Con ensayos constantes en el Batallón de artillería numero dos y las últimas noches en la avenida Simón Bolívar, todo está listo para que hoy, los miembros de las fuerzas militares, colombianas, tanto Policía como Ejército, rindan honor a los símbolos patrios, con el tradicional desfile del 20 de julio para conmemorar el grito de independencia. 

Y es que aunque muy pocos saben, este día no solo se festeja el día en que Colombia logró liberarse del yugo español. También es el cumpleaños de las fuerzas militares en el país. Por eso la Décima Brigada Blindada planea con meticulosa organización este particular desfile en que  se mostrará a la ciudadanía del Cesar y La Guajira la majestuosidad y la labor que realiza el Ejército Nacional en defensa de la población, la infraestructura económica y la soberanía del país.    

El desfile de hoy parte desde el monumento el Pedazo de Acordeón, hasta la glorieta de la María Mulata; frente al colegio Instpecam.

En ese punto habrá una tarima donde las autoridades apreciarán el evento, en el que la Décima Brigada Blindada, exhibirá las diferentes especialidades de Armas en el que se encuentran Caballería, Ingenieros, Artillería, Infantería y Comunicaciones, también estarán una representación de los 14 batallones que conforman la Decima Brigada Blindada en el Cesar y La Guajira.
 
Luego del desfile, a la 1:00 de la tarde, en el Centro Comercial Guatapurí, se ubicarán diferentes stands alusivos al Ejército Nacional donde estarán algunos de sus miembros como guías que contarán la reseña histórica de las Fuerzas Militares de Colombia. 

Por su parte, tanto el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, el alcalde de Valledupar Fredys Socarrás y el Brigadier General, Adelmo Fajardo Hernández, comandante de Decima Brigada Blindada, invitaron a la ciudadanía a izar con orgullo el Pabellón Nacional y a acompañar el desfile para que aprecien el maravilloso espectáculo que brindarán los hombres del Ejército y las diferentes instituciones que estarán presentes en este importante acto.

Por Pepe Morón Reales 
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