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Columnista - 27 enero, 2015

Vallenato internacional

El proceso de la música vallenata hacia su aceptación en sociedad, fue lento y dispendioso. Requirió de muchos años y factores para llegar a la cúspide, por su origen campesino, las casas disqueras consideraban que era una música de baja ralea y no se vendía, en las emisoras de radio no era prioridad sonar los […]

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El proceso de la música vallenata hacia su aceptación en sociedad, fue lento y dispendioso. Requirió de muchos años y factores para llegar a la cúspide, por su origen campesino, las casas disqueras consideraban que era una música de baja ralea y no se vendía, en las emisoras de radio no era prioridad sonar los pocos discos que se conocían de este tipo de música y amenizar bailes en los salones, sí que era impensable, su participación se remitía únicamente a la periferia.

Desde primer festival vallenato, todos los ojos de empresarios del disco, radio y de casetas, se posaron en Valledupar, atraídos por la magia de nuestros cronistas musicales, de su inspiración poética y la melodía de nuestro cantos, se necesitaba esta vitrina para promocionar esta expresión.
A partir de allí, comienza la conquista folclórica del vallenato, primero la región, después la costa, para incursionar con mucha fuerza en el interior de Colombia y países de la región.

La colonización de la música vallenata en estos lugares, sedujo enormemente a intérpretes de otros aires musicales, que incluyeron con avidez nuestros cantos en sus repertorios, estos aliados musicales, fueron determinante en la difusión para que el vallenato se posesionara en el mercado nacional y algún sector del exterior.

Cortijo y su Combo, Roberto Torres, Hermanos Martelo, Sonora Matancera, Julio Iglesias, Los Hispanos, Los Graduados, Claudia, Willfrido Vargas, el dúo Antonio Aguilar y su esposa Flor Silvestre, Roberto Rohena, Trío La Rosa, Paloma San Basilio, Pacho Galán, Lucho Bermúdez, Ray Conniff, Johnny Ventura, Billos Caracas, Héctor Lavoe, Las Chicas del Can, Los 8 de Colombia, Los Rivales, Los Melódicos, George Dan, El Gran Combo de Puerto Rico, entre otros.

El Gran Combo de Puerto Rico, que permanentemente ha dirigido su fundador, el pianista, Rafael Itiher, es un caso especial, porque siempre ha incluido en su repertorio la música vallenata en diferentes etapas del vallenato y de sus 50 años de actividad musical de esta orquesta salsera, por todo el continente, Ithier, graba el vallenato, porque es un convencido de sus bondades, no por oportunismo.

Rafael Itiher, descubre la riqueza de la música vallenata, cuando Ismael Rivera y Cortijo, graban “Dime por qué”, de Rafael Gutiérrez; recordamos que, El Gran Combo, es apéndice de “Cortijo y su Combo”.
La primera canción Vallenata que incluye, “La Universidad de la Salsa”, en su repertorio es “Matilde Lina”, de Leandro Díaz, hace una excelente versión, con el canto de, “El Hijo de Trastalleres”, el mítico, Andy Montañez, quien a su salida de esta agrupación, le sigue dando un tratamiento especial al folclor del Valle, graba, “Martha”, de Calixto Ochoa.

Luego “Los Mulatos del sabor”, graban “Amor Comprado”, de Armando Zabaleta; “Nido de Amor”, Octavio Daza; “Simulación”, Rafael Manjarrez; “Carta al Creador”, Romualdo Brito; “Por ella”, Esteban Montaño.

Por la internacionalización de estas y otras obras del folclor Colombiano, “El Gran Combo”, merece un reconocimiento en Valledupar, como gratitud por esa divulgación hecha a favor de la música vallenata, por el mundo, “La Universidad de la salsa”.

Columnista
27 enero, 2015

Vallenato internacional

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

El proceso de la música vallenata hacia su aceptación en sociedad, fue lento y dispendioso. Requirió de muchos años y factores para llegar a la cúspide, por su origen campesino, las casas disqueras consideraban que era una música de baja ralea y no se vendía, en las emisoras de radio no era prioridad sonar los […]


El proceso de la música vallenata hacia su aceptación en sociedad, fue lento y dispendioso. Requirió de muchos años y factores para llegar a la cúspide, por su origen campesino, las casas disqueras consideraban que era una música de baja ralea y no se vendía, en las emisoras de radio no era prioridad sonar los pocos discos que se conocían de este tipo de música y amenizar bailes en los salones, sí que era impensable, su participación se remitía únicamente a la periferia.

Desde primer festival vallenato, todos los ojos de empresarios del disco, radio y de casetas, se posaron en Valledupar, atraídos por la magia de nuestros cronistas musicales, de su inspiración poética y la melodía de nuestro cantos, se necesitaba esta vitrina para promocionar esta expresión.
A partir de allí, comienza la conquista folclórica del vallenato, primero la región, después la costa, para incursionar con mucha fuerza en el interior de Colombia y países de la región.

La colonización de la música vallenata en estos lugares, sedujo enormemente a intérpretes de otros aires musicales, que incluyeron con avidez nuestros cantos en sus repertorios, estos aliados musicales, fueron determinante en la difusión para que el vallenato se posesionara en el mercado nacional y algún sector del exterior.

Cortijo y su Combo, Roberto Torres, Hermanos Martelo, Sonora Matancera, Julio Iglesias, Los Hispanos, Los Graduados, Claudia, Willfrido Vargas, el dúo Antonio Aguilar y su esposa Flor Silvestre, Roberto Rohena, Trío La Rosa, Paloma San Basilio, Pacho Galán, Lucho Bermúdez, Ray Conniff, Johnny Ventura, Billos Caracas, Héctor Lavoe, Las Chicas del Can, Los 8 de Colombia, Los Rivales, Los Melódicos, George Dan, El Gran Combo de Puerto Rico, entre otros.

El Gran Combo de Puerto Rico, que permanentemente ha dirigido su fundador, el pianista, Rafael Itiher, es un caso especial, porque siempre ha incluido en su repertorio la música vallenata en diferentes etapas del vallenato y de sus 50 años de actividad musical de esta orquesta salsera, por todo el continente, Ithier, graba el vallenato, porque es un convencido de sus bondades, no por oportunismo.

Rafael Itiher, descubre la riqueza de la música vallenata, cuando Ismael Rivera y Cortijo, graban “Dime por qué”, de Rafael Gutiérrez; recordamos que, El Gran Combo, es apéndice de “Cortijo y su Combo”.
La primera canción Vallenata que incluye, “La Universidad de la Salsa”, en su repertorio es “Matilde Lina”, de Leandro Díaz, hace una excelente versión, con el canto de, “El Hijo de Trastalleres”, el mítico, Andy Montañez, quien a su salida de esta agrupación, le sigue dando un tratamiento especial al folclor del Valle, graba, “Martha”, de Calixto Ochoa.

Luego “Los Mulatos del sabor”, graban “Amor Comprado”, de Armando Zabaleta; “Nido de Amor”, Octavio Daza; “Simulación”, Rafael Manjarrez; “Carta al Creador”, Romualdo Brito; “Por ella”, Esteban Montaño.

Por la internacionalización de estas y otras obras del folclor Colombiano, “El Gran Combo”, merece un reconocimiento en Valledupar, como gratitud por esa divulgación hecha a favor de la música vallenata, por el mundo, “La Universidad de la salsa”.