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Editorial - 11 mayo, 2013

Urge la humanización de la salud

Las quejas que a diario presentan los usuarios del sistema de salud en Colombia, en especial en el Cesar, dan cuenta del trato impersonal, despectivo, indiferente e inhumano que reciben en muchas ocasiones, los pacientes que acuden a buscar el servicio médico.

Las quejas que a diario presentan los usuarios del sistema de salud en Colombia, en especial en el Cesar, dan cuenta del trato impersonal, despectivo, indiferente e inhumano que reciben en muchas ocasiones, los pacientes que acuden a buscar el servicio médico.

Aunque no es una solución definitiva al problema, es un acto oportuno y un granito de arena el que suma la Pastoral de la Salud de la Diócesis de Valledupar, que hoy precisamente en un evento masivo, orientará un seminario de humanización, enfocado especialmente la ciencia, la ternura y la ética, aspectos fundamentales en el buen trato de las personas, específicamente en los enfermos o los pacientes que buscan ayuda en el servicio médico.

El hecho de que la Diócesis cada año haga este tipo de eventos va dejando una huella y aunque no es fácil, sí contribuye a minimizarlo y a sentar un precedente, a la vez que hace eco a todas las asociaciones de usuarios de hospitales públicos y clínicas que velan y ‘pelean’ por los derechos de los pacientes.

El aporte de la Diócesis de Valledupar a este tema es muy importante y vale la pena que sea multiplicado a los municipios cesarenses de su jurisdicción, donde seguramente también se registran inconvenientes e irregularidades en la prestación del servicio de salud.

Por eso, hoy los médicos, enfermeras y todo el personal relacionado con la salud debe asumir un compromiso y tratar en lo posible de humanizar su trabajo, de hacerlo con ética, de tratar bien al paciente, que finalmente no es una ‘mercancía’, sino una persona que lo único que espera es resolver un problema de salud.

El hecho de que a la capital cesarense se desplacen expertos de la Academia de Medicina de Colombia, de la Red de Humanización de Colombia, y especialistas en Salud Ocupacional y acompañamiento a enfermos terminales, es un gran paso.

La Personería de Valledupar lo ha documentado suficientemente y las quejas, por lo menos en la ciudad, son innumerables. Es hora de que asuman el compromiso y traten mejor al enfermo.

Editorial
11 mayo, 2013

Urge la humanización de la salud

Las quejas que a diario presentan los usuarios del sistema de salud en Colombia, en especial en el Cesar, dan cuenta del trato impersonal, despectivo, indiferente e inhumano que reciben en muchas ocasiones, los pacientes que acuden a buscar el servicio médico.


Las quejas que a diario presentan los usuarios del sistema de salud en Colombia, en especial en el Cesar, dan cuenta del trato impersonal, despectivo, indiferente e inhumano que reciben en muchas ocasiones, los pacientes que acuden a buscar el servicio médico.

Aunque no es una solución definitiva al problema, es un acto oportuno y un granito de arena el que suma la Pastoral de la Salud de la Diócesis de Valledupar, que hoy precisamente en un evento masivo, orientará un seminario de humanización, enfocado especialmente la ciencia, la ternura y la ética, aspectos fundamentales en el buen trato de las personas, específicamente en los enfermos o los pacientes que buscan ayuda en el servicio médico.

El hecho de que la Diócesis cada año haga este tipo de eventos va dejando una huella y aunque no es fácil, sí contribuye a minimizarlo y a sentar un precedente, a la vez que hace eco a todas las asociaciones de usuarios de hospitales públicos y clínicas que velan y ‘pelean’ por los derechos de los pacientes.

El aporte de la Diócesis de Valledupar a este tema es muy importante y vale la pena que sea multiplicado a los municipios cesarenses de su jurisdicción, donde seguramente también se registran inconvenientes e irregularidades en la prestación del servicio de salud.

Por eso, hoy los médicos, enfermeras y todo el personal relacionado con la salud debe asumir un compromiso y tratar en lo posible de humanizar su trabajo, de hacerlo con ética, de tratar bien al paciente, que finalmente no es una ‘mercancía’, sino una persona que lo único que espera es resolver un problema de salud.

El hecho de que a la capital cesarense se desplacen expertos de la Academia de Medicina de Colombia, de la Red de Humanización de Colombia, y especialistas en Salud Ocupacional y acompañamiento a enfermos terminales, es un gran paso.

La Personería de Valledupar lo ha documentado suficientemente y las quejas, por lo menos en la ciudad, son innumerables. Es hora de que asuman el compromiso y traten mejor al enfermo.