Valledupar, con cada aguacero, nos muestra la cruda realidad de su infraestructura vial, que está lejos de ser óptima. Cuando las nubes descargan su furia, las calles se convierten en un caos, afectando la vida diaria de sus habitantes. Es una situación desafiante y frustrante, que pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar nuestras […]
Valledupar, con cada aguacero, nos muestra la cruda realidad de su infraestructura vial, que está lejos de ser óptima. Cuando las nubes descargan su furia, las calles se convierten en un caos, afectando la vida diaria de sus habitantes. Es una situación desafiante y frustrante, que pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar nuestras vías y sistemas de drenaje. Como dicen, “Valledupar se vuelve inviable cuando llueve”, y esto no puede seguir siendo una realidad. Es hora de que las autoridades y la comunidad unan esfuerzos para implementar soluciones efectivas y sostenibles que hagan de nuestra ciudad un lugar más resistente a los embates de la naturaleza y más habitable para todos.
El problema no es solo la congestión del tráfico, sino que al asomo de las primeras gotas viene la parálisis de los buses del SIVA, y el aumento de las tarifas de los taxis e Indriver que además estos escogen los sitios para prestar el servicio, limitando el acceso hacia el norte y el sector de la UPC Sabana donde la movilidad se vuelve complicada. Las redes sociales se llenan de imágenes y vídeos que parecen sacados de los peores momentos de Barranquilla bajo el agua.
Es alentador saber que se están implementando proyectos para mejorar la movilidad en Valledupar, pero debemos ser conscientes de la importancia de planificar a largo plazo. La planificación urbana no debe limitarse a resolver los problemas del momento, sino que debe anticiparse a las necesidades futuras de una ciudad en constante crecimiento. Es necesario adoptar un enfoque estratégico que considere los próximos 10, 15 o incluso 20 años, garantizando que las soluciones que implementemos hoy sigan siendo efectivas y sostenibles en el futuro.
Ante la emergencia por las intensas lluvias que han afectado a nuestro municipio, es imprescindible que se siga realizando el comité extraordinario de Gestión de Riesgo que reúna a entidades operativas como la Cruz Roja y la Defensa Civil, entre otras. Este comité debe seguir trabajando de manera coordinada para abordar y resolver los inconvenientes que puedan surgir, con el objetivo de evitar que Valledupar colapse cada vez que se presenten estas precipitaciones. No podemos permitir que una ciudad colapse cada vez que cae una lluvia. Valledupar merece infraestructuras viales que la hagan más resiliente ante los embates de la naturaleza. Es hora de que las autoridades y la comunidad se unan en la búsqueda de soluciones integrales y sostenibles que hagan de Valledupar una ciudad más habitable y preparada para el futuro.
Alfredo Jones Sánchez
@alfredojonessan
Valledupar, con cada aguacero, nos muestra la cruda realidad de su infraestructura vial, que está lejos de ser óptima. Cuando las nubes descargan su furia, las calles se convierten en un caos, afectando la vida diaria de sus habitantes. Es una situación desafiante y frustrante, que pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar nuestras […]
Valledupar, con cada aguacero, nos muestra la cruda realidad de su infraestructura vial, que está lejos de ser óptima. Cuando las nubes descargan su furia, las calles se convierten en un caos, afectando la vida diaria de sus habitantes. Es una situación desafiante y frustrante, que pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar nuestras vías y sistemas de drenaje. Como dicen, “Valledupar se vuelve inviable cuando llueve”, y esto no puede seguir siendo una realidad. Es hora de que las autoridades y la comunidad unan esfuerzos para implementar soluciones efectivas y sostenibles que hagan de nuestra ciudad un lugar más resistente a los embates de la naturaleza y más habitable para todos.
El problema no es solo la congestión del tráfico, sino que al asomo de las primeras gotas viene la parálisis de los buses del SIVA, y el aumento de las tarifas de los taxis e Indriver que además estos escogen los sitios para prestar el servicio, limitando el acceso hacia el norte y el sector de la UPC Sabana donde la movilidad se vuelve complicada. Las redes sociales se llenan de imágenes y vídeos que parecen sacados de los peores momentos de Barranquilla bajo el agua.
Es alentador saber que se están implementando proyectos para mejorar la movilidad en Valledupar, pero debemos ser conscientes de la importancia de planificar a largo plazo. La planificación urbana no debe limitarse a resolver los problemas del momento, sino que debe anticiparse a las necesidades futuras de una ciudad en constante crecimiento. Es necesario adoptar un enfoque estratégico que considere los próximos 10, 15 o incluso 20 años, garantizando que las soluciones que implementemos hoy sigan siendo efectivas y sostenibles en el futuro.
Ante la emergencia por las intensas lluvias que han afectado a nuestro municipio, es imprescindible que se siga realizando el comité extraordinario de Gestión de Riesgo que reúna a entidades operativas como la Cruz Roja y la Defensa Civil, entre otras. Este comité debe seguir trabajando de manera coordinada para abordar y resolver los inconvenientes que puedan surgir, con el objetivo de evitar que Valledupar colapse cada vez que se presenten estas precipitaciones. No podemos permitir que una ciudad colapse cada vez que cae una lluvia. Valledupar merece infraestructuras viales que la hagan más resiliente ante los embates de la naturaleza. Es hora de que las autoridades y la comunidad se unan en la búsqueda de soluciones integrales y sostenibles que hagan de Valledupar una ciudad más habitable y preparada para el futuro.
Alfredo Jones Sánchez
@alfredojonessan