […]


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No se trata de los acuerdos de paz, ni del Plebiscito, sino del ‘Pacto por los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia’, con la que el gobierno departamental busca llamar la atención de los cesarenses para que se comprometan a disminuir los índices de casos de maltrato contra la mujer.

El Pacto se trata de recoger 30 mil firmas de hombres de todo el departamento, que en realidad estén comprometidos con el buen trato a la mujer. La campaña fue presentada por el gobernador Francisco Ovalle Angarita y su esposa Edna María Vigna, con el acompañamiento de Natalia Ponce de León, una mujer que a sus 33 años fue víctima de un ataque con ácido que le afectó más del 50 % de su cuerpo. Anunciaron que sensibilizarán a la comunidad en puntos estratégicos de cada municipio, en instituciones educativas, mercados, hospitales y barrios que reflejen mayores índices de violencias.

La base de esta campaña son las estadísticas que señalan que “el Cesar es uno de los entes territoriales de la Región Caribe con el porcentaje más alto de mujeres maltratadas físicamente. En el 2014 se presentaron 1.292 casos reportados de violencia de pareja, de los cuales el 92 por ciento fue contra mujeres; de estos casos 743 ocurrieron en Valledupar. El 70 por ciento de las mujeres son controladas de alguna manera por su compañero; el 32 por ciento sufre de algún tipo de violencia física, de las cuales un 7.5 por ciento asegura haber sido violadas, mientras que un 3 por ciento ha sido abusadas sexualmente por personas diferentes a su compañero”, afirma un documento del PNUD.

Esta situación no es exclusiva del departamento del Cesar, sino que ocurre en todo el país y Latinoamérica. De acuerdo con el informe Forensis que cada año realiza el Instituto de Medicina Legal, en Colombia durante el año 2013 se realizaron 68.230 peritaciones por violencia intrafamiliar, que con relación al año 2012 presentó una disminución de 15.668 casos, equivalente al 18,68 %. De esos 68.230 casos de violencia intrafamiliar, 44.743 (65,58 %) correspondieron a violencia de pareja; 9.708 (14,23 %) a violencia contra niños, niñas y adolescentes; 12.415 (18,20 %) a violencia entre otros familiares; 1.364 (2,00 %) a violencia contra el adulto mayor. Y lo más preocupante, es que el 77,58 % (52.933) de las víctimas fueron mujeres.

El mismo informe en el 2014 informó que hicieron 75.939 peritaciones en el contexto de violencia intrafamiliar, de las cuales el 64,33 % corresponden a violencia contra la pareja, con una tasa de 125 casos por cada 100 mil habitantes, siendo el hombre el principal agresor. En Colombia, por cada hombre que denuncia ser víctima de violencia por su pareja, seis mujeres lo hacen.

Las armas contundentes y los cortocontundentes, entre los que se incluyen las manos, pies y otras partes del cuerpo, son los más usados con mayor frecuencia para agredir a los familiares. La intolerancia, el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, fueron las principales razones que motivan la violencia al interior de la familia.

El panorama es así de oscuro. Desconocemos las cifras de 2015, pero algo similar debe traer el nuevo informe Forensi. Por eso es tan oportuno el Pacto que firmarán los hombres por los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, y no deberían ser 30 mil firmas, sino muchas más, y más allá de firmar o no, es el compromiso real de cada persona, hombres y mujeres, para disminuir la violencia intrafamiliar, que es de donde se derivan las demás violencias.

Invitamos a los hombres cesarenses a que depongan los ánimos, a que acudan al diálogo, al buen trato, y a las mujeres a propiciar espacios de concertación y reconciliación.