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General - 2 marzo, 2018

¿Por qué Valledupar es la quinta ciudad con más desempleo?

En la capital del Cesar, así como en otras ciudades de la Costa Caribe, prima la ‘economía del rebusque’, o de personas que trabajan por cuenta propia en actividades de baja productividad con menos de un salario mínimo legal vigente.

La informalidad laboral en Valledupar está en  el 56.7%. Joaquín Ramírez/EL PILÓN
La informalidad laboral en Valledupar está en el 56.7%. Joaquín Ramírez/EL PILÓN
Boton Wpp

Con un porcentaje de 14.0%, Valledupar se ubica en el quinto lugar en la Tasa Global de Desempleo en 23 ciudades y áreas metropolitanas del trimestre móvil noviembre 2017 – enero 2018, antecedida de Cúcuta, con un 16.5%; Quibdó, con un 15.1%; Armenia, con un 14.6%; e Ibagué, con un 14.4%.

Así lo informó el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, indicando que la tasa de desempleo aumentó en relación al mismo periodo del 2017, que era de 12.8%; donde la informalidad laboral en la Costa se mantiene por encima del 50%; es decir, que de cada 100 trabajadores más de 50 son informales. Sincelejo (64,9%) y Riohacha (63,5%) tienen las tasas más elevadas de informalidad en la región y el país. En Barranquilla y su área metropolitana (54%), Cartagena (54,6%), Valledupar (56,7%), y Montería (61,8%).

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón Márquez, analizó que en la región hay que tener en cuenta el número de desplazados, del orden de 430 mil, de los cuales 180 mil están en Valledupar, precisando que “ningún sector económico tiene la capacidad para absorber a todos los ciudadanos que vengan de otras regiones del país junto con sus familias, y los desplazados del mismo departamento”.

También se refirió a la ‘economía del rebusque’, o personas que trabaja por cuenta propia en actividades de baja productividad con menos de un salario mínimo legal vigente, sin tener los derechos prestacionales contemplados en el Código Sustantivo del Trabajo. “En Valledupar la informalidad está por encima del 70%, una de las ciudades con mayor informalidad del país, que vive de actividades unas licitas y otras ilegales como la venta de gasolina por pimpineo, venta de minutos, de sancochos en las esquinas, prostitución, microtráfico y ventas callejeras que generan competencia desleal”, afirmó el líder gremial.

Agregó que la informalidad lo que genera es pobreza, miseria, y falta de crecimiento económico, que es propicia para el lavado de activos y competencia desleal. “El desempleo ha crecido y ahora más con la migración de venezolanos al territorio guajiro y cesarense, que ayuda a incrementar la informalidad y de cierta forma el desempleo y la inseguridad en el territorio. Aquí lo que se requieren son acciones contundentes del estado colombiano para garantizarles a los empresarios la posibilidad de actividades mercantiles”, subrayó.

Análisis de economistas

-Para el economista columnista y master en Política Económica, Luis Alberto Rodríguez Ospino, la cifra de desempleo de enero del 2018 se situó 0.03 % más de lo que fue hace un año en enero del 2017. “Estas cifras hay que verlos con dos lupas: en los primeros meses del año hay un incremento de la tasa de desempleo porque son de inactividad económica; y hay que tener en cuenta que Colombia vivió hasta el 2017 el cuarto año de desaceleración económica, que sin duda ha situado riesgos alrededor del mercado laboral de los eventos de informalidad y aumento de la tasa de desempleo. Hay pronósticos y miedos alrededor que la tasa de desempleo aumente de aquí en adelante en los próximos meses como un rezago de la modesta actividad económica que se ha tenido el país en los últimos cuatro años”, acotó.

Al comparar Valledupar con otras ciudades de la Región Caribe, aseguró que viene una situación preocupante, argumentando que “el Caribe en general vive lo mismo, puesto que tenemos tasas de desempleo muy alta, pero Valledupar, Montería y Riohacha son de las más preocupantes. En el trimestre móvil noviembre-enero la tasa de desempleo en Valledupar estuvo en 14.0%, si se compara con el mismo dato promedio de las 13 principales ciudades de Colombia fue del 10.9%, con el agravante que la situación de informalidad que vive el Caribe es realmente alarmante. La ciudad necesita, como el resto de la región, políticas activas de empleo, promover la inversión del capital privado, y que existan incentivos tributarios que motiven la llegada de empresas que generen empleo y se reactive la economía”.

Para el experto, el hecho de que Valledupar siempre aparezca en los primeros lugares de desempleo del país lo atribuye a que la historia reciente de la economía del Cesar ha estado dependiente del sector minero-energético, que pese a que le ha dado muchos recursos a la zona, no es incentivo en empleo, más bien es incentivo en capital, que necesita muchas máquinas y pocos trabajadores. “Ese rezago ha influenciado el mercado laboral de Valledupar y del Cesar, pero no solo es una problemática de esta región, sino del Caribe en general, puesto que existen problemas estructurales alrededor del salario mínimo, que en el Caribe es muy alto para el promedio de ingresos y promedio de productividad que hay en la ciudad y en el departamento, y por lo mismo seguimos teniendo esos problemas hasta que no tengamos arreglos institucionales o alrededor de la inversión que disminuyan los impuestos e incentiven la llegada de empresas”, explicó.

Rodríguez Ospino también manifestó que “el salario mínimo es bajo si uno lo mira desde en qué se lo gastan las personas, comparando sus gastos de vivienda, transporte y alimentación. Sin embargo, lo que uno ve es que las condiciones de informalidad en ciudades como Valledupar es muy alta porque la economía no tiene cómo pagarles un salario mínimo, entonces pagan menos del mínimo o con las prestaciones por debajo de las legales. En ese caso, el ingreso promedio de Valledupar es por debajo del salario mínimo. Si en la ciudad existiera un salario mínimo más bajo al tener en cuenta que tenemos una economía diferente tendríamos una tasa de informalidad menor”.

De acuerdo con Rodríguez Ospino, es urgente incentivar las discusiones técnicas frente a este tema y tomar decisiones basadas en información, estudios e investigaciones, para lo cual se necesita un Centro de Pensamiento en Valledupar que analice esos temas y lo haga de manera independiente a los gobiernos de turno, con ánimo constructivo, en una unión de la academia, el sector privado y el sector público. Asimismo aseguró que es clave promover la inversión del sector privado, que cumple un rol bajo en la actualidad en la economía; puesto que si este no crece no existirá inversión, no habrá empleo, ni seguirá avanzando en comparación con otras ciudades.

-Por su parte, el economista especialista en Gerencia Financiera, Gabriel Campillo Solano, enfatiza que este panorama se da en la capital del Cesar porque no hay oportunidades del sector público ni del sector privado. Precisó que “nuestro municipio está en Ley 550 y no tiene recursos para hacer contratación; muchos de los contratos los realiza la Gobernación del Cesar que cofinancia el sistema, que compila varios proyectos de ingeniería como por ejemplo el del SIVA, donde el municipio y departamento participan, donde en un solo proceso pavimentan la calle 25, la avenida Fundación y calles del barrio 450 Años con el mismo contratista. Cuando se coloca esas condiciones inalcanzables por parte de nuestra ingeniería no puede generar empleo, por lo que aumenta el desempleo, la criminalidad y todos los datos macroeconómicos decaen. En el sector privado una ciudad que tiene un ingreso promedio per cápita de 849.000 pesos, no puede ser posible que prospere negocio alguno porque una familia que en promedio tiene 4 o 5 miembros, les es imposible subsistir con ese rubro”.

La solución que plantea es promover el desarrollo a través de la inversión pública, exigencia del Manual de Contratación Pública, donde reza que se debe hacer preferencias a empresas locales para que ellas impulsen el desarrollo económico. “Tanto en el departamento como en el municipio eso no se ve; eso es un círculo vicioso porque puede que haya mucho efecto mediático que los gobernantes están haciendo, pero la pregunta es ¿si con tanta inversión pública que se está haciendo, por qué razón las necesidades básicas insatisfechas no disminuyen?”, subrayó.

-El director del Observatorio Regional Mercado de Trabajo del Cesar, ORMET, Alex Castrillo Galván, aseguró que “ha analizado que desde el 2008 hasta la fecha la ciudad ha venido involucionando en el tema de desempleo en la ciudad. En la última década nunca tuvimos una tasa de desempleo del 14%; es un hecho relevante que hay que mostrarlo como una tasa crítica, que mide la incapacidad de la ciudad y todos sus estamentos públicos y privados para generar empleo en nuestra ciudad. Nosotros revisamos a corte de enero del 2013 y en el 2012 fue de 9.8%, luego del 9.9%, luego del 10.1%, posteriormente 11.3%, el año subsiguiente 12.8% y actualmente el 14%”.

Lo anterior según su análisis demuestra “la ineficacia al no existir una política pública de empleo en una ciudad que trace el derrotero de lo que hay que seguir para combatir las tasas crecientes de desempleo en la ciudad. A eso se le suma las faltas de oportunidades, puesto que la ciudad no reúne las condiciones para vincular formalmente a un empleo digno; la brecha que existe entre las habilidades personales versus las demandas profesionales; y la falta de pertinencia en la educación de universidades e instituciones de formación para el trabajo, que parece no ser prioritaria para el gobierno municipal y departamental”.

Voz del municipio

Al respecto, el director de la estrategia de ProValledupar, Robert Martínez Murgas, indicó que los motivos que generan el crecimiento de desempleo en Valledupar, entendiéndolo como un fenómeno nacional, son: el aumento de la informalidad, la migración de venezolanos, la desaceleración de algunos sectores productivos.
El funcionario reconoce que existe un problema que implica continuar acciones para contrarrestar esta cifra como: combatir la informalidad, que es una causa de desempleo; una política clara de promoción de inversión, para lo cual se requiere la modificación del POT (Plan de Ordenamiento Territorial) y del estatuto tributario; fortalecimiento del sector agropecuario, y activación de nuevos productos turísticos, para dinamizar lo que ya existe.

¿Sabía usted que…

Las ramas de actividad que más contribuyeron al aumento de la ocupación en el trimestre noviembre 2017 – enero 2018 para las 13 ciudades y Áreas Metropolitanas fueron: actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler y transporte, almacenamiento y comunicaciones?

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

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2 marzo, 2018

¿Por qué Valledupar es la quinta ciudad con más desempleo?

En la capital del Cesar, así como en otras ciudades de la Costa Caribe, prima la ‘economía del rebusque’, o de personas que trabajan por cuenta propia en actividades de baja productividad con menos de un salario mínimo legal vigente.


La informalidad laboral en Valledupar está en  el 56.7%. Joaquín Ramírez/EL PILÓN
La informalidad laboral en Valledupar está en el 56.7%. Joaquín Ramírez/EL PILÓN
Boton Wpp

Con un porcentaje de 14.0%, Valledupar se ubica en el quinto lugar en la Tasa Global de Desempleo en 23 ciudades y áreas metropolitanas del trimestre móvil noviembre 2017 – enero 2018, antecedida de Cúcuta, con un 16.5%; Quibdó, con un 15.1%; Armenia, con un 14.6%; e Ibagué, con un 14.4%.

Así lo informó el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, indicando que la tasa de desempleo aumentó en relación al mismo periodo del 2017, que era de 12.8%; donde la informalidad laboral en la Costa se mantiene por encima del 50%; es decir, que de cada 100 trabajadores más de 50 son informales. Sincelejo (64,9%) y Riohacha (63,5%) tienen las tasas más elevadas de informalidad en la región y el país. En Barranquilla y su área metropolitana (54%), Cartagena (54,6%), Valledupar (56,7%), y Montería (61,8%).

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón Márquez, analizó que en la región hay que tener en cuenta el número de desplazados, del orden de 430 mil, de los cuales 180 mil están en Valledupar, precisando que “ningún sector económico tiene la capacidad para absorber a todos los ciudadanos que vengan de otras regiones del país junto con sus familias, y los desplazados del mismo departamento”.

También se refirió a la ‘economía del rebusque’, o personas que trabaja por cuenta propia en actividades de baja productividad con menos de un salario mínimo legal vigente, sin tener los derechos prestacionales contemplados en el Código Sustantivo del Trabajo. “En Valledupar la informalidad está por encima del 70%, una de las ciudades con mayor informalidad del país, que vive de actividades unas licitas y otras ilegales como la venta de gasolina por pimpineo, venta de minutos, de sancochos en las esquinas, prostitución, microtráfico y ventas callejeras que generan competencia desleal”, afirmó el líder gremial.

Agregó que la informalidad lo que genera es pobreza, miseria, y falta de crecimiento económico, que es propicia para el lavado de activos y competencia desleal. “El desempleo ha crecido y ahora más con la migración de venezolanos al territorio guajiro y cesarense, que ayuda a incrementar la informalidad y de cierta forma el desempleo y la inseguridad en el territorio. Aquí lo que se requieren son acciones contundentes del estado colombiano para garantizarles a los empresarios la posibilidad de actividades mercantiles”, subrayó.

Análisis de economistas

-Para el economista columnista y master en Política Económica, Luis Alberto Rodríguez Ospino, la cifra de desempleo de enero del 2018 se situó 0.03 % más de lo que fue hace un año en enero del 2017. “Estas cifras hay que verlos con dos lupas: en los primeros meses del año hay un incremento de la tasa de desempleo porque son de inactividad económica; y hay que tener en cuenta que Colombia vivió hasta el 2017 el cuarto año de desaceleración económica, que sin duda ha situado riesgos alrededor del mercado laboral de los eventos de informalidad y aumento de la tasa de desempleo. Hay pronósticos y miedos alrededor que la tasa de desempleo aumente de aquí en adelante en los próximos meses como un rezago de la modesta actividad económica que se ha tenido el país en los últimos cuatro años”, acotó.

Al comparar Valledupar con otras ciudades de la Región Caribe, aseguró que viene una situación preocupante, argumentando que “el Caribe en general vive lo mismo, puesto que tenemos tasas de desempleo muy alta, pero Valledupar, Montería y Riohacha son de las más preocupantes. En el trimestre móvil noviembre-enero la tasa de desempleo en Valledupar estuvo en 14.0%, si se compara con el mismo dato promedio de las 13 principales ciudades de Colombia fue del 10.9%, con el agravante que la situación de informalidad que vive el Caribe es realmente alarmante. La ciudad necesita, como el resto de la región, políticas activas de empleo, promover la inversión del capital privado, y que existan incentivos tributarios que motiven la llegada de empresas que generen empleo y se reactive la economía”.

Para el experto, el hecho de que Valledupar siempre aparezca en los primeros lugares de desempleo del país lo atribuye a que la historia reciente de la economía del Cesar ha estado dependiente del sector minero-energético, que pese a que le ha dado muchos recursos a la zona, no es incentivo en empleo, más bien es incentivo en capital, que necesita muchas máquinas y pocos trabajadores. “Ese rezago ha influenciado el mercado laboral de Valledupar y del Cesar, pero no solo es una problemática de esta región, sino del Caribe en general, puesto que existen problemas estructurales alrededor del salario mínimo, que en el Caribe es muy alto para el promedio de ingresos y promedio de productividad que hay en la ciudad y en el departamento, y por lo mismo seguimos teniendo esos problemas hasta que no tengamos arreglos institucionales o alrededor de la inversión que disminuyan los impuestos e incentiven la llegada de empresas”, explicó.

Rodríguez Ospino también manifestó que “el salario mínimo es bajo si uno lo mira desde en qué se lo gastan las personas, comparando sus gastos de vivienda, transporte y alimentación. Sin embargo, lo que uno ve es que las condiciones de informalidad en ciudades como Valledupar es muy alta porque la economía no tiene cómo pagarles un salario mínimo, entonces pagan menos del mínimo o con las prestaciones por debajo de las legales. En ese caso, el ingreso promedio de Valledupar es por debajo del salario mínimo. Si en la ciudad existiera un salario mínimo más bajo al tener en cuenta que tenemos una economía diferente tendríamos una tasa de informalidad menor”.

De acuerdo con Rodríguez Ospino, es urgente incentivar las discusiones técnicas frente a este tema y tomar decisiones basadas en información, estudios e investigaciones, para lo cual se necesita un Centro de Pensamiento en Valledupar que analice esos temas y lo haga de manera independiente a los gobiernos de turno, con ánimo constructivo, en una unión de la academia, el sector privado y el sector público. Asimismo aseguró que es clave promover la inversión del sector privado, que cumple un rol bajo en la actualidad en la economía; puesto que si este no crece no existirá inversión, no habrá empleo, ni seguirá avanzando en comparación con otras ciudades.

-Por su parte, el economista especialista en Gerencia Financiera, Gabriel Campillo Solano, enfatiza que este panorama se da en la capital del Cesar porque no hay oportunidades del sector público ni del sector privado. Precisó que “nuestro municipio está en Ley 550 y no tiene recursos para hacer contratación; muchos de los contratos los realiza la Gobernación del Cesar que cofinancia el sistema, que compila varios proyectos de ingeniería como por ejemplo el del SIVA, donde el municipio y departamento participan, donde en un solo proceso pavimentan la calle 25, la avenida Fundación y calles del barrio 450 Años con el mismo contratista. Cuando se coloca esas condiciones inalcanzables por parte de nuestra ingeniería no puede generar empleo, por lo que aumenta el desempleo, la criminalidad y todos los datos macroeconómicos decaen. En el sector privado una ciudad que tiene un ingreso promedio per cápita de 849.000 pesos, no puede ser posible que prospere negocio alguno porque una familia que en promedio tiene 4 o 5 miembros, les es imposible subsistir con ese rubro”.

La solución que plantea es promover el desarrollo a través de la inversión pública, exigencia del Manual de Contratación Pública, donde reza que se debe hacer preferencias a empresas locales para que ellas impulsen el desarrollo económico. “Tanto en el departamento como en el municipio eso no se ve; eso es un círculo vicioso porque puede que haya mucho efecto mediático que los gobernantes están haciendo, pero la pregunta es ¿si con tanta inversión pública que se está haciendo, por qué razón las necesidades básicas insatisfechas no disminuyen?”, subrayó.

-El director del Observatorio Regional Mercado de Trabajo del Cesar, ORMET, Alex Castrillo Galván, aseguró que “ha analizado que desde el 2008 hasta la fecha la ciudad ha venido involucionando en el tema de desempleo en la ciudad. En la última década nunca tuvimos una tasa de desempleo del 14%; es un hecho relevante que hay que mostrarlo como una tasa crítica, que mide la incapacidad de la ciudad y todos sus estamentos públicos y privados para generar empleo en nuestra ciudad. Nosotros revisamos a corte de enero del 2013 y en el 2012 fue de 9.8%, luego del 9.9%, luego del 10.1%, posteriormente 11.3%, el año subsiguiente 12.8% y actualmente el 14%”.

Lo anterior según su análisis demuestra “la ineficacia al no existir una política pública de empleo en una ciudad que trace el derrotero de lo que hay que seguir para combatir las tasas crecientes de desempleo en la ciudad. A eso se le suma las faltas de oportunidades, puesto que la ciudad no reúne las condiciones para vincular formalmente a un empleo digno; la brecha que existe entre las habilidades personales versus las demandas profesionales; y la falta de pertinencia en la educación de universidades e instituciones de formación para el trabajo, que parece no ser prioritaria para el gobierno municipal y departamental”.

Voz del municipio

Al respecto, el director de la estrategia de ProValledupar, Robert Martínez Murgas, indicó que los motivos que generan el crecimiento de desempleo en Valledupar, entendiéndolo como un fenómeno nacional, son: el aumento de la informalidad, la migración de venezolanos, la desaceleración de algunos sectores productivos.
El funcionario reconoce que existe un problema que implica continuar acciones para contrarrestar esta cifra como: combatir la informalidad, que es una causa de desempleo; una política clara de promoción de inversión, para lo cual se requiere la modificación del POT (Plan de Ordenamiento Territorial) y del estatuto tributario; fortalecimiento del sector agropecuario, y activación de nuevos productos turísticos, para dinamizar lo que ya existe.

¿Sabía usted que…

Las ramas de actividad que más contribuyeron al aumento de la ocupación en el trimestre noviembre 2017 – enero 2018 para las 13 ciudades y Áreas Metropolitanas fueron: actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler y transporte, almacenamiento y comunicaciones?

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN