‘Cantemos otra Historia’ es una campaña nacional apoyada por la Misión de Verificación de las Naciones Unidas, Caracol Radio, Envía y la Fundación 24-0 del músico César López, que espera recoger la mayor cantidad de instrumentos musicales para ponerlos en las manos de niños, niñas y jóvenes de comunidades afectadas por la violencia en todo el país.

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La campaña tendrá un capítulo especial para el departamento del Cesar donde se espera que los artistas locales y la ciudadanía en general donen instrumentos musicales para apoyar a niños, niñas y jóvenes que encuentran en la música una herramienta poderosa para educarse y buscar un proyecto de vida lejos de la violencia.

Según informó la Misión de la ONU, regional Caribe, con sede en Valledupar, las personas que deseen donar un instrumento podrán llevarlo el viernes 20 de diciembre al primer piso del centro comercial Unicentro, entre las 4:00 p.m., y las 8:00 p.m., donde podrán entregar la donación a personal de la Misión de la ONU que estará debidamente identificado.

A nivel nacional, los instrumentos también pueden ser entregados en los puntos de servicio autorizados de Envía, debidamente empacados y rotulados, especificando que van dirigidos a la campaña ‘Cantemos otra Historia’, que podrán enviarlos sin costo.

¿A dónde irán los instrumentos?

Las donaciones recibidas en Valledupar serán entregadas al proyecto Son de Paz, que ha sido apoyado por varias organizaciones como el programa de Desarrollo y Paz del Cesar y la Misión de Verificación de las Naciones Unidas.

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Este proyecto está conformado por jóvenes entre los 15 y 28 años, habitantes del antiguo ETCR de Tierra Grata, del municipio de Manaure, Cesar, y por jóvenes de la comunidad vecina de San José de Oriente, del municipio de La Paz, quienes trabajan en la construcción de una escuela de formación musical que busca de coadyuvar a reconstruir el tejido social, generar convivencia, empoderamiento y reconciliación a través de la música, el arte y la cultura.

Los instrumentos entregados en Envía serán enviados a una bodega en Bogotá para posteriormente ser direccionadas a semilleros y colectivos artísticos en pequeños municipios o corregimientos de todo el país que han sido afectados por la violencia.