Luego de 72 horas del atentado criminal que sufrió en su propia vivienda, al parecer para atracarlo en el corregimiento de Pueblo Bello, municipio de Barranco de Loba, Bolívar, falleció en la mañana de ayer viernes en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Laura Daniela de Valledupar, Luis Guillermo Ortega Álvarez, de 62 años de edad, quien llegó remitido desde el Hospital La Candelaria de El Banco, Magdalena.

La víctima, natural del corregimiento de Galera, departamento de Sucre, recibió un balazo en el tórax que le afectó el corazón y otros órganos vitales.

Los hechos tuvieron lugar en su propia residencia, donde Ortega Álvarez tenía una tienda y venta de gasolina, hasta donde llegaron cuatro hombres armados de revólveres y pistolas y tras forzar la puerta principal a patadas y empujones, balearon al comerciante, dejándolo mal herido en el interior de su vivienda, sin que le hurtaran dinero, ni sus pertenencias de valor.

De los tres tiros que le hicieron al comerciante, solo uno hizo blanco en su humanidad, cuyas detonaciones y el llamado de auxilio de la hoy víctima, alertaron a los vecinos, lo que impidió que los asaltantes se apropiaran del dinero producto de las ventas del día y de otros elementos de valor.

Luis Guillermo Ortega Vásquez, hijo del occiso, reveló que los delincuentes llegaron a pie a su local comercial y dejaron las motocicletas a una cuadra con el motor en marcha, en las cuales huyeron del lugar sin dejar evidencias que les permitiera a las autoridades ubicarlos y capturarlos.

Descartó que el crimen hubiese sido por venganzas personales, por cuanto él era una persona que no tenía cuentas pendientes con nadie, no había recibido amenazas de muerte, ni tampoco había tenido problemas con la justicia.

“Mi papá quedó consciente varias horas, me decía que no lo dejaran morir, que buscara todos los mecanismos para que lo salvaran. Después que fue intervenido quirúrgicamente en el municipio de El Banco, Magdalena, comenzó a deteriorarse su salud, ya dejó de hablar y el cuerpo se le fue quedando inmóvil”, explicó su hijo.

El cadáver fue reclamado ayer tarde por sus familiares y trasladado a Barranco de Loba, Bolívar, donde será sepultado.

Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN