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Columnista - 6 julio, 2016

El uso de la bicicleta, una medicina contra la vida moderna

Hoy he decidido aprovechar este espacio, no para hablar de temas complejos e incomodos para opinar, sino de un tema muy sencillo y también de actualidad; “la bicicleta”; pero no de la canción de Carlos Vives y Shakira, sino de ese lineal, cilíndrico y urbano vehículo de las emociones. Comienzo diciendo que históricamente en Colombia, […]

Hoy he decidido aprovechar este espacio, no para hablar de temas complejos e incomodos para opinar, sino de un tema muy sencillo y también de actualidad; “la bicicleta”; pero no de la canción de Carlos Vives y Shakira, sino de ese lineal, cilíndrico y urbano vehículo de las emociones.

Comienzo diciendo que históricamente en Colombia, la bicicleta ha tenido un enorme potencial de usuarios que la usan a diario como medio de transporte y otro número de personas que la utilizan como actividad deportiva, tanto para competencia, como para recreación o simplemente para actividad física; de hecho muchos triunfos y reconocimientos a nivel deportivo se ha dado a partir del ciclismo. Tanto ha sido el auge de pedalear bici, que hoy cursa un proyecto de ley en el Congreso de la República, cuyo objetivo es el de promover la actividad física como asunto prioritario de salud pública, avanzar en la mitigación del impacto ambiental que produce el tránsito automotor, optimizar la infraestructura de las ciudades y evitar mayor congestión vial.

En Valledupar, en los últimos años el uso de la bicicleta ha ido en aumento, sobre todo para fines recreativos y hacer actividad física, solo basta transitar todos los días bien temprano por la vía hacia el corregimiento de Río Seco, Guacoche, Las Raíces o hacia el Cerro del Eccehomo, donde se pueden observar el número de ciclistas en actividad. Tal vez motivado por esta iniciativa, el alcalde Tuto Uhía durante este gobierno como política de la administración municipal ha institucionalizado los ciclopaseos todos los sábados, a quien se le ve por las diferentes calles de Valledupar acompañado de un río de personas, incentivando el uso de la bicicleta y la convivencia en familia. Ahora nuestro Alcalde no solo motivado por los ciclopaseos, el día de ayer también se le vio llegar hasta el palacio municipal montado en bicicleta, acompañado de un grupo de funcionarios que quieren promover su uso para ir a los lugares de trabajo; lo que a mi juicio es un buen mensaje.

No en vano Valledupar en el marco de la política pública de ciudades sostenibles, que tienen como propósito estimular la movilidad no motorizada, adelantó la construcción de la red de ciclo rutas en la cuidad, con el fin de articular e integrarlas con la infraestructura del sistema público de transporte; ciclo rutas que entre otras cosas deben ser intervenidas lo más pronto posible ratificando su permanencia donde fueron construidas o por el contrario redefiniendo lugares y diseños en otros sitios de la cuidad donde sean más utilizadas; pero lo que sí está claro es que al hacer parte de un proyecto estratégico de movilidad alternativa se hacen indispensables.

Pase lo que pase con este proyecto, lo que no se puede dejar es el entusiasmo y la pasión que hoy ha despertado el uso de la bicicleta en nuestra ciudad; pues montar en bici, es sin dudas una medicina contra la vida moderna. Son muchos los beneficios, no solo de movilidad sino también de relación con el hábitat y la salud resultantes del uso de la bicicleta, entre ellos los siguientes: ambiental: la bicicleta no emite ruido, ni contaminantes al ambiente; económico: bajo costo; movilidad: reducción de congestión vehicular; social: socialmente equitativo, accesible a la población; salud: mejora la condición física y mental a través de la actividad física. Buenos motivos para pedalear por nuestro medio ambiente y por nuestra salud. Montar en bici es un regalo que te puedes hacer cada día; una recompensa en forma de emociones que te pueden mejorar la calidad de vida.

Columnista
6 julio, 2016

El uso de la bicicleta, una medicina contra la vida moderna

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Guillermo Ramirez

Hoy he decidido aprovechar este espacio, no para hablar de temas complejos e incomodos para opinar, sino de un tema muy sencillo y también de actualidad; “la bicicleta”; pero no de la canción de Carlos Vives y Shakira, sino de ese lineal, cilíndrico y urbano vehículo de las emociones. Comienzo diciendo que históricamente en Colombia, […]


Hoy he decidido aprovechar este espacio, no para hablar de temas complejos e incomodos para opinar, sino de un tema muy sencillo y también de actualidad; “la bicicleta”; pero no de la canción de Carlos Vives y Shakira, sino de ese lineal, cilíndrico y urbano vehículo de las emociones.

Comienzo diciendo que históricamente en Colombia, la bicicleta ha tenido un enorme potencial de usuarios que la usan a diario como medio de transporte y otro número de personas que la utilizan como actividad deportiva, tanto para competencia, como para recreación o simplemente para actividad física; de hecho muchos triunfos y reconocimientos a nivel deportivo se ha dado a partir del ciclismo. Tanto ha sido el auge de pedalear bici, que hoy cursa un proyecto de ley en el Congreso de la República, cuyo objetivo es el de promover la actividad física como asunto prioritario de salud pública, avanzar en la mitigación del impacto ambiental que produce el tránsito automotor, optimizar la infraestructura de las ciudades y evitar mayor congestión vial.

En Valledupar, en los últimos años el uso de la bicicleta ha ido en aumento, sobre todo para fines recreativos y hacer actividad física, solo basta transitar todos los días bien temprano por la vía hacia el corregimiento de Río Seco, Guacoche, Las Raíces o hacia el Cerro del Eccehomo, donde se pueden observar el número de ciclistas en actividad. Tal vez motivado por esta iniciativa, el alcalde Tuto Uhía durante este gobierno como política de la administración municipal ha institucionalizado los ciclopaseos todos los sábados, a quien se le ve por las diferentes calles de Valledupar acompañado de un río de personas, incentivando el uso de la bicicleta y la convivencia en familia. Ahora nuestro Alcalde no solo motivado por los ciclopaseos, el día de ayer también se le vio llegar hasta el palacio municipal montado en bicicleta, acompañado de un grupo de funcionarios que quieren promover su uso para ir a los lugares de trabajo; lo que a mi juicio es un buen mensaje.

No en vano Valledupar en el marco de la política pública de ciudades sostenibles, que tienen como propósito estimular la movilidad no motorizada, adelantó la construcción de la red de ciclo rutas en la cuidad, con el fin de articular e integrarlas con la infraestructura del sistema público de transporte; ciclo rutas que entre otras cosas deben ser intervenidas lo más pronto posible ratificando su permanencia donde fueron construidas o por el contrario redefiniendo lugares y diseños en otros sitios de la cuidad donde sean más utilizadas; pero lo que sí está claro es que al hacer parte de un proyecto estratégico de movilidad alternativa se hacen indispensables.

Pase lo que pase con este proyecto, lo que no se puede dejar es el entusiasmo y la pasión que hoy ha despertado el uso de la bicicleta en nuestra ciudad; pues montar en bici, es sin dudas una medicina contra la vida moderna. Son muchos los beneficios, no solo de movilidad sino también de relación con el hábitat y la salud resultantes del uso de la bicicleta, entre ellos los siguientes: ambiental: la bicicleta no emite ruido, ni contaminantes al ambiente; económico: bajo costo; movilidad: reducción de congestión vehicular; social: socialmente equitativo, accesible a la población; salud: mejora la condición física y mental a través de la actividad física. Buenos motivos para pedalear por nuestro medio ambiente y por nuestra salud. Montar en bici es un regalo que te puedes hacer cada día; una recompensa en forma de emociones que te pueden mejorar la calidad de vida.