Desde enero hasta la fecha, el municipio de Valledupar no cuenta con un hogar de paso para los niños vulnerados en condición de calle, mendicidad o cualquier tipo de maltrato porque el contrato no fue renovado.

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En este lugar los infantes eran atendidos durante ocho días, tiempo en que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, trabajaba en el restablecimiento de los derechos de los menores de primera infancia e infancia.

De acuerdo con Mario Herazo, de la fundación Forjadores de la Sociedad, que tenía el contrato el año pasado hasta el 31 de diciembre, “por caprichos políticos la administración actual decidió no continuar el contrato, siendo que somos los únicos operadores activos y con su respectiva licencia para hogares de paso“. “El alcalde Mello Castro mezcló la parte social con la política y decidió apartarnos a expensa de la vulneración de los derechos de los niños. Nosotros teníamos la disposición de continuar, pero no nos lo permitieron”, aseguró.

Anotó que para esta labor contaban con nutricionista, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeras y auxiliares, pedagogos, manipuladoras de alimentos, entre otros. La infraestructura física contaba con tres dormitorios, sala,  cocina, comedor, salón de juegos y una habitación dispuesta para madres lactantes.

“EXISTEN ALBERGUES TEMPORALES”: MUNICIPIO

Al respecto, la coordinadora de Gestión Social del municipio, Karen Estrada, aseguró que la administración optó por la modalidad de ‘Hogar de Paso con licencia de funcionamiento’, toda vez que se realizó la apertura en el SECOP y nadie se presentó declarándose desierta la licitación. “Sin embargo, con el objetivo de proteger a la comunidad más vulnerable se elaboró un proyecto social que brinda albergue temporal por un periodo de 10 días a dicha población, tiempo en el cual las entidades autorizadas restablecen los derechos vulnerados; allí se cubriría alimentación, hospedaje, aseo y transporte,”, argumentó.

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Estrada anotó que los lineamientos son establecidos por el ICBF en materia de licencia y permisos, por lo tanto los operadores que se postulen necesitan como requisito indispensable contar con la licencia correspondiente.

“A la fecha no se tiene hogar de paso en el municipio como tal, pero está el proyecto del albergue temporal. A través de las Comisarías de Familias y el ICBF se han atendido los casos de los niños que requieren la restitución de sus derechos. Nosotros hemos venido articulándonos con distintas campañas de prevención”, enfatizó la funcionaria.

ESTADO EN EL LO QUE DEJÓ EL GOBIERNO ANTERIOR

El coordinador de Gestión Social de la administración anterior, Jaider Rincones, explicó: “Directamente el municipio nunca ha tenido un hogar de paso propio. Lo que se hace es contratar con un operador que cuente con la aprobación del ICBF, que es el ente rector que dice con quien se puede contratar este tipo de atenciones para niños en condiciones vulnerables. El año pasado se adelantaron gestiones en los cuatro periodos para brindar atención a esta población; es lamentable que el actual gobierno no haga lo propio”.

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VOZ DEL ICBF

De acuerdo con el director regional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, Gabriel Castillo, la mayoría de niños y niñas que trabajan o usan para pedir limosnas en las calles corresponde a población migrante.

“No hemos encontrado que realicen comercialización de niños como ocurrió en Bucaramanga y otras ciudades, tampoco hemos detectado que consuman sustancias alucinógenas o que tengan somníferos para colocarlos en otra situación de manipulación; sin embargo, la condición de pobreza y mendicidad nos obliga a separar el niño de su núcleo familiar”, acotó.

Agregó: “Mucha de esta población se encuentra en condiciones irregulares, incluso sin documentos, lo que dificulta la posibilidad de intervención. De todas maneras con Migración Colombia y Policía de Infancia nos damos a la tarea de ayudarlos”.

Al hacer referencia del hogar de paso, manifestó: “No hemos  contado con hogar de paso, hemos asesorado a la Alcaldía, que ha tenido complicaciones con el tema de la pandemia y la tramitología que implica”.

Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
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