Cerros, fincas, avenidas se vistieron de amarillo embelleciendo el camino a quienes toman las carreteras hacia los corregimientos del norte y al municipio de La Paz.
Los cerros se vistieron de amarillo, la ciudad luce engalanada y todos hablan del paisaje que se aprecia hacia los corregimientos del norte y el municipio de La Paz.
Una estela de pétalos embellecen el camino y son el deleite de quienes toman las carreteras o simplemente, se paran a admirar cerros como el de La Popa o la DPA que están cubiertos de amarillo.
Muchos aseguran que son cañahuates, pero en realidad son puy y polvillo, según dijo el ambientalista Tomás Darío Gutiérrez, quien explicó que estas especies se caracterizan por tener la flor un poco más pequeña que la anterior.
A diferencia del cañahuate que florece entre diciembre y enero, en pleno verano; el puy y el polvillo abren sus flores cuando caen los primeros aguaceros, por eso las lluvias de estos días han hecho que la ciudad se vista de amarillo.
Según el ambientalista los puy y el polvillo son de la misma familia del cañahuate, la bignonacea, del género tadebuia y por eso la gente tiende a confundirlos.
El puy se diferencia del cañahuate en que el primero se deshoja por completo y se viste de amarillo, mientras que el otro, queda con hojas y sus flores son más grandes y en ramo.
“Sería conveniente que este tipo de árboles se sembraran en las avenidas, para que cuando florezcan se vean estos sectores vestidos de amarillo”, aconsejó Gutiérrez.
El amarillo no es el único tono del que se ha vestido la ciudad, algunas avenidas están de morado, pues florecieron los robles haciendo que la ciudad luzca su mejor gala.
Cerros, fincas, avenidas se vistieron de amarillo embelleciendo el camino a quienes toman las carreteras hacia los corregimientos del norte y al municipio de La Paz.
Los cerros se vistieron de amarillo, la ciudad luce engalanada y todos hablan del paisaje que se aprecia hacia los corregimientos del norte y el municipio de La Paz.
Una estela de pétalos embellecen el camino y son el deleite de quienes toman las carreteras o simplemente, se paran a admirar cerros como el de La Popa o la DPA que están cubiertos de amarillo.
Muchos aseguran que son cañahuates, pero en realidad son puy y polvillo, según dijo el ambientalista Tomás Darío Gutiérrez, quien explicó que estas especies se caracterizan por tener la flor un poco más pequeña que la anterior.
A diferencia del cañahuate que florece entre diciembre y enero, en pleno verano; el puy y el polvillo abren sus flores cuando caen los primeros aguaceros, por eso las lluvias de estos días han hecho que la ciudad se vista de amarillo.
Según el ambientalista los puy y el polvillo son de la misma familia del cañahuate, la bignonacea, del género tadebuia y por eso la gente tiende a confundirlos.
El puy se diferencia del cañahuate en que el primero se deshoja por completo y se viste de amarillo, mientras que el otro, queda con hojas y sus flores son más grandes y en ramo.
“Sería conveniente que este tipo de árboles se sembraran en las avenidas, para que cuando florezcan se vean estos sectores vestidos de amarillo”, aconsejó Gutiérrez.
El amarillo no es el único tono del que se ha vestido la ciudad, algunas avenidas están de morado, pues florecieron los robles haciendo que la ciudad luzca su mejor gala.