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Columnista - 8 febrero, 2020

Valledupar, necesita un plan de Largo Plazo

No son fáciles de resolver los problemas de inseguridad, desempleo, movilidad, transporte público, ordenamiento territorial, cultura ciudadana y discontinuidad en la prestación de los servicios públicos. Solucionar estos problemas en cuatro años es prácticamente una causa milagrosa, insistir en esta proeza garantiza pasaporte al fracaso, las ciudades no se detienen son sistemas en constante evolución, […]

No son fáciles de resolver los problemas de inseguridad, desempleo, movilidad, transporte público, ordenamiento territorial, cultura ciudadana y discontinuidad en la prestación de los servicios públicos.

Solucionar estos problemas en cuatro años es prácticamente una causa milagrosa, insistir en esta proeza garantiza pasaporte al fracaso, las ciudades no se detienen son sistemas en constante evolución, Valledupar, hace rato dejó de ser de casitas de bahareque, esa adrede consideración favoreció la madurez de fragilidades urbanas, muy relacionadas con su rápido crecimiento, característica susceptible de sus encrucijadas actuales, colisionadas con los desafíos de las ciudades planteados por el crecimiento demográfico, el cambio de su estructura, el cambio climático acelerado, la creciente desigualdad y la habitabilidad deficiente.

Es momento de construir un Plan Estratégico de largo plazo, (20 o 25 años) ejercicio que requiere la intervención de profesiones multidisciplinares, exalcaldes, participación interinstitucional, herramientas y capacidades de comunicación y articulación con el orden nacional, para planificar y gestionar el territorio, con el fin de identificar las potencialidades, limitaciones y tendencias que propicien una nueva cultura con acciones concretas de forma sostenible, viable y eficiente.

Un requisito básico para emprender un adecuado ejercicio de direccionamiento estratégico y de planeación, circunscribe claridades para Valledupar, sobre los siguientes interrogantes: ¿cuál es su vocación fundamental? ¿Qué debe o tiene que hacer? ¿Para quién lo debe hacer? es decir, a qué grupo de ciudadanos debe dirigir sus productos y servicios (grupos de valor); ¿Para qué lo debe hacer?, es decir qué necesidades o problemas sociales debe resolver, ¿cuáles son los derechos humanos que debe garantizar como entidad territorial y ¿cuáles son las prioridades identificadas por la entidad, propuestas por la ciudadanía y grupos de valor y fijadas en los planes de desarrollo que establezca para cada periodo gubernamental?

Asimismo, prospectar el presupuesto disponible para cada vigencia y analizar el marco normativo que rige su actuación. Con base en esto, las entidades determinan las metas y resultados en términos de productos y servicios – cuánto – con las que espera resolver necesidades o problemas en un periodo determinado – cuándo -.

Este proceso de decisión debe realizarse en forma participativa, involucrando a los ciudadanos o grupos de interés en el diagnóstico y planeación organizacional. Naturalmente, es menester identificar las capacidades con las que cuenta en términos de recursos, talento humano, procesos, y en general, todas las condiciones internas y externas que la caracterizan, para desarrollar su gestión y lograr un desempeño acorde con los resultados que se propuso conseguir.

Para el ejercicio de planeación el gobierno de turno en Valledupar, debe contar con un líder o área responsable encargada para este proceso. Para garantizar el éxito de la visión propuesta son necesarios cambios organizacionales, probablemente el más expedito, teniendo en cuenta, que las complejidades más fuertes radican en los acuerdos por el territorio que deben suscribir sus dirigentes y partes interesadas.

El asesor o secretario de planeación no puede ser un cargo de ribetes burocráticos, debe holístico con actitudes y aptitudes estratégicas y desarrollo territorial, que piense y analice el contexto interno y externo, con habilidades sobre la comprensión del cambio mundial, indagar que se espera para el futuro, analizar el mañana regional en lo geoeconómico y geopolítico de manera que este análisis permita conocer mejor la situación de las organizaciones y los territorios colombianos y reconocer el cambio tecnológico y sus implicaciones en la generación de la riqueza del futuro.

