En mis estudios de posgrado realizados en Europa, tuve la oportunidad de conocer los modelos administrativos de algunas ciudades.
En mis estudios de posgrado realizados en Europa, tuve la oportunidad de conocer los modelos administrativos de algunas ciudades. Entre estas notaba el papel fundamental que tenían las comunas, una especie de descentralización administrativa que permitía que cada zona de la ciudad por medio de sus centros comunales, canalizara las necesidades particulares y priorizara las inversiones, puesto cada comuna normalmente tiene diferentes problemas y necesidades y no se hace una buena administración de una ciudad si estas se generalizan. Como prueba tenemos el modelo actual que de por sí, es obsoleto y permite grandes niveles de corrupción por la centralización del presupuesto.
Si hablamos de Valledupar, aquí tenemos 6 comunas y 25 corregimientos, que son la base de la organización territorial de nuestro municipio; cada comuna comparte un nivel socioeconómico y necesidades sociales similares, pero no tienen voz ni voto en las decisiones locales. En este modelo gubernamental, en lugar de que las decisiones políticas tengan un enfoque centralizado, en donde las decisiones se toman a puerta cerrada en el edificio de la alcaldía, se estaría dando un papel activo a los ciudadanos de cada comuna en la toma de decisiones locales.
Así los “vecinos del barrio” de manera conjunta y representados por su propia gente (en cabeza del edil) se convertirían en los gestores del presupuesto que les corresponde de acuerdo con el retorno de sus impuestos. Es algo así como tener mini alcaldías en cada comuna y cada corregimiento de Valledupar, cada una con su edil, pero también sus secretarios, y otros funcionarios que deben pertenecer a la misma comuna, por lo cual se vuelve también una fuente de empleo dentro de la misma; pero, además, al ser manejada por habitantes de la comuna los proyectos y políticas se adaptarían mejor a las necesidades reales de la gente.
Las inversiones en el modelo gubernamental comunal se deciden por el pueblo en las juntas de acción comunal (que por fin podrían cumplir su verdadero rol) y permiten la participación de todos, Por lo que este modelo garantiza que las famosas “contrataciones municipales” no se puedan escoger “a dedo con el fulanito amigo del alcalde”, porque se basa en la participación ciudadana de los habitantes de la propia comuna.
Así mismo, cada comuna podría tener subsedes de entes gubernamentales, servicios públicos, cuerpos de bomberos, policía, para poder responder a las necesidades y emergencias en tiempos más oportunos. Incluso dentro de esta forma de gobierno, ahora sí, podríamos pensar en comunidades energéticas y pensar cómo podríamos disminuir nuestros costos de energía.
Finalmente, necesitamos candidatos que piensen diferente, pues la misma estructura de gobierno no garantiza la mejora de la ciudad, no podemos esperar resultados diferentes haciendo lo mismo de siempre.
Por: Amat David Zuluaga Guerra.
En mis estudios de posgrado realizados en Europa, tuve la oportunidad de conocer los modelos administrativos de algunas ciudades.
En mis estudios de posgrado realizados en Europa, tuve la oportunidad de conocer los modelos administrativos de algunas ciudades. Entre estas notaba el papel fundamental que tenían las comunas, una especie de descentralización administrativa que permitía que cada zona de la ciudad por medio de sus centros comunales, canalizara las necesidades particulares y priorizara las inversiones, puesto cada comuna normalmente tiene diferentes problemas y necesidades y no se hace una buena administración de una ciudad si estas se generalizan. Como prueba tenemos el modelo actual que de por sí, es obsoleto y permite grandes niveles de corrupción por la centralización del presupuesto.
Si hablamos de Valledupar, aquí tenemos 6 comunas y 25 corregimientos, que son la base de la organización territorial de nuestro municipio; cada comuna comparte un nivel socioeconómico y necesidades sociales similares, pero no tienen voz ni voto en las decisiones locales. En este modelo gubernamental, en lugar de que las decisiones políticas tengan un enfoque centralizado, en donde las decisiones se toman a puerta cerrada en el edificio de la alcaldía, se estaría dando un papel activo a los ciudadanos de cada comuna en la toma de decisiones locales.
Así los “vecinos del barrio” de manera conjunta y representados por su propia gente (en cabeza del edil) se convertirían en los gestores del presupuesto que les corresponde de acuerdo con el retorno de sus impuestos. Es algo así como tener mini alcaldías en cada comuna y cada corregimiento de Valledupar, cada una con su edil, pero también sus secretarios, y otros funcionarios que deben pertenecer a la misma comuna, por lo cual se vuelve también una fuente de empleo dentro de la misma; pero, además, al ser manejada por habitantes de la comuna los proyectos y políticas se adaptarían mejor a las necesidades reales de la gente.
Las inversiones en el modelo gubernamental comunal se deciden por el pueblo en las juntas de acción comunal (que por fin podrían cumplir su verdadero rol) y permiten la participación de todos, Por lo que este modelo garantiza que las famosas “contrataciones municipales” no se puedan escoger “a dedo con el fulanito amigo del alcalde”, porque se basa en la participación ciudadana de los habitantes de la propia comuna.
Así mismo, cada comuna podría tener subsedes de entes gubernamentales, servicios públicos, cuerpos de bomberos, policía, para poder responder a las necesidades y emergencias en tiempos más oportunos. Incluso dentro de esta forma de gobierno, ahora sí, podríamos pensar en comunidades energéticas y pensar cómo podríamos disminuir nuestros costos de energía.
Finalmente, necesitamos candidatos que piensen diferente, pues la misma estructura de gobierno no garantiza la mejora de la ciudad, no podemos esperar resultados diferentes haciendo lo mismo de siempre.
Por: Amat David Zuluaga Guerra.