La celebración del cumpleaños de la capital del Cesar continuará este lunes 6 de enero con un Te Deum, una homilía en acción de gracias por el municipio en su nuevo aniversario.
¡Maternal, centenaria y bravía!, la Ciudad de los Santos Reyes, el Valle del Cacique Upar, la Capital Mundial del Vallenato o, simplemente, Valledupar, está hoy de fiesta por la celebración de su aniversario número 475. Más de 400 años de historia marcados por la cultura, la música y el progreso que han posicionado a la capital del Cesar como una de las ciudades más emblemáticas y turísticas del territorio nacional.
Esta bella tierra situada entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, al margen de los ríos Cesar y Guatapurí, tiene sus orígenes en la época precolombina, con tribus amerindias que se asentaron en el territorio y conformaron sociedades. Cuando llegaron los españoles estaba habitada por los Chimilas, de familia lingüística Chibcha.
De acuerdo con el historiador, escritor y compositor Tomás Darío Gutiérrez, el gobernador de Santa Marta, Cartagena y otras ciudades, Miguel Díaz, después de producirse la muerte de Rodrigo de Bastidas, nombró en su reemplazo al capitán español Hernando de Santana, quien lideró la fundación de Valledupar.
Fue entonces el 6 de enero de 1550 y por mandato del licenciado Miguel Diez de Armendáriz, que el capitán Santana fundó la ciudad de los Reyes del Valle de Upar. La fecha de fundación de Valledupar coincide con la celebración de los Santos Reyes, de ahí su seudónimo ‘Ciudad de los Santos Reyes’.
Tomás Darío Gutiérrez, historiador de Valledupar.
De acuerdo con Tomás Darío Gutiérrez, la creación y formación de Valledupar, tiene dos etapas: una pre-hispánica y otra pos-hispánica, la Valledupar de los españoles y la Valledupar del Cacique Upar. Indicó que para el año 1528 llegaron españoles desterrados por la falta de desarrollo, cultura y comercio añadiendo las problemáticas que presentaba el territorio hoy llamado Valencia de Jesús de donde provenían.
En 1532, Valledupar ya comenzaba a adquirir forma de ciudad, por el amplio territorio que se formaba y se extendía rodeando las montañas y el valle que en su momento pertenecían e identificaban a la ciudad. Ya en 1580, Valledupar contaba ocho manzanas de casa coloniales, construidas en el centro de la ciudad y que se distinguían por tener una infraestructura propia de la cultura que hasta el momento sigue intacta en el sector colonial de la ciudad.
En ese orden de ideas, el historiador Francisco Ovalle, precisó que “después de que los españoles abandonaran Valencia de Jesús, donde habitaban, decidieron ante la cantidad de incendios que se presentaban, dirigirse a Valledupar que para ese momento era un pueblo pequeño”.
Para el año 1710, según los registros notariales, como lo comenta Ovalle, la población de Valledupar se mantenía en un promedio de 1.500 a 2.000 personas. Una cantidad bastante considerable para esos años.
En el año 1932 Valledupar contaba solo con dos barrios, el Cañahuate y Los Cerezos, además de un sector pequeño del centro. Para ese entonces la población de la ciudad rondaba entre los 5.000 y 10.000 habitantes. Actualmente supera los 530.000 habitantes.
Gutiérrez, haciendo ahínco en su libro ‘Valledupar, Música de una Historia’, indicó que la capital del Cesar se convertiría en una de las primeras provincias cercanas que proclamarían el grito de independencia.
Explicó que Valledupar, como en toda la zona de influencia, prevalecían las grandes haciendas ganaderas.
“Don López de Orozco trajo las primeras 2.000 vacas y 500 carneros, ahí comenzó la ganadería. Se entusiasmó tanto por las riquezas de Valledupar que se fue a España y renunció a su cargo de gobernador de la Provincia del Río Plata, lo que es hoy Argentina, Chile y Uruguay. Con eso la ganadería colombiana nació en Valledupar”, comentó Darío.
La Ciudad de los Reyes nace con nueve manzanas divididas en forma de cruz por dos caminos. Esta fue la primera división espacial, semejante a la manzana de la Purrututú; por estos dos caminitos que se encontraban en el centro de la manzana entraban las vacas para ser ordeñadas en los patios de las casas, que eran muy grandes.
En cada manzana, dividida en 4 partes, había una casa en cada esquina que contaba con un patio muy extenso donde ordeñaban las vacas y las cabras, además tenían sus gallinas y sus cerdos; estos patios eran como pequeñas fincas.
El estudioso de la historia vallenata sostiene que la ciudad y los pueblos pertenecientes a su jurisdicción, que se extendían en ese entonces desde El Molino y San Juan del Cesar hasta Becerril y San Roque, con sus tribus indígenas, lograron preparar silenciosamente el grito de la libertad, situación que el pueblo confió a la voluntad de sus líderes.
Los integrantes del cabildo decidieron organizar y plasmar la fecha para proclamar la independencia de Valledupar. Para que la población tuviera conocimiento del acontecimiento, decidieron pegar en las calles carteles de invitación informando lo que ocurriría.
Fue de este modo como, un 4 de febrero de 1813, a las 10 de la mañana, cuando el cabildo de Valledupar inició una sesión pública en la que se proclamó, como era de esperarse, la independencia de la ciudad.
Señala la historia que Valledupar fue erigida capital de la Provincia de Valledupar de conformidad con la Ley 15 de 1850, y fue elevada a capital del departamento del Valle de Upar del Estado Soberano del Magdalena, de acuerdo con la Ley 29 de diciembre de 1864.
Al reestructurarse la división político-administrativa del Estado unitario colombiano, fue elegida como municipio del departamento del Magdalena, según la ordenanza número 57 de 1915, la cual estableció su extensión y límites.
Al crearse el departamento del Cesar mediante la Ley 25 de 1967, Valledupar fue escogida como su capital.
Según historiadores, en 1937 Valledupar tuvo un destacable desarrollo económico gracias a las estrategias y planes que ejecutó el expresidente, Alfonso López Pumarejo, hijo de Rosario Pumarejo Cotes, oriunda de la ciudad de Valledupar. López dotó a la ciudad de carreteras y ayudó a la modificación en las razas de ganado, actividad que aumentaba la producción de la ciudad
Así mismo, lideró la construcción de vías que conectaban a la población con ciudades como Riohacha, en el departamento de La Guajira, y Fundación hacia el Magdalena. Posteriormente entre 1955 y 1958 se produjeron grandes cultivos que catapultaron el desarrollo de Valledupar en un rico y amplio sector económico, financiero y cultural, según Tomás Darío Gutiérrez.
La ganadería, el folclor vallenato, la fauna, flora, el comercio e incluso la calidez propia de los vallenatos, son rasgos que han permanecido desde su fundación hasta la actualidad y que han hecho que Valledupar sea reconocida a nivel nacional e internacional. Un ejemplo de ello fue que en el 2019 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, le otorgó a Valledupar el título de Ciudad Creativa de la Música.
En ese sentido, el pasado viernes 3 de enero, en medio del conversatorio ‘Valledupar, 475 años de música’, la jefa de la Oficina de Cultura, Yanelis González Maestre, presentó oficialmente el logo de la capital del Cesar como Ciudad Creativa de la Música.
Este lunes 6 de enero, la celebración iniciará con un Te Deum, una homilía en acción de gracias por el municipio en su nuevo aniversario. A la eucaristía asistirán diferentes autoridades municipales, departamentales y nacionales, Fuerza Pública y diferentes sectores de la sociedad vallenata y cesarense.
Este acto religioso iniciará a las 9:00 a.m., en la iglesia mayor la Inmaculada Concepción. Finalmente, el cierre de las festividades será en el Parque de la Leyenda Vallenata, a partir de las 6:00 p.m., con la presentación de artistas locales y nacionales que le rendirán homenaje con las letras de sus canciones.
Por Namieh Baute Barrios
La celebración del cumpleaños de la capital del Cesar continuará este lunes 6 de enero con un Te Deum, una homilía en acción de gracias por el municipio en su nuevo aniversario.
¡Maternal, centenaria y bravía!, la Ciudad de los Santos Reyes, el Valle del Cacique Upar, la Capital Mundial del Vallenato o, simplemente, Valledupar, está hoy de fiesta por la celebración de su aniversario número 475. Más de 400 años de historia marcados por la cultura, la música y el progreso que han posicionado a la capital del Cesar como una de las ciudades más emblemáticas y turísticas del territorio nacional.
Esta bella tierra situada entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, al margen de los ríos Cesar y Guatapurí, tiene sus orígenes en la época precolombina, con tribus amerindias que se asentaron en el territorio y conformaron sociedades. Cuando llegaron los españoles estaba habitada por los Chimilas, de familia lingüística Chibcha.
De acuerdo con el historiador, escritor y compositor Tomás Darío Gutiérrez, el gobernador de Santa Marta, Cartagena y otras ciudades, Miguel Díaz, después de producirse la muerte de Rodrigo de Bastidas, nombró en su reemplazo al capitán español Hernando de Santana, quien lideró la fundación de Valledupar.
Fue entonces el 6 de enero de 1550 y por mandato del licenciado Miguel Diez de Armendáriz, que el capitán Santana fundó la ciudad de los Reyes del Valle de Upar. La fecha de fundación de Valledupar coincide con la celebración de los Santos Reyes, de ahí su seudónimo ‘Ciudad de los Santos Reyes’.
Tomás Darío Gutiérrez, historiador de Valledupar.
De acuerdo con Tomás Darío Gutiérrez, la creación y formación de Valledupar, tiene dos etapas: una pre-hispánica y otra pos-hispánica, la Valledupar de los españoles y la Valledupar del Cacique Upar. Indicó que para el año 1528 llegaron españoles desterrados por la falta de desarrollo, cultura y comercio añadiendo las problemáticas que presentaba el territorio hoy llamado Valencia de Jesús de donde provenían.
En 1532, Valledupar ya comenzaba a adquirir forma de ciudad, por el amplio territorio que se formaba y se extendía rodeando las montañas y el valle que en su momento pertenecían e identificaban a la ciudad. Ya en 1580, Valledupar contaba ocho manzanas de casa coloniales, construidas en el centro de la ciudad y que se distinguían por tener una infraestructura propia de la cultura que hasta el momento sigue intacta en el sector colonial de la ciudad.
En ese orden de ideas, el historiador Francisco Ovalle, precisó que “después de que los españoles abandonaran Valencia de Jesús, donde habitaban, decidieron ante la cantidad de incendios que se presentaban, dirigirse a Valledupar que para ese momento era un pueblo pequeño”.
Para el año 1710, según los registros notariales, como lo comenta Ovalle, la población de Valledupar se mantenía en un promedio de 1.500 a 2.000 personas. Una cantidad bastante considerable para esos años.
En el año 1932 Valledupar contaba solo con dos barrios, el Cañahuate y Los Cerezos, además de un sector pequeño del centro. Para ese entonces la población de la ciudad rondaba entre los 5.000 y 10.000 habitantes. Actualmente supera los 530.000 habitantes.
Gutiérrez, haciendo ahínco en su libro ‘Valledupar, Música de una Historia’, indicó que la capital del Cesar se convertiría en una de las primeras provincias cercanas que proclamarían el grito de independencia.
Explicó que Valledupar, como en toda la zona de influencia, prevalecían las grandes haciendas ganaderas.
“Don López de Orozco trajo las primeras 2.000 vacas y 500 carneros, ahí comenzó la ganadería. Se entusiasmó tanto por las riquezas de Valledupar que se fue a España y renunció a su cargo de gobernador de la Provincia del Río Plata, lo que es hoy Argentina, Chile y Uruguay. Con eso la ganadería colombiana nació en Valledupar”, comentó Darío.
La Ciudad de los Reyes nace con nueve manzanas divididas en forma de cruz por dos caminos. Esta fue la primera división espacial, semejante a la manzana de la Purrututú; por estos dos caminitos que se encontraban en el centro de la manzana entraban las vacas para ser ordeñadas en los patios de las casas, que eran muy grandes.
En cada manzana, dividida en 4 partes, había una casa en cada esquina que contaba con un patio muy extenso donde ordeñaban las vacas y las cabras, además tenían sus gallinas y sus cerdos; estos patios eran como pequeñas fincas.
El estudioso de la historia vallenata sostiene que la ciudad y los pueblos pertenecientes a su jurisdicción, que se extendían en ese entonces desde El Molino y San Juan del Cesar hasta Becerril y San Roque, con sus tribus indígenas, lograron preparar silenciosamente el grito de la libertad, situación que el pueblo confió a la voluntad de sus líderes.
Los integrantes del cabildo decidieron organizar y plasmar la fecha para proclamar la independencia de Valledupar. Para que la población tuviera conocimiento del acontecimiento, decidieron pegar en las calles carteles de invitación informando lo que ocurriría.
Fue de este modo como, un 4 de febrero de 1813, a las 10 de la mañana, cuando el cabildo de Valledupar inició una sesión pública en la que se proclamó, como era de esperarse, la independencia de la ciudad.
Señala la historia que Valledupar fue erigida capital de la Provincia de Valledupar de conformidad con la Ley 15 de 1850, y fue elevada a capital del departamento del Valle de Upar del Estado Soberano del Magdalena, de acuerdo con la Ley 29 de diciembre de 1864.
Al reestructurarse la división político-administrativa del Estado unitario colombiano, fue elegida como municipio del departamento del Magdalena, según la ordenanza número 57 de 1915, la cual estableció su extensión y límites.
Al crearse el departamento del Cesar mediante la Ley 25 de 1967, Valledupar fue escogida como su capital.
Según historiadores, en 1937 Valledupar tuvo un destacable desarrollo económico gracias a las estrategias y planes que ejecutó el expresidente, Alfonso López Pumarejo, hijo de Rosario Pumarejo Cotes, oriunda de la ciudad de Valledupar. López dotó a la ciudad de carreteras y ayudó a la modificación en las razas de ganado, actividad que aumentaba la producción de la ciudad
Así mismo, lideró la construcción de vías que conectaban a la población con ciudades como Riohacha, en el departamento de La Guajira, y Fundación hacia el Magdalena. Posteriormente entre 1955 y 1958 se produjeron grandes cultivos que catapultaron el desarrollo de Valledupar en un rico y amplio sector económico, financiero y cultural, según Tomás Darío Gutiérrez.
La ganadería, el folclor vallenato, la fauna, flora, el comercio e incluso la calidez propia de los vallenatos, son rasgos que han permanecido desde su fundación hasta la actualidad y que han hecho que Valledupar sea reconocida a nivel nacional e internacional. Un ejemplo de ello fue que en el 2019 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, le otorgó a Valledupar el título de Ciudad Creativa de la Música.
En ese sentido, el pasado viernes 3 de enero, en medio del conversatorio ‘Valledupar, 475 años de música’, la jefa de la Oficina de Cultura, Yanelis González Maestre, presentó oficialmente el logo de la capital del Cesar como Ciudad Creativa de la Música.
Este lunes 6 de enero, la celebración iniciará con un Te Deum, una homilía en acción de gracias por el municipio en su nuevo aniversario. A la eucaristía asistirán diferentes autoridades municipales, departamentales y nacionales, Fuerza Pública y diferentes sectores de la sociedad vallenata y cesarense.
Este acto religioso iniciará a las 9:00 a.m., en la iglesia mayor la Inmaculada Concepción. Finalmente, el cierre de las festividades será en el Parque de la Leyenda Vallenata, a partir de las 6:00 p.m., con la presentación de artistas locales y nacionales que le rendirán homenaje con las letras de sus canciones.
Por Namieh Baute Barrios