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Columnista - 8 julio, 2014

Valledupar víctima del alcohol

Se ha vuelto común en Valledupar leer o escuchar con bastante frecuencia noticias sobre muertes de adolescentes y jóvenes que terminan con sus vidas en acciones fatales, derivadas de la ingesta excesiva de alcohol. La vergonsoza lista de muertos ha ido en aumento en la última década, como consecuencia de la falta de control en […]

Se ha vuelto común en Valledupar leer o escuchar con bastante frecuencia noticias sobre muertes de adolescentes y jóvenes que terminan con sus vidas en acciones fatales, derivadas de la ingesta excesiva de alcohol. La vergonsoza lista de muertos ha ido en aumento en la última década, como consecuencia de la falta de control en el consumo desmedido de licor por parte de los padres hacia los hijos, y de las autoridades que poca atención le han brindado a este problema.

Lo que parecería ser una responsabilidad individual, pues cada quien sabe de los beneficios y perjuicios del alcohol, debe ser analizada a la luz de la salud pública, porque el control en el expendio de alcohol y de los lugares donde habitualmente se consume es de las autoridades; el derecho a la vida y a la salud debe ser garantizado desde una pedagogía tanto del respeto por su propia salud, como por la salud y la vida de los demás.

Valledupar ha venido enfermando poco a poco, en la medida que el consumo de alcohol se promueve indiscriminadamente, con una publicidad extremadamente abrumadora y sin control en las calles, en épocas de festival, en la medida que los padres auspician a sus hijos para que compren alcohol bajo el remoquete de tragos sociales y en la medida que los que toman pueden encontrar licor después de las horas permitidas. Por eso amanece en las calles mucha gente borracha conduciendo carros, motos, atropellando a otros o atentanto contra su propia vida por perder el dominio de sí mismos bajo los efectos del perjudicial whisky que hoy irónicamente nos da tanta fama a nivel nacional entre ellas ser el Valle del Oldpar que no es otra cosa que llamarnos una ciudad de borrachines.

Si jóvenes y adultos andan tomando borrachos a altas horas de la noche o madrugada, y si tenemos horarios límites para la venta. ¿quién le vende a ellos? y si hay lugares famosos en donde se puede comprar alcohol a cualquier hora, ¿qué hacen las autoridades para cerrarlos?

Mientras se siga viendo el consumo excesivo de alcohol como una actividad normal vehiculada por la tradición, seguiremos semana a semana llorando por más muertos que de una u otra manera estarían vivos de no haber sido por emborracharse y perder el control.

Es hora que se empiece a tratar el consumo desmedido de alcohol en Valledupar como un problema de salud pública, pues nuestros niños y niñas a los doce y trece años están comenzando a consumir alcohol, muchos de ellos aplaudidos por sus padres.

Una gran cantidad de población que no puede dejar pasar un fin de semana sin consumir alcohol hoy enfrenta problemas de alcoholismo disfrazado de tragos sociales; que por ser sociales involucran a más personas, entre ellas nuestras niñas borrachas y vulnerables a violaciones, a matratos, a prostitución y al consumo de drogas derivado de las borracheras.

Hoy muchas de las expresiones de violencia intrafamiliar y social, las muertes, los accidentes, riñas callejeras, embarazos y violaciones, entre otras, están asociadas al consumo de alcohol y todavía hay quienes acusan de exagerada la propuesta de comenzar a tratar el problema del consumo de alcohol como un problema de salud pública.

Columnista
8 julio, 2014

Valledupar víctima del alcohol

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Oscar Ariza Daza

Se ha vuelto común en Valledupar leer o escuchar con bastante frecuencia noticias sobre muertes de adolescentes y jóvenes que terminan con sus vidas en acciones fatales, derivadas de la ingesta excesiva de alcohol. La vergonsoza lista de muertos ha ido en aumento en la última década, como consecuencia de la falta de control en […]


Se ha vuelto común en Valledupar leer o escuchar con bastante frecuencia noticias sobre muertes de adolescentes y jóvenes que terminan con sus vidas en acciones fatales, derivadas de la ingesta excesiva de alcohol. La vergonsoza lista de muertos ha ido en aumento en la última década, como consecuencia de la falta de control en el consumo desmedido de licor por parte de los padres hacia los hijos, y de las autoridades que poca atención le han brindado a este problema.

Lo que parecería ser una responsabilidad individual, pues cada quien sabe de los beneficios y perjuicios del alcohol, debe ser analizada a la luz de la salud pública, porque el control en el expendio de alcohol y de los lugares donde habitualmente se consume es de las autoridades; el derecho a la vida y a la salud debe ser garantizado desde una pedagogía tanto del respeto por su propia salud, como por la salud y la vida de los demás.

Valledupar ha venido enfermando poco a poco, en la medida que el consumo de alcohol se promueve indiscriminadamente, con una publicidad extremadamente abrumadora y sin control en las calles, en épocas de festival, en la medida que los padres auspician a sus hijos para que compren alcohol bajo el remoquete de tragos sociales y en la medida que los que toman pueden encontrar licor después de las horas permitidas. Por eso amanece en las calles mucha gente borracha conduciendo carros, motos, atropellando a otros o atentanto contra su propia vida por perder el dominio de sí mismos bajo los efectos del perjudicial whisky que hoy irónicamente nos da tanta fama a nivel nacional entre ellas ser el Valle del Oldpar que no es otra cosa que llamarnos una ciudad de borrachines.

Si jóvenes y adultos andan tomando borrachos a altas horas de la noche o madrugada, y si tenemos horarios límites para la venta. ¿quién le vende a ellos? y si hay lugares famosos en donde se puede comprar alcohol a cualquier hora, ¿qué hacen las autoridades para cerrarlos?

Mientras se siga viendo el consumo excesivo de alcohol como una actividad normal vehiculada por la tradición, seguiremos semana a semana llorando por más muertos que de una u otra manera estarían vivos de no haber sido por emborracharse y perder el control.

Es hora que se empiece a tratar el consumo desmedido de alcohol en Valledupar como un problema de salud pública, pues nuestros niños y niñas a los doce y trece años están comenzando a consumir alcohol, muchos de ellos aplaudidos por sus padres.

Una gran cantidad de población que no puede dejar pasar un fin de semana sin consumir alcohol hoy enfrenta problemas de alcoholismo disfrazado de tragos sociales; que por ser sociales involucran a más personas, entre ellas nuestras niñas borrachas y vulnerables a violaciones, a matratos, a prostitución y al consumo de drogas derivado de las borracheras.

Hoy muchas de las expresiones de violencia intrafamiliar y social, las muertes, los accidentes, riñas callejeras, embarazos y violaciones, entre otras, están asociadas al consumo de alcohol y todavía hay quienes acusan de exagerada la propuesta de comenzar a tratar el problema del consumo de alcohol como un problema de salud pública.