María Aurora Carrillo Gullo ha sido reconocida tanto a nivel nacional como internacional por diferentes organizaciones debido a su trabajo de educación realizado con comunidades vulnerables.
Desde el 2006, la Fundación Transformemos, ha venido trabajando por la educación de jóvenes y adultos en distintos lugares del país. Pero su manera de funcionar es muy particular; ellos tienen en cuenta el contexto en que vive el público objetivo y empiezan a implementar estrategias educativas para superar el analfabetismo.
Esta fundación está dirigida por una mujer vallenata, su nombre es María Aurora Carrillo, educadora de la Universidad Pedagógica y con una maestría en educación de la Universidad Javeriana y galardonada con el premio Confucio de la UNESCO por las actividades que ha desarrollado Transformemos.
María Aurora aseguró que la idea nació de la idea de resolver los problemas de educación en los sectores más vulnerables y que tienen un gran registro de analfabetismo “queríamos trabajar con las comunidades vulnerables porque la única manera de salir de la pobreza es con la educación de manera que podamos transformar la situación social de muchas personas, pero teniendo en cuenta el contexto en el que se encuentran. Nuestro modelo educativo se basa en eso, en el contexto en el que estén las distintas comunidades con las que trabajamos”.
En cabeza de Carrillo Gullo, la Fundación Transformemos recibió el galardón Confucio de la Alfabetización de la UNESCO, que reconoce las actividades de particulares, gobiernos, organismos gubernamentales y ONG que se han destacado en alfabetización de jóvenes sin escolarizar y adultos.
Según ella, “este premio es un reconocimiento al esfuerzo y a la labor que hemos hecho, sobretodo porque es la primera vez que se le da a una organización no gubernamental”, señaló.
Muchos han sido los lugares que María Aurora ha recorrido con la fundación; en el Cesar, se implementó en el 2008 una estrategia de educación con los municipios del departamento donde se alfabetizó población de pocos recursos y se trabajó también con comunidad arhuaca.
La particularidad de la Fundación Transformemos, es la realización y transformación de materiales didácticos que son adecuados dependiendo la población con la cual se vaya a trabajar, pues lo que se busca es que se llegue de la manera adecuada a las comunidades.
Uno de los puntos más importantes de esta fundación, según resaltó María Aurora, es el trabajo por la paridad educativa de los géneros, pues se ha logrado el acceso masivo de las mujeres al sistema educativo dado que el 67% de los estudiantes y docentes pertenecen al género femenino.
¿En qué anda la fundación?
Según comentó la directora de la fundación, se trabaja con comunidad de Guainía, con un programa de educación que se basa en la alfabetización de tabletas multilingües para enseñar idiomas a la población indígena de ese lugar.
La Fundación Transformemos ha beneficiado a más de 300 mil jóvenes y adultos de poblaciones vulnerables entre los 15 y 60 años, de los cuales un 65% son mujeres cabeza de familia con un promedio de edad de 25 a 40 años.
Por Freddy Oñate Acevedo
[email protected]
María Aurora Carrillo Gullo ha sido reconocida tanto a nivel nacional como internacional por diferentes organizaciones debido a su trabajo de educación realizado con comunidades vulnerables.
Desde el 2006, la Fundación Transformemos, ha venido trabajando por la educación de jóvenes y adultos en distintos lugares del país. Pero su manera de funcionar es muy particular; ellos tienen en cuenta el contexto en que vive el público objetivo y empiezan a implementar estrategias educativas para superar el analfabetismo.
Esta fundación está dirigida por una mujer vallenata, su nombre es María Aurora Carrillo, educadora de la Universidad Pedagógica y con una maestría en educación de la Universidad Javeriana y galardonada con el premio Confucio de la UNESCO por las actividades que ha desarrollado Transformemos.
María Aurora aseguró que la idea nació de la idea de resolver los problemas de educación en los sectores más vulnerables y que tienen un gran registro de analfabetismo “queríamos trabajar con las comunidades vulnerables porque la única manera de salir de la pobreza es con la educación de manera que podamos transformar la situación social de muchas personas, pero teniendo en cuenta el contexto en el que se encuentran. Nuestro modelo educativo se basa en eso, en el contexto en el que estén las distintas comunidades con las que trabajamos”.
En cabeza de Carrillo Gullo, la Fundación Transformemos recibió el galardón Confucio de la Alfabetización de la UNESCO, que reconoce las actividades de particulares, gobiernos, organismos gubernamentales y ONG que se han destacado en alfabetización de jóvenes sin escolarizar y adultos.
Según ella, “este premio es un reconocimiento al esfuerzo y a la labor que hemos hecho, sobretodo porque es la primera vez que se le da a una organización no gubernamental”, señaló.
Muchos han sido los lugares que María Aurora ha recorrido con la fundación; en el Cesar, se implementó en el 2008 una estrategia de educación con los municipios del departamento donde se alfabetizó población de pocos recursos y se trabajó también con comunidad arhuaca.
La particularidad de la Fundación Transformemos, es la realización y transformación de materiales didácticos que son adecuados dependiendo la población con la cual se vaya a trabajar, pues lo que se busca es que se llegue de la manera adecuada a las comunidades.
Uno de los puntos más importantes de esta fundación, según resaltó María Aurora, es el trabajo por la paridad educativa de los géneros, pues se ha logrado el acceso masivo de las mujeres al sistema educativo dado que el 67% de los estudiantes y docentes pertenecen al género femenino.
¿En qué anda la fundación?
Según comentó la directora de la fundación, se trabaja con comunidad de Guainía, con un programa de educación que se basa en la alfabetización de tabletas multilingües para enseñar idiomas a la población indígena de ese lugar.
La Fundación Transformemos ha beneficiado a más de 300 mil jóvenes y adultos de poblaciones vulnerables entre los 15 y 60 años, de los cuales un 65% son mujeres cabeza de familia con un promedio de edad de 25 a 40 años.
Por Freddy Oñate Acevedo
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