Según los indicadores presentados en la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del Dane, que tiene como objetivo principal proporcionar información básica sobre el tamaño y estructura de la fuerza de trabajo de la población del país, la capital del Cesar no va bien en materia de empleo. Aunque en Valledupar cada día se habla […]
Según los indicadores presentados en la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del Dane, que tiene como objetivo principal proporcionar información básica sobre el tamaño y estructura de la fuerza de trabajo de la población del país, la capital del Cesar no va bien en materia de empleo.
Aunque en Valledupar cada día se habla más de emprendimiento y de otros temas como la economía naranja, la realidad y la dura evidencia de las cifras muestran que en la ciudad hay un grave problema de desempleo, con 13.5 %, en el trimestre junio- agosto, lo que la sitúa como la quinta ciudad con mayor desempleo luego de Quibdó, Armenia, Cúcuta y Riohacha.
La población ocupada por ramas de actividad económica que concentraron el mayor número de ocupados en el país fueron: comercio, hoteles y restaurantes; servicios comunales, sociales y personales y agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca. Estas tres ramas captaron el 64,0% de la población ocupada. Mientras que las ramas de mayor crecimiento, frente al período junio – agosto 2017, fueron Industria manufacturera (5,3%) seguida por otras ramas* (4,2%) y servicios comunales, sociales y personales (3,6%).
En ese mismo trimestre, el trabajador por cuenta propia y el obrero, empleado particular fueron las posiciones ocupacionales que tuvieron mayor participación en la población ocupada con 81,6% en conjunto. Las posiciones ocupacionales que más crecieron frente al trimestre móvil junio – agosto 2017 fueron obrero, empleado del gobierno con una variación de 9,3% y el jornalero o peón con 7,3%.
De la población inactiva en el total nacional 41,3% se dedicó principalmente a realizar oficios del hogar y 39,0% a estudiar.
El GEIH además muestra que solo en agosto la tasa de desempleo fue 10,1% y para el mismo mes de 2017 se ubicó en 9,9%. La tasa global de participación fue 65,7%, lo que representó una disminución de 1,5 puntos porcentuales respecto al mismo mes de 2017 (67,2%). Finalmente, la tasa de ocupación se ubicó en 59,1%, lo que significó una disminución de 1,4 puntos porcentuales al compararlo con agosto de 2017 (60,5%).
Otras ciudades, también con graves problemas de migrantes venezolanos, presentaron menores tasas de desempleo, como Cartagena con 8,0%; Bucaramanga con 8,2%; Barranquilla con 8,4%.
Estas cifras son para revisar y tomar decisiones que ayuden a mejorar las condiciones socioeconómicas de la ciudad, entendiendo que los problemas de desempleo no los soluciona un alcalde, pero como líder sí tiene la responsabilidad de promover las estrategias para traer las inversiones a la ciudad de la mano del sector privado y el Gobierno Nacional.
Cuánta falta hace la estrategia ‘Valledupar cómo vamos’, programa que evaluaba y hacía seguimiento de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, contribuyendo con sus estudios al desarrollo de gobiernos efectivos y transparentes, al igual que ciudadanos más informados, responsables y participativos. Sin embargo, ahora contamos con una iniciativa interesante como es el Centro de Estudios Socieconómicos Regionales, Cesore, que necesita más respaldo ciudadano e institucional.
Según los indicadores presentados en la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del Dane, que tiene como objetivo principal proporcionar información básica sobre el tamaño y estructura de la fuerza de trabajo de la población del país, la capital del Cesar no va bien en materia de empleo. Aunque en Valledupar cada día se habla […]
Según los indicadores presentados en la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del Dane, que tiene como objetivo principal proporcionar información básica sobre el tamaño y estructura de la fuerza de trabajo de la población del país, la capital del Cesar no va bien en materia de empleo.
Aunque en Valledupar cada día se habla más de emprendimiento y de otros temas como la economía naranja, la realidad y la dura evidencia de las cifras muestran que en la ciudad hay un grave problema de desempleo, con 13.5 %, en el trimestre junio- agosto, lo que la sitúa como la quinta ciudad con mayor desempleo luego de Quibdó, Armenia, Cúcuta y Riohacha.
La población ocupada por ramas de actividad económica que concentraron el mayor número de ocupados en el país fueron: comercio, hoteles y restaurantes; servicios comunales, sociales y personales y agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca. Estas tres ramas captaron el 64,0% de la población ocupada. Mientras que las ramas de mayor crecimiento, frente al período junio – agosto 2017, fueron Industria manufacturera (5,3%) seguida por otras ramas* (4,2%) y servicios comunales, sociales y personales (3,6%).
En ese mismo trimestre, el trabajador por cuenta propia y el obrero, empleado particular fueron las posiciones ocupacionales que tuvieron mayor participación en la población ocupada con 81,6% en conjunto. Las posiciones ocupacionales que más crecieron frente al trimestre móvil junio – agosto 2017 fueron obrero, empleado del gobierno con una variación de 9,3% y el jornalero o peón con 7,3%.
De la población inactiva en el total nacional 41,3% se dedicó principalmente a realizar oficios del hogar y 39,0% a estudiar.
El GEIH además muestra que solo en agosto la tasa de desempleo fue 10,1% y para el mismo mes de 2017 se ubicó en 9,9%. La tasa global de participación fue 65,7%, lo que representó una disminución de 1,5 puntos porcentuales respecto al mismo mes de 2017 (67,2%). Finalmente, la tasa de ocupación se ubicó en 59,1%, lo que significó una disminución de 1,4 puntos porcentuales al compararlo con agosto de 2017 (60,5%).
Otras ciudades, también con graves problemas de migrantes venezolanos, presentaron menores tasas de desempleo, como Cartagena con 8,0%; Bucaramanga con 8,2%; Barranquilla con 8,4%.
Estas cifras son para revisar y tomar decisiones que ayuden a mejorar las condiciones socioeconómicas de la ciudad, entendiendo que los problemas de desempleo no los soluciona un alcalde, pero como líder sí tiene la responsabilidad de promover las estrategias para traer las inversiones a la ciudad de la mano del sector privado y el Gobierno Nacional.
Cuánta falta hace la estrategia ‘Valledupar cómo vamos’, programa que evaluaba y hacía seguimiento de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, contribuyendo con sus estudios al desarrollo de gobiernos efectivos y transparentes, al igual que ciudadanos más informados, responsables y participativos. Sin embargo, ahora contamos con una iniciativa interesante como es el Centro de Estudios Socieconómicos Regionales, Cesore, que necesita más respaldo ciudadano e institucional.