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Columnista - 18 septiembre, 2018

Valledupar necesita un gerente

Si hay algo que resulta lesivo en todo sentido para los entes locales es la politiquería y la concentración desproporcionada del actuar administrativo en temas que no pertenecen al orden prioritario, en otras palabras, el hecho de apostarle a lo accesorio por encima de lo básico. Esta irregularidad en la gestión pública sólo produce impactos […]

Si hay algo que resulta lesivo en todo sentido para los entes locales es la politiquería y la concentración desproporcionada del actuar administrativo en temas que no pertenecen al orden prioritario, en otras palabras, el hecho de apostarle a lo accesorio por encima de lo básico. Esta irregularidad en la gestión pública sólo produce impactos negativos para las regiones, ejemplo de ello es cuando se presenta un estancamiento o poca movilidad en el progreso social y el desarrollo económico, lo que se ha constituido en una afección que no permite que los departamentos, distritos y municipios avancen, en especial, en los ejes socioeconómicos bajo el tenor de los principios rectores de eficiencia e integralidad.

Considero que a pesar de no estar en crisis, pero sí en un estado de inestabilidad administrativa y atraso social, Valledupar necesita un administrador, en lo posible más gerente que político, que entienda las deudas históricas que ha tenido el gobierno municipal con el territorio y su gente. Ya he dicho que me gusta insistir en temas esenciales de ciudad y por eso volveré a hablar de gasto público social. Ya es hora que comencemos a saldar las cuentas pendientes en materia de necesidades básicas insatisfechas, por ejemplo, los 25 corregimientos de Valledupar es para que a estas alturas del partido sean acreedores de condiciones mínimas en móviles como salud, educación, agua potable y saneamiento básico.

Eso no lo han entendido nuestros dirigentes con poca o sin pericia gerencial, es por eso que necesitamos un gerente puro que ejerza la labor con responsabilidad social.

Por otra parte, en Valledupar hay una serie de temas que no dan espera. En cuanto a seguridad, la gerencia municipal debe apersonarse del tema, asumir la comandancia de policía como debe ser, diseñando y acompañado la ejecución de una política de seguridad sólida. En movilidad y transporte público hay que hacer realidad de una vez por todas el SETP y acondicionar la infraestructura urbana del municipio al actual y creciente flujo vehicular. En lo que tiene que ver con las altas tasas de desempleo (15,5%) e informalidad (56,3%) deben forjarse políticas públicas con rigor técnico, ajustadas a la realidad y con altos grados de factibilidad.

Hay algo que no se puede desconocer y es la complejidad propia de la administración pública, es por esa razón que resulta imperioso que el capital humano que la conforme esté dotado de las actitudes y aptitudes necesarias, que no es más que una buena formación académicotécnica, sensibilidad social y lucidez integral de lo público. Son las experiencias pasadas y el panorama actual lo que demanda un nuevo administrar, no es un capricho: ‘Valledupar necesita un gerente’.

Por Camilo Pinto- @camilopintom

Columnista
18 septiembre, 2018

Valledupar necesita un gerente

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Camilo Pinto

Si hay algo que resulta lesivo en todo sentido para los entes locales es la politiquería y la concentración desproporcionada del actuar administrativo en temas que no pertenecen al orden prioritario, en otras palabras, el hecho de apostarle a lo accesorio por encima de lo básico. Esta irregularidad en la gestión pública sólo produce impactos […]


Si hay algo que resulta lesivo en todo sentido para los entes locales es la politiquería y la concentración desproporcionada del actuar administrativo en temas que no pertenecen al orden prioritario, en otras palabras, el hecho de apostarle a lo accesorio por encima de lo básico. Esta irregularidad en la gestión pública sólo produce impactos negativos para las regiones, ejemplo de ello es cuando se presenta un estancamiento o poca movilidad en el progreso social y el desarrollo económico, lo que se ha constituido en una afección que no permite que los departamentos, distritos y municipios avancen, en especial, en los ejes socioeconómicos bajo el tenor de los principios rectores de eficiencia e integralidad.

Considero que a pesar de no estar en crisis, pero sí en un estado de inestabilidad administrativa y atraso social, Valledupar necesita un administrador, en lo posible más gerente que político, que entienda las deudas históricas que ha tenido el gobierno municipal con el territorio y su gente. Ya he dicho que me gusta insistir en temas esenciales de ciudad y por eso volveré a hablar de gasto público social. Ya es hora que comencemos a saldar las cuentas pendientes en materia de necesidades básicas insatisfechas, por ejemplo, los 25 corregimientos de Valledupar es para que a estas alturas del partido sean acreedores de condiciones mínimas en móviles como salud, educación, agua potable y saneamiento básico.

Eso no lo han entendido nuestros dirigentes con poca o sin pericia gerencial, es por eso que necesitamos un gerente puro que ejerza la labor con responsabilidad social.

Por otra parte, en Valledupar hay una serie de temas que no dan espera. En cuanto a seguridad, la gerencia municipal debe apersonarse del tema, asumir la comandancia de policía como debe ser, diseñando y acompañado la ejecución de una política de seguridad sólida. En movilidad y transporte público hay que hacer realidad de una vez por todas el SETP y acondicionar la infraestructura urbana del municipio al actual y creciente flujo vehicular. En lo que tiene que ver con las altas tasas de desempleo (15,5%) e informalidad (56,3%) deben forjarse políticas públicas con rigor técnico, ajustadas a la realidad y con altos grados de factibilidad.

Hay algo que no se puede desconocer y es la complejidad propia de la administración pública, es por esa razón que resulta imperioso que el capital humano que la conforme esté dotado de las actitudes y aptitudes necesarias, que no es más que una buena formación académicotécnica, sensibilidad social y lucidez integral de lo público. Son las experiencias pasadas y el panorama actual lo que demanda un nuevo administrar, no es un capricho: ‘Valledupar necesita un gerente’.

Por Camilo Pinto- @camilopintom