Este lunes, 12 de mayo, en la Alcaldía de Valledupar se realizó un Consejo de Seguridad Extraordinario en el que estuvieron presentes los cabildos gobernadores de los pueblos arhuaco y kankuamo, para buscar una solución al conflicto entre estas dos comunidades por la tenencia del predio Monte Sión, ubicado vía al corregimiento de Sabana Crespo, en zona rural de Valledupar.
La reunión, que se llevó a cabo en las horas de la mañana y contó la presencia de la Secretaría de Gobierno, Defensoría del Pueblo, Personería, Oficina Jurídica del ente municipal, la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Valledupar, entre otras autoridades locales, tuvo como resultado la puesta en marcha de un plan retorno para las 78 familias kankuamas que fueron desplazadas del predio Monte Sión.
De acuerdo con el secretario de Gobierno Municipal, Jorge Pérez, el plan retorno se llevará a cabo bajo el cumplimiento de tres requisitos fundamentales que son: la voluntad por parte de las comunidades indígenas, la seguridad que será garantizada por parte de la fuerza pública y el respeto a la dignidad de los involucrados en esta disputa territorial.
En ese sentido, el secretario Seguridad y convivencia de Valledupar, Pablo Bonilla, manifestó que le harán seguimiento a los dos cabildos para que establezcan lo antes posible una fecha para este plan retorno que será acompañado por el Ejército Nacional, Ministerio Público, entes garantes de los derechos humanos y autoridades locales.
Visita a Monte Sión
En el consejo, también se acordó que este martes, 13 de mayo, funcionarios de la Alcaldía de Valledupar, en compañía del Ministerio Público, visitarán el predio Monte Sión para conocer de primera mano la situación en este terreno. Anteriormente, la Defensoría del Pueblo realizó una visita al predio e informó de la situación crítica en esta zona.
El ente identificó una grave afectación a los derechos fundamentales de 74 familias, especialmente de 70 niñas y niños cuyas “condiciones actuales aún son inciertas, debido a restricciones de movilidad y falta de comunicación”.
Por lo anterior, hizo un llamado a los organismos de socorro y a las autoridades competentes para que se garantice una atención integral en salud, especialmente para menores de edad y mujeres gestantes, así como la entrega inmediata de ayudas humanitarias, kits de aseo y la mejora de las condiciones del albergue temporal.
“Actualmente, 86 personas (41 menores de edad y 45 adultos) del pueblo kankuamo se encuentran albergadas en la Casa Indígena de Valledupar, en condiciones críticas, sin acceso a agua potable, baños ni elementos básicos de higiene”, puntualiza el ente.
Resolución del conflicto
Ambas comunidades han manifestado que para resolver dicho conflicto debe hacerse bajo la dirección de sus mamus porque al ser pueblos indígenas con ley propia, sus incidentes deben resolverlos sin injerencia de autoridades externas, a pesar de que las autoridades locales estén presentes en las mesas de diálogo.
Al respecto, el secretario de Gobierno Municipal, Jorge Pérez, manifestó que “estamos buscando es que se fije una fecha próxima para que se lleve a cabo el Consejo Territorial de Cabildos que en últimas es la instancia superior que puede resolver este conflicto”.
Este consejo de seguridad también respondió a una solicitud de Acción Urgente por Emergencia Humanitaria y Riesgo Inminente que elevó el pueblo kankuamo por los presuntos actos de violencia y desplazamiento forzado por parte de más de 500 arhuacos que el pasado lunes, 28 de abril, desplazaron a 74 familias del predio Monte Sión.
De acuerdo con la comunidad kankuama asentada en dicho terreno, los arhuacos que “invadieron” el predio destruyeron un centro educativo, 17 viviendas, estructuras sagradas, “detuvieron de manera ilegal a 20 personas, entre ellos niños” que fueron liberados por la intervención de la administración municipal.
Hechos
El arribo de un sector del pueblo arhuaco a Monte Sión, ubicado en Sabana Crespo, zona rural de Valledupar, se debe a una disputa por la posesión de la tierra entre estos dos pueblos indígenas. “Compramos la parcela a un civil con recursos propios hace tres años ya, a raíz de eso surgió un conflicto con los arhuacos asentados en zonas cercanas porque dijeron que esos predios no podían comprarse, que tenían que ser compartidos porque eso era de una comunidad arhuaca”, aseguró un miembro de pueblo kankuamo.
Por otro lado, los arhuacos alegan que el predio donde residen los kankuamos no es para habitar: es una zona de pagamento del pueblo arhuaco y que los kankuamos la utilizarían como zona de recuperación, acuerdo que presuntamente incumplieron porque edificaron viviendas en el predio.
Por lo anterior, “dialogaron” en repetidas ocasiones con el pueblo kankuamo para que se retiraran del lugar, pero estos no lo hicieron, por lo que los arhuacos destruyeron las estructuras construidas en el predio.
Por Redacción EL PILÓN