Columnista
8 febrero, 2020

Valledupar, necesita un plan de Largo Plazo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

No son fáciles de resolver los problemas de inseguridad, desempleo, movilidad, transporte público, ordenamiento territorial, cultura ciudadana y discontinuidad en la prestación de los servicios públicos. Solucionar estos problemas en cuatro años es prácticamente una causa milagrosa, insistir en esta proeza garantiza pasaporte al fracaso, las ciudades no se detienen son sistemas en constante evolución, […]


No son fáciles de resolver los problemas de inseguridad, desempleo, movilidad, transporte público, ordenamiento territorial, cultura ciudadana y discontinuidad en la prestación de los servicios públicos.

Solucionar estos problemas en cuatro años es prácticamente una causa milagrosa, insistir en esta proeza garantiza pasaporte al fracaso, las ciudades no se detienen son sistemas en constante evolución, Valledupar, hace rato dejó de ser de casitas de bahareque, esa adrede consideración favoreció la madurez de fragilidades urbanas, muy relacionadas con su rápido crecimiento, característica susceptible de sus encrucijadas actuales, colisionadas con los desafíos de las ciudades planteados por el crecimiento demográfico, el cambio de su estructura, el cambio climático acelerado, la creciente desigualdad y la habitabilidad deficiente.

Es momento de construir un Plan Estratégico de largo plazo, (20 o 25 años) ejercicio que requiere la intervención de profesiones multidisciplinares, exalcaldes, participación interinstitucional, herramientas y capacidades de comunicación y articulación con el orden nacional, para planificar y gestionar el territorio, con el fin de identificar las potencialidades, limitaciones y tendencias que propicien una nueva cultura con acciones concretas de forma sostenible, viable y eficiente.

Un requisito básico para emprender un adecuado ejercicio de direccionamiento estratégico y de planeación, circunscribe claridades para Valledupar, sobre los siguientes interrogantes: ¿cuál es su vocación fundamental? ¿Qué debe o tiene que hacer? ¿Para quién lo debe hacer? es decir, a qué grupo de ciudadanos debe dirigir sus productos y servicios (grupos de valor); ¿Para qué lo debe hacer?, es decir qué necesidades o problemas sociales debe resolver, ¿cuáles son los derechos humanos que debe garantizar como entidad territorial y ¿cuáles son las prioridades identificadas por la entidad, propuestas por la ciudadanía y grupos de valor y fijadas en los planes de desarrollo que establezca para cada periodo gubernamental?

Asimismo, prospectar el presupuesto disponible para cada vigencia y analizar el marco normativo que rige su actuación. Con base en esto, las entidades determinan las metas y resultados en términos de productos y servicios – cuánto – con las que espera resolver necesidades o problemas en un periodo determinado – cuándo -.

Este proceso de decisión debe realizarse en forma participativa, involucrando a los ciudadanos o grupos de interés en el diagnóstico y planeación organizacional. Naturalmente, es menester identificar las capacidades con las que cuenta en términos de recursos, talento humano, procesos, y en general, todas las condiciones internas y externas que la caracterizan, para desarrollar su gestión y lograr un desempeño acorde con los resultados que se propuso conseguir.

Para el ejercicio de planeación el gobierno de turno en Valledupar, debe contar con un líder o área responsable encargada para este proceso. Para garantizar el éxito de la visión propuesta son necesarios cambios organizacionales, probablemente el más expedito, teniendo en cuenta, que las complejidades más fuertes radican en los acuerdos por el territorio que deben suscribir sus dirigentes y partes interesadas.

El asesor o secretario de planeación no puede ser un cargo de ribetes burocráticos, debe holístico con actitudes y aptitudes estratégicas y desarrollo territorial, que piense y analice el contexto interno y externo, con habilidades sobre la comprensión del cambio mundial, indagar que se espera para el futuro, analizar el mañana regional en lo geoeconómico y geopolítico de manera que este análisis permita conocer mejor la situación de las organizaciones y los territorios colombianos y reconocer el cambio tecnológico y sus implicaciones en la generación de la riqueza del futuro.