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Columnista - 1 noviembre, 2022

¿Valledupar está preparada para un desastre natural?

Hace algunos años escribía sobre este tema de manera especial y urgente para la época, como ahora, teniendo en cuenta que el tema no pierde actualidad y revisando los fenómenos naturales que azotan últimamente gran parte del mundo, retomo de manera prudente este análisis. Los casos que están afectando el departamento del Cesar debido a […]

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Hace algunos años escribía sobre este tema de manera especial y urgente para la época, como ahora, teniendo en cuenta que el tema no pierde actualidad y revisando los fenómenos naturales que azotan últimamente gran parte del mundo, retomo de manera prudente este análisis.

Los casos que están afectando el departamento del Cesar debido a la fuerte ola invernal nos obligan a pensar y a preguntarnos ¿qué tan preparados estamos para enfrentar los embates de estos fenómenos?

El pasado viernes 28 de octubre del 2022 a la salida del puesto de mando unificado en el municipio de Bosconia, el presidente de Colombia, manifestó que a partir del lunes 31 de octubre del año en curso se declara la situación de ‘desastre natural’.

El mandatario aseguró que, a través de esa declaración, el gobierno tendrá mayor capacidad de acción y recursos para la prevención y mitigación del riesgo.

El jefe de Estado aseguró que la situación ha crecido demasiado y ni los municipios ni los departamentos están en capacidad de resolver los problemas derivados del desastre climático. Ojalá los recursos sean bien utilizados.

Para unos, estos casos, son retaliaciones de la naturaleza por el mal proceder del hombre con el cuido de la tierra; para otros, ‘castigo divino por los pecados cometidos por los seres humanos corruptos y alejados de Dios’. 

Aterrizando en lo que nos preocupa y ocupa, el comentario va de la mano y fundamentado en la conversación sostenida con el excomandante del cuerpo de bomberos de Valledupar Oscar Guillermo Lúquez Alvarado, a quien le trasladamos la inquietud que nos asiste. 

Primero, dice el excomandante, no es sano ni recomendable que las redes sociales sean tomadas para que cunda el pánico, el tema de alertas y prevención de sucesos se debe dejar en manos capacitadas, a quienes de verdad conozcan y manejen esa temática. 

A los usuarios de estos servicios se les pide un manejo serio y responsable que no angustie a la población.

Segundo, es importante que el tema arquitectónico sea manejado también por manos capacitadas y muy responsable; los arquitectos e ingenieros deben velar por un proceso de construcción con materiales adecuados y en su justa medida; con altos niveles de calidad. 

Hoy las obras son de mala calidad, de corta duración; obras desechables que no aguantan vientos de 60 o 70 kilómetros por hora. 

Puentes que colapsan recién estrenados o que sencillamente se caen antes de ser puestos en uso.

Cada vez que llueve con un poco de brisa vemos árboles caídos haciendo desastres ¿Hace cuantas décadas los árboles de nuestra verde ciudad no son intervenidos para bien? Al contrario, son masacrados por las podas, y erradicación de árboles que nunca son compensados. 

Ya hemos tenido algunas alertas con el río Guatapurí en su margen derecha; es necesario que se inviertan recursos en acciones serias y responsables, programas de prevención de desastre en el que no vaya incluido el ¿cómo voy yo ahí? 

Debemos aprender a actuar en emergencias, saber cómo orientar a los niños y jóvenes en caso de incendios, inundaciones, huracanes, terremotos. 

Nos preocupa el tema cuando vemos lo que sucede en otras latitudes.  Debemos prepararnos y prepararnos bien para salvaguardar vidas. 

Hay que actuar, en este tema, de manera sería y muy responsable.  Sólo Eso.

Columnista
1 noviembre, 2022

¿Valledupar está preparada para un desastre natural?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

Hace algunos años escribía sobre este tema de manera especial y urgente para la época, como ahora, teniendo en cuenta que el tema no pierde actualidad y revisando los fenómenos naturales que azotan últimamente gran parte del mundo, retomo de manera prudente este análisis. Los casos que están afectando el departamento del Cesar debido a […]


Hace algunos años escribía sobre este tema de manera especial y urgente para la época, como ahora, teniendo en cuenta que el tema no pierde actualidad y revisando los fenómenos naturales que azotan últimamente gran parte del mundo, retomo de manera prudente este análisis.

Los casos que están afectando el departamento del Cesar debido a la fuerte ola invernal nos obligan a pensar y a preguntarnos ¿qué tan preparados estamos para enfrentar los embates de estos fenómenos?

El pasado viernes 28 de octubre del 2022 a la salida del puesto de mando unificado en el municipio de Bosconia, el presidente de Colombia, manifestó que a partir del lunes 31 de octubre del año en curso se declara la situación de ‘desastre natural’.

El mandatario aseguró que, a través de esa declaración, el gobierno tendrá mayor capacidad de acción y recursos para la prevención y mitigación del riesgo.

El jefe de Estado aseguró que la situación ha crecido demasiado y ni los municipios ni los departamentos están en capacidad de resolver los problemas derivados del desastre climático. Ojalá los recursos sean bien utilizados.

Para unos, estos casos, son retaliaciones de la naturaleza por el mal proceder del hombre con el cuido de la tierra; para otros, ‘castigo divino por los pecados cometidos por los seres humanos corruptos y alejados de Dios’. 

Aterrizando en lo que nos preocupa y ocupa, el comentario va de la mano y fundamentado en la conversación sostenida con el excomandante del cuerpo de bomberos de Valledupar Oscar Guillermo Lúquez Alvarado, a quien le trasladamos la inquietud que nos asiste. 

Primero, dice el excomandante, no es sano ni recomendable que las redes sociales sean tomadas para que cunda el pánico, el tema de alertas y prevención de sucesos se debe dejar en manos capacitadas, a quienes de verdad conozcan y manejen esa temática. 

A los usuarios de estos servicios se les pide un manejo serio y responsable que no angustie a la población.

Segundo, es importante que el tema arquitectónico sea manejado también por manos capacitadas y muy responsable; los arquitectos e ingenieros deben velar por un proceso de construcción con materiales adecuados y en su justa medida; con altos niveles de calidad. 

Hoy las obras son de mala calidad, de corta duración; obras desechables que no aguantan vientos de 60 o 70 kilómetros por hora. 

Puentes que colapsan recién estrenados o que sencillamente se caen antes de ser puestos en uso.

Cada vez que llueve con un poco de brisa vemos árboles caídos haciendo desastres ¿Hace cuantas décadas los árboles de nuestra verde ciudad no son intervenidos para bien? Al contrario, son masacrados por las podas, y erradicación de árboles que nunca son compensados. 

Ya hemos tenido algunas alertas con el río Guatapurí en su margen derecha; es necesario que se inviertan recursos en acciones serias y responsables, programas de prevención de desastre en el que no vaya incluido el ¿cómo voy yo ahí? 

Debemos aprender a actuar en emergencias, saber cómo orientar a los niños y jóvenes en caso de incendios, inundaciones, huracanes, terremotos. 

Nos preocupa el tema cuando vemos lo que sucede en otras latitudes.  Debemos prepararnos y prepararnos bien para salvaguardar vidas. 

Hay que actuar, en este tema, de manera sería y muy responsable.  Sólo Eso.