Los ciudadanos de Valledupar necesitan cuanto antes recuperar el espacio público para que se les garantice la movilidad a cada uno de los transeúntes.

Es que la movilidad urbana debe ser una solución no solamente para la gente de a píe, también para los vehículos como bicicleta, carros, motocicletas y el que se use para desplazarse.

Según el Instituto de Estudios Urbanos – IEU- (2022) la movilidad en Valledupar empeora cada día y eso se debe al crecimiento sostenido del parque automotor, que “en Valledupar asciende a 83.991 vehículos, con una tasa de crecimiento anual del 10 %, de los cuales el 58 % corresponden a motocicletas. Según datos del Plan Maestro de Movilidad, el 22 % de los viajes se realizan en moto, el 13 % se realizan en carro particular, el 21 % en transporte informal (mototaxi), el 16 % se realiza en bus, el 12 % se realizan a pie, mientras que el 6 % de los viajes se realizan en bicicleta”.

El caos se agranda no solo por el desmesurado crecimiento sin planificación, también porque el gobierno municipal no ejerce políticas públicas para reubicar las pésimas estrategias de transporte en sus calles y avenidas. “Hasta un ciego ve el desorden de movilidad”, dicen los vallenatos.

Los ciudadanos vallenatos son testigos, a diario, del desorden en las vías. Un motociclista que corre despavorido por las avenidas, se sube a las aceras de las casas poniendo en riesgo su propia vida y la de las personas que transiten por el lugar. “Nadie respeta los semáforos”, dicen. 

El desorden es mal de todos. El taxista, el chofer privado y funcionario hacen lo que les da la gana con sus vehículos y los parquean donde mejor les parezca. 

“Aquí en Valledupar nadie respeta, tampoco los taxistas ni los dueños de carros de alta gama”, dice otro quejoso. Los taxistas también ponen su cuota de desorden cuando deambulan en exceso de velocidad y parquean en sitios inverosímiles. A ellos y a las motos se les atribuye tener un gran porcentaje de culpa en la ola de accidentalidad en la ciudad.

Pero no solo ellos son culpables de todo. No, los conductores de carros privados y especialmente los de alta gama, tienen su gran cuota de responsabilidad en las tragedias viales y en el caos urbano. 

Cuando se hace un recorrido por las calles y barrios, uno encuentra carros taponando las vías públicas, por donde debe transitar el transeúnte. Hay ciento de casos, hago alusión a un carro que permanece parqueado, todo el día, encima del paso peatonal en la carrera 12, banco Av Villas.

Igualmente, uno encuentra ventas ambulantes en las esquinas y avenidas, que entorpecen la movilidad. Vendedores estacionarios que venden sus productos en la vía y varios de ellos ya han construido sus albergues, como ocurre frente al mercado público (carrera 12) en donde construyeron hasta viviendas.  

Claro que eso ha ocurrido con la complacencia de alcaldes y autoridades, que dejan proliferar el saqueo al espacio público y después el asunto se les complica para que los usuarios abandonen esos predios.  La pregunta es evidente: ¿Qué solución dará la nueva plaza de galerías que se construye con $50 mil millones, para los vendedores ambulantes?”, tiene la palabra el alcalde de Valledupar.    

Los ciudadanos de Valledupar alegan que no solo es mala costumbre o irresponsabilidad de los dueños o choferes de carros y motos, también hay una marcada falta de autoridad porque no sancionan a nadie y “todo mundo hace lo que les da la gana”, afirman. Hasta la próxima semana. [email protected]  @tiochiro. 

Por Aquilino Cotes Zuleta