La capital del Cesar cuenta con atractivos turísticos que engalanan su territorio y, sin duda, dejan encantados a locales y visitantes.
La riqueza ambiental de nuestro país es inmensa, tanto así que es conocido a nivel mundial por tener el título del segundo país más biodiverso. Esta cualidad le permite hacer turismo ambiental y recibir visitantes extranjeros que llegan a ‘encantarse’ con la flora y fauna.
Valledupar no se queda atrás, debido a que cuenta con variedad de lugares y actividades atractivas para los locales y visitantes; espacios en los que la tranquilidad toma el control y se tiene una conexión directa con la naturaleza, lo que genera mayor conciencia y responsabilidad ambiental.
Actividades turísticas como el avistamiento de aves, senderismo ecológico, excursiones a ríos, camping, entre muchas otras, que cada vez atraen más turistas, se pueden desarrollar en la capital del Cesar.
La ciudad cuenta, además, con la cercanía de la Sierra Nevada de Santa Marta, la cual se destaca por los paisajes naturales que la rodean, dotados de una enorme diversidad de fauna y flora. Por lo que ambientalistas y ciudadanos invitan a la comunidad en general a visitar este territorio lleno de ‘magia natural’.
Una de las riquezas más importantes con las que cuenta Valledupar son los ríos que bañan y proveen del preciado líquido a todas las personas que habitan en la ciudad. Sus aguas se caracterizan por ser frías y cristalinas cual río Guatapurí, afluente característico de la capital del Cesar.
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Río Guatapurí, Badillo, La Mina, La Meza y otros más, hacen que las personas que visitan Valledupar quieran quedarse durante horas sumergidos en sus aguas. Sin duda alguna, visitar los afluentes en un recorrido ecoturista es uno de los mejores planes.
Originalmente el bosque seco tropical, BST, cubría más de 9 millones de hectáreas en todo el país, sin embargo, en la actualidad queda apenas el 8 %, por lo que es uno de los ecosistemas más amenazados en Colombia.
Valledupar cuenta con BST que engalana sus alrededores y desde la planicie se pueden observar la variedad de cerros que lo rodean y que hacen de la ciudad un territorio ideal para realizar varias actividades.
Hay que mencionar que los bosques secos tienen una biodiversidad única de plantas y animales que se han adaptado a condiciones de estrés hídrico, por lo cual presenta altos niveles de endemismo, es decir, que contiene especies que no se dan en ningún otro tipo de ecosistema. Por tanto, es importante que los vallenatos atesoren este recurso natural; a los visitantes por su parte, hay que indicarles que al ser una zona de especial protección deben ‘quererla’ mientras la visitan.
Dentro de la ciudad se puede realizar esta actividad y es una de las preferidas, según indicó José Luis Ropero, guía local de avistamiento de aves.
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“Todas las zonas arboladas de la ciudad son aptas para realizar actividades de recreación y turismo ambiental. Yo realizo unos recorridos y guías en todo el sector del río Guatapurí urbano, porque toda esa zona arbolada es rica en aves”, acotó.
A unos 10 kilómetros de Valledupar, en la zona del Ecoparque Los Besotes, hay un área para la conservación de aves a nivel internacional, declarado como tal por varias organizaciones hace casi 20 años; cabe destacar que fue la primera Área importante para la Conservación de Aves, AICA, en Colombia.
Valledupar cuenta con la presencia de la Escuela Ambiental del Cesar, la cual fue creada con el fin de distraer y educar a los niños, jóvenes y adultos; en este lugar las personas pueden interactuar con la naturaleza y aprender a cuidarla.
“Es un bosque hecho con amor, donde encontrarán juegos hechos con material reciclado aplicando hace 24 años la economía circular, porque todo tiene doble uso”, indicó la subdirectora Carolina Vargas.
Una de las particularidades del lugar es que no cuenta con canecas de basura, lo cual ejerce una responsabilidad en cada persona, ya que deberán hacerse cargo de los residuos que generen, de este modo quieren implementar la educación ecológica y ambiental.
Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
La capital del Cesar cuenta con atractivos turísticos que engalanan su territorio y, sin duda, dejan encantados a locales y visitantes.
La riqueza ambiental de nuestro país es inmensa, tanto así que es conocido a nivel mundial por tener el título del segundo país más biodiverso. Esta cualidad le permite hacer turismo ambiental y recibir visitantes extranjeros que llegan a ‘encantarse’ con la flora y fauna.
Valledupar no se queda atrás, debido a que cuenta con variedad de lugares y actividades atractivas para los locales y visitantes; espacios en los que la tranquilidad toma el control y se tiene una conexión directa con la naturaleza, lo que genera mayor conciencia y responsabilidad ambiental.
Actividades turísticas como el avistamiento de aves, senderismo ecológico, excursiones a ríos, camping, entre muchas otras, que cada vez atraen más turistas, se pueden desarrollar en la capital del Cesar.
La ciudad cuenta, además, con la cercanía de la Sierra Nevada de Santa Marta, la cual se destaca por los paisajes naturales que la rodean, dotados de una enorme diversidad de fauna y flora. Por lo que ambientalistas y ciudadanos invitan a la comunidad en general a visitar este territorio lleno de ‘magia natural’.
Una de las riquezas más importantes con las que cuenta Valledupar son los ríos que bañan y proveen del preciado líquido a todas las personas que habitan en la ciudad. Sus aguas se caracterizan por ser frías y cristalinas cual río Guatapurí, afluente característico de la capital del Cesar.
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Río Guatapurí, Badillo, La Mina, La Meza y otros más, hacen que las personas que visitan Valledupar quieran quedarse durante horas sumergidos en sus aguas. Sin duda alguna, visitar los afluentes en un recorrido ecoturista es uno de los mejores planes.
Originalmente el bosque seco tropical, BST, cubría más de 9 millones de hectáreas en todo el país, sin embargo, en la actualidad queda apenas el 8 %, por lo que es uno de los ecosistemas más amenazados en Colombia.
Valledupar cuenta con BST que engalana sus alrededores y desde la planicie se pueden observar la variedad de cerros que lo rodean y que hacen de la ciudad un territorio ideal para realizar varias actividades.
Hay que mencionar que los bosques secos tienen una biodiversidad única de plantas y animales que se han adaptado a condiciones de estrés hídrico, por lo cual presenta altos niveles de endemismo, es decir, que contiene especies que no se dan en ningún otro tipo de ecosistema. Por tanto, es importante que los vallenatos atesoren este recurso natural; a los visitantes por su parte, hay que indicarles que al ser una zona de especial protección deben ‘quererla’ mientras la visitan.
Dentro de la ciudad se puede realizar esta actividad y es una de las preferidas, según indicó José Luis Ropero, guía local de avistamiento de aves.
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“Todas las zonas arboladas de la ciudad son aptas para realizar actividades de recreación y turismo ambiental. Yo realizo unos recorridos y guías en todo el sector del río Guatapurí urbano, porque toda esa zona arbolada es rica en aves”, acotó.
A unos 10 kilómetros de Valledupar, en la zona del Ecoparque Los Besotes, hay un área para la conservación de aves a nivel internacional, declarado como tal por varias organizaciones hace casi 20 años; cabe destacar que fue la primera Área importante para la Conservación de Aves, AICA, en Colombia.
Valledupar cuenta con la presencia de la Escuela Ambiental del Cesar, la cual fue creada con el fin de distraer y educar a los niños, jóvenes y adultos; en este lugar las personas pueden interactuar con la naturaleza y aprender a cuidarla.
“Es un bosque hecho con amor, donde encontrarán juegos hechos con material reciclado aplicando hace 24 años la economía circular, porque todo tiene doble uso”, indicó la subdirectora Carolina Vargas.
Una de las particularidades del lugar es que no cuenta con canecas de basura, lo cual ejerce una responsabilidad en cada persona, ya que deberán hacerse cargo de los residuos que generen, de este modo quieren implementar la educación ecológica y ambiental.
Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN