Cuando esta columna salga publicada, seguramente la excongresista Merlano, que muchos recuerdan como la mujer araña, ya no estará en “La Tumba” como llaman en Caracas a la cárcel, con pelucas, 7 celulares, su infaltable soga voladora y su diseño de sonrisa, o tal vez sería el único cambio. No olvidemos que era la delincuente […]
Cuando esta columna salga publicada, seguramente la excongresista Merlano, que muchos recuerdan como la mujer araña, ya no estará en “La Tumba” como llaman en Caracas a la cárcel, con pelucas, 7 celulares, su infaltable soga voladora y su diseño de sonrisa, o tal vez sería el único cambio.
No olvidemos que era la delincuente más buscada del país, porque comprar votos es también el delito más antiguo del país, como en las novelas, ella de la muchachada del barrio la atrapó el amor vestido de azul, elegida senadora, guarda de secretos, algunos tan íntimos, que pasan de la alcoba a los contratos y de los contratos a los bancos y de los bancos a varios bolsillos, porque el amor entra por los ojos pero sale por los bolsillos, como dice la frasecita de revista rosa.
La cosa ha resultado más tema de caricaturistas que judicial. Inicia por el pedido que el Gobierno hace a Guaidó, cuando en su país no ejerce presidencia, y debe fugarse a escondidas, por caminos inciertos para destinos inciertos y pronunciamientos aguados.
Ay ¡Venezuela! Centro de telenovelas y reinas, ahora reina el desgobierno, el novelón se muestra largo como Elif y la Virgen de Guadalupe.
Enero termina sus 31 días con esa noticia para entretenerlos, la verdad que estaba aburrido, un poco de carnavales y expertos planificadores construyendo el Plan de Desarrollo en todas partes. Para el caso del Cesar, será el mejor del país, dice un tuitero de la casa de gobierno. ¡Será colosal.
Pero la buena suerte nos persigue. Cuando veíamos todo color de hormiga por culpa de las administraciones anteriores con sus obras y proyectos de medio palo, cuando la plaza con resplandor abre sus brazos al visitante, el parque de La Provincia abarrotado de turistas que derrochan millones con la economía naranja en todo su furor, el sol nos brilla por otra parte. Y no hablo de los recibos del gas.
Ni siquiera la Ruta Escalona que todos los gobiernos han cantaleteado, ni de la Ruta del Sol, ni siquiera “La casa en el aire” de construcción futurista, ni la estatua grandiosa de Peter Manjarres, en la entrada de la ciudad, habían generado tantas visitas, compras, fotos, paseos, videos, proyectos de cine, como un cultivo de girasoles en la vía Guacoche- El Jabo, donde los juglares Lorenzo Morales y Emiliano Zuleta Baquero crearon “La gota fría”, después de la parranda en Urumita que la historia conoce.
Para algunos esos girasoles es un homenaje a Nando Marín, en su canto grabado por los Hermanos Zuleta. Para otros es la proyección paisajística del alcalde Uhía como avistamientos de aves y cóndores andinos por las tierras del Valle y que el nuevo alcalde Mello Castro celebra como su primera victoria temprana.
La verdad que la Ruta de los girasoles crea trabajo a mucha gente, iniciando por los vendedores de agua en bolsas, deportistas, fotógrafos casi extinguidos por la tecnología, modistas, modelos, taxistas y mototaxistas que lograron eliminaran el miércoles sin moto, solo para ir a ver la belleza natural.
Mientras resuelven el caso Merlano, el coronavirus chino, el boldedona criollo y el Doloded nacional, nos restrenamos como “Ciudad girasol” para el mundo. Que carajos, cuando no hay perros, se montea con gatos, si no hay la tal ciudad naranja, las flores de girasol son nuestra reciente conquista.
Ya se planea la nueva avenida a La Paz, con puente construido, con amplios bulevares de girasoles, sería una belleza, chao trinitarias.
Cuando esta columna salga publicada, seguramente la excongresista Merlano, que muchos recuerdan como la mujer araña, ya no estará en “La Tumba” como llaman en Caracas a la cárcel, con pelucas, 7 celulares, su infaltable soga voladora y su diseño de sonrisa, o tal vez sería el único cambio. No olvidemos que era la delincuente […]
Cuando esta columna salga publicada, seguramente la excongresista Merlano, que muchos recuerdan como la mujer araña, ya no estará en “La Tumba” como llaman en Caracas a la cárcel, con pelucas, 7 celulares, su infaltable soga voladora y su diseño de sonrisa, o tal vez sería el único cambio.
No olvidemos que era la delincuente más buscada del país, porque comprar votos es también el delito más antiguo del país, como en las novelas, ella de la muchachada del barrio la atrapó el amor vestido de azul, elegida senadora, guarda de secretos, algunos tan íntimos, que pasan de la alcoba a los contratos y de los contratos a los bancos y de los bancos a varios bolsillos, porque el amor entra por los ojos pero sale por los bolsillos, como dice la frasecita de revista rosa.
La cosa ha resultado más tema de caricaturistas que judicial. Inicia por el pedido que el Gobierno hace a Guaidó, cuando en su país no ejerce presidencia, y debe fugarse a escondidas, por caminos inciertos para destinos inciertos y pronunciamientos aguados.
Ay ¡Venezuela! Centro de telenovelas y reinas, ahora reina el desgobierno, el novelón se muestra largo como Elif y la Virgen de Guadalupe.
Enero termina sus 31 días con esa noticia para entretenerlos, la verdad que estaba aburrido, un poco de carnavales y expertos planificadores construyendo el Plan de Desarrollo en todas partes. Para el caso del Cesar, será el mejor del país, dice un tuitero de la casa de gobierno. ¡Será colosal.
Pero la buena suerte nos persigue. Cuando veíamos todo color de hormiga por culpa de las administraciones anteriores con sus obras y proyectos de medio palo, cuando la plaza con resplandor abre sus brazos al visitante, el parque de La Provincia abarrotado de turistas que derrochan millones con la economía naranja en todo su furor, el sol nos brilla por otra parte. Y no hablo de los recibos del gas.
Ni siquiera la Ruta Escalona que todos los gobiernos han cantaleteado, ni de la Ruta del Sol, ni siquiera “La casa en el aire” de construcción futurista, ni la estatua grandiosa de Peter Manjarres, en la entrada de la ciudad, habían generado tantas visitas, compras, fotos, paseos, videos, proyectos de cine, como un cultivo de girasoles en la vía Guacoche- El Jabo, donde los juglares Lorenzo Morales y Emiliano Zuleta Baquero crearon “La gota fría”, después de la parranda en Urumita que la historia conoce.
Para algunos esos girasoles es un homenaje a Nando Marín, en su canto grabado por los Hermanos Zuleta. Para otros es la proyección paisajística del alcalde Uhía como avistamientos de aves y cóndores andinos por las tierras del Valle y que el nuevo alcalde Mello Castro celebra como su primera victoria temprana.
La verdad que la Ruta de los girasoles crea trabajo a mucha gente, iniciando por los vendedores de agua en bolsas, deportistas, fotógrafos casi extinguidos por la tecnología, modistas, modelos, taxistas y mototaxistas que lograron eliminaran el miércoles sin moto, solo para ir a ver la belleza natural.
Mientras resuelven el caso Merlano, el coronavirus chino, el boldedona criollo y el Doloded nacional, nos restrenamos como “Ciudad girasol” para el mundo. Que carajos, cuando no hay perros, se montea con gatos, si no hay la tal ciudad naranja, las flores de girasol son nuestra reciente conquista.
Ya se planea la nueva avenida a La Paz, con puente construido, con amplios bulevares de girasoles, sería una belleza, chao trinitarias.